“Sin sustento, injerencia rusa en elecciones”
Dice que las tareas estratégicas de intervención son acciones de Estado
y Rivas mostró una licencia de conducir canadiense con su verdadero nombre en ella.
Desde ese momento la casa de los
en Salt Lake City, Utah, donde residían, fue equipada con micrófonos y cámaras ocultas que les permitieron a los agentes del FBI seguirlos muy de cerca durante los siguientes años.
Todo ese tiempo López y Rivas combinó sus actividades de espionaje con la academia, dedicado especialmente al estudio de la historia de abusos padecidos por los chicanos en Estados Unidos.
En 1978, finalmente, agentes del FBI los confrontaron y dejaron al descubierto su mascarada. López y Rivas pensó que iría a prisión, según Wise. Los agentes les informaron que quedaban en libertad, pero debían abandonar de inmediato el país. López y Rivas creyó que era un engaño, una especie de ley fuga, y que su vida así como la de su familia estaban en peligro.
En realidad, el Departamento de Justicia decidió no procesarlos. Poco después de la publicación del libro de Wise, que dejó al descubierto su pasado, López y Rivas, ya en México, dijo en una entrevista a la
que todo lo había hecho por sus convicciones.
“No nos arrepentimos de nada, por el momento histórico en el que vivíamos. Fue una alternativa de lucha. No hicimos nada de lo que pudiéramos avergonzarnos”, comentó. Después de abandonar Estados Unidos, López y Rivas dedicó su vida a la academia y a la política.
Fue dos veces diputado federal y se convirtió en el primer delegado electo en las urnas de la delegación Tlalpan, en el año 2000.
En 2003 renunció al Partido de la Revolución Democrática (PRD), partido que ayudó a fundar y del que terminó profundamente decepcionado, como del resto de la política tradicional. Se ha mantenido cerca del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y ha colaborado con el proyecto del Concejo Nacional Indígena, cuya vocera, María de Jesús Patricio Martínez, intentó sin éxito reunir las firmas necesarias para aparecer en la boleta como candidata presidencial independiente en la elección del 1 de julio próximo.
Hace algunas semanas en Cuernavaca, donde reside ahora, Gilberto López y Rivas interrumpió su trabajo en la colecta de firmas para la ex aspirante presidencial zapatista, María de Jesús Patricio, para hablar con EL UNIVERSAL. Dicen que los rusos, a través del espionaje, quieren influir en la elección en México…
—No hay ningún sustento de una intervención de Rusia y sus organismos de inteligencia en las elecciones mexicanas. En Estados Unidos pudo haber ocurrido. Estudiar a Estados Unidos es una necesidad estratégica de los rusos, como lo es exactamente a la inversa.
¿Esta situación es un remanente de la Guerra Fría?
—La Guerra Fría terminó con un tipo de confrontación, pero no con todas las confrontaciones entre gringos y soviéticos. Las tareas estratégicas de un gobierno, en términos de intervenir en otros, son tareas de Estado. La lucha clandestina no cesa nunca, es de 24 horas al día, los 365 días del año, ellos no tienen descanso, siempre están ahí. Lo curioso es que nadie se queja por la intervención estadounidense en las elecciones mexicanas.
¿Habría mucho qué decir respecto de eso?
—México está absolutamente colonizado por Estados Unidos en términos del control que sobre nosotros tienen sus agencias de inteligencia. A un lado de la embajada de Estados Unidos tienen oficinas las más importantes agencias de inteligencia estadounidenses que trabajan con las agencias de inteligencia mexicanas, incluida la Sección Segunda del Ejército y el Cisen.
al ¿Qué espera del proceso electoral de 2018?
—Nada bueno nos deparan estas elecciones. A ojos de todo mundo se preparó la posibilidad de una represión legalizada con la aprobación de la Ley de Seguridad Interior. Han militarizado al país, las policías se han corrompido profundamente por esta supuesta lucha contra el narcotráfico.
¿No es real la lucha en contra del narcotráfico?
—Es parte del proceso de recolonización del país. En México hay una invasión corporativa que se evidencia en las zonas mineras o de grandes riquezas naturales… El crimen organizado actúa como una corporación más. Se apropia de territorios para producir amapola, crea un mundo de sicarios asalariados, establece en el país las redes del trasiego de drogas y al final envía la droga a Estados Unidos.
¿Es una puesta en escena?
—El 70% de las ganancias del narcotráfico que son lavadas en el sistema bancario se queda en Estados Unidos. La guerra contra el narcotrá-