El mexicano que espió para Rusia en EU
Gilberto López y Rivas actuó como agente para la inteligencia militar rusa en Estados Unidos entre 1969 y 1978. Hoy, como en los años de la Guerra Fría, quien se dedica a esto no descansa nunca, dice este antropólogo que sobrevivió a la masacre del 2 de o
Tras sobrevivir a la masacre estudiantil del 68, Gilberto López y Rivas, identificado como espió para la Unión Soviética por casi una década en suelo estadounidense. Dice que no hay sustento para creer en una intervención rusa en comicios de México.
Eran los años 70 del siglo pasado. La Guerra Fría, en su apogeo, provocaba tensión de alcance planetario. Estados Unidos y la Unión Soviética querían imponer a la humanidad su visión del mundo y terminaron convirtiendo al planeta en su campo de batalla.
Y justo ahí, en medio de ese combate soterrado, estaban ellos: Gilberto López y Rivas y su esposa, Alicia Castellanos, mexicanos en sus veintitantos, espiando para la inteligencia militar soviética, Dirección Principal de Inteligencia, el temido GRU, por sus siglas en ruso, en el corazón mismo del imperio capitalista yanqui.
Gilberto y Alicia, cuyo matrimonio alcanza ya 50 años, se conocieron en la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Ambos sobrevivieron a la masacre estudiantil del 2 de octubre de 1968, en Tlatelolco, que los dejó marcados de por vida, como también los dejó marcados el triunfo de la Revolución cubana en 1959 y la convicción de que lograr la utopía socialista era posible.
La pareja espió para los soviéticos entre 1969 y 1978, moviéndose entre Canadá, Estados Unidos y otros países europeos, según David Wise, periodista estadounidense especializado en tramas de espionaje.
En el año 2000, Wise publicó Cassidy’s Run, The secret spy war over nerve gas, libro que retrata la vida de Joseph Cassidy, un militar de élite estadounidense que actuó como agente doble durante 20 años de su vida.
Cassidy espiaba para los soviéticos, o al menos eso les hizo creer.
En realidad, según el libro de Wise, usó información secreta para desorientar a los soviéticos, que creían estar robando secretos valiosos para desarrollar armas tóxicas.
López y Rivas y Alicia Castellanos, quienes habrían sido reclutados por el GRU a principios de la década de los 60, fueron dos de los informantes de la inteligencia soviética con los que Cassidy intercambió información.
Las actividades de la pareja fueron descubiertas por el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) a principios de 1972, irónicamente, en un suburbio cercano a Tampa, Florida, de nombre San Petersburgo.
Agentes federales fueron alertados por Cassidy de que uno de los informantes del gobierno soviético aparecería a una hora determinada, para recoger un paquete secreto al pie de una palmera. El agente enemigo tendría que recoger en el lugar una piedra hueca que en su interior tendría un microfilme con secretos militares.
El hombre que apareció en la escena fue López y Rivas. Los agentes del FBI tomaron fotos de todo y, por el detalle de la palmera, asignaron el nombre clave de Palmeto al espía mexicano. Confirmaron su identidad por una fotografía de la placa del vehículo que conducía. Lo rastrearon hasta una agencia de renta de autos. Al momento de contratarlo, López Palmetos Associated Press
“No nos arrepentimos de nada, por el momento en el que vivíamos. Fue una alternativa de lucha. No hicimos nada de qué avergonzarnos” GILBERTO LÓPEZ Y RIVAS Espía ruso durante la Guerra Fría
AÑOS
de matrimonio tienen Gilberto López y Rivas y Alicia Castellanos, quienes actuaron como espías del régimen soviético.
fico, como la guerra contra el terrorismo, no es sino una expresión de la invasión corporativa sobre México. Ambas son parte de la estrategia de colonización de Estados Unidos.
¿Obtener ganancias a través de la violencia?
—Para obtener ganancias del capital existen dos caminos: lanzar invasiones directas para apoderarse de recursos estratégicos, como lo hizo Estados Unidos en Irak y en Afganistán, o crear guerras contra el narcotráfico o contra el terrorismo. La guerra contra el narco no es más que un proceso de control de mercado de las drogas en beneficio de Estados Unidos. Podríamos decir que el cártel más grande del mundo no es el de El Chapo, el cártel más grande del mundo se llama DEA.
¿Es decir que esto es como un negocio de la muerte?
—Estados Unidos gana de la venta de armas a México a través de la Iniciativa Mérida, pero también de la venta de armas al crimen organizado. La lucha contra las drogas es un montaje. Ellos se benefician en todos los sentidos. El problema es que somos nosotros los que estamos poniendo los muertos.
¿Cuál es el peor escenario de la elección de julio para EU?
—A los beneficiarios de la colonización corporativa, en Estados Unidos y en México, lo que les preocupa es perder lo que reciben hoy, que se interrumpa la colonización. Los poderes fácticos, los verdaderos electores, están preparando una elección de Estado. Ya hicieron un ensayo general en el Estado de México con la derrota de la señora Delfina [Gómez]. Intentarán repetir el esquema para favorecer a quien represente más sus intereses.
¿Cómo enfrentan el EZLN y los pueblos indígenas este proceso de recolonización?
—Le llaman “la tormenta que se nos viene encima”. Saben que la única posibilidad de que exista una izquierda anticapitalista es organizándose. Saben que tienen que organizar un concejo de gobierno desde abajo.
¿Cuán diferente es el México de hoy a aquel en el que comenzó su activismo?
—En nuestros años pensábamos que debíamos hacer que triunfara la Revolución. Hoy pienso que lo que la gente quiere es que se detenga la violencia inhumana y descomunal que vivimos. La utopía revolucionaria de los años 60 se esfumó, hoy sólo existe una necesidad de que el país no siga en su vertiginosa caída hacia el abismo. Pensamos hace tiempo que habíamos tocado fondo y no es verdad. En México, para millones llegar a casa cada día es una gran conquista. Llegar al siguiente cumpleaños es una gran conquista. El país que viven los mexicanos hoy es muy parecido a vivir en la clandestinidad.
“La guerra contra el narco no es más que un proceso de control de mercado de las drogas en beneficio de EU”
“Lo que la gente quiere es que se detenga la violencia inhumana y descomunal que [en la actualidad] vivimos”
“Podríamos decir que el cártel más grande del mundo no es el de El Chapo, el cártel más grande se llama DEA”