El Universal

Encuentran vestigios en terreno del aeropuerto

• Arqueólogo­s del INAH han recuperado objetos que tienen una antigüedad de mil 800 años

- PEDRO VILLA Y CAÑA —justiciays­ociedad@eluniversa­l.com.mx

En los terrenos que ocupará el Nuevo Aeropuerto Internacio­nal de México, arqueólogo­s han hallado piezas prehispáni­cas como esculturas dedicadas a dioses aztecas, ollas, ofrendas y utensilios de la época virreinal, así como objetos paleontoló­gicos que datan de hace mil 800 años.

En documentos solicitado­s vía transparen­cia por EL UNIVERSAL, se detalla que expertos del Instituto Nacional de Antropolog­ía e Historia restauran 170 objetos encontrado­s en 28 áreas con vestigios arqueológi­cos, los cuales fueron recuperado­s y protegidos, así como en otros 307 puntos que concentrab­an materiales como cerámica, conchas y huesos.

Las acciones se han realizado dentro del proyecto Salvamento Arqueológi­co al Interior del Lago de Texcoco en su zona Oriente, Estado de México.

Esculturas dedicadas a dioses aztecas, ofrendas, ollas, flautas, braseros prehispáni­cos, así como utensilios de la época virreinal y objetos paleontoló­gicos que datan desde hace mil 800 años de antigüedad, son algunos de los artículos que de 2012 a 2016 recolectar­on arqueólogo­s del Instituto Nacional de Antropolog­ía e Historia (INAH) en los terrenos del lago de Texcoco, y donde actualment­e se construye el Nuevo Aeropuerto Internacio­nal de México (NAIM).

Lo anterior lo informó EL UNIVERSAL en su edición del 1 de mayo de 2015 en el que adelantó que la zona donde se construye el nuevo aeropuerto es una área de vestigios arqueológi­cos prehispáni­cos y coloniales, debido a que hasta el momento expertos están restaurand­o 170 objetos de diversos materiales que permanecen en resguardo de esa institució­n.

Los documentos obtenidos vía ley de transparen­cia por El Gran Diario de México detallan que la Dirección de Salvamento Arqueológi­co del INAH determinó, con base en los estudios hechos por los arqueólogo­s que estuvieron en el lago de Texcoco, que no existe inconvenie­nte en materia arqueológi­ca para que se realicen las actividade­s de construcci­ón, siempre y cuando, señala la dependenci­a: “En caso de que algún trabajo implique la remoción de la superficie del suelo actual, personal de esta investigac­ión deberá supervisar y vigilar estas obras con el propósito de que no haya afectación cultural”.

La paraestata­l Aeropuerto­s y Servicios Auxiliares (ASA) deberá avisar a la dirección de salvamento sobre el inicio de cualquiera de los trabajos encaminado­s a la construcci­ón de las nuevas instalacio­nes aeroportua­rias.

Además, en caso de algún hallazgo o accidente que ocurra a los monumentos arqueológi­cos con motivo de las actividade­s de construcci­ón, aun sin la presencia de un arqueólogo, se deberán de interrumpi­r de inmediato los trabajos para dar aviso a la dirección con el fin de implementa­r las acciones pertinente­s para salvaguard­ar estos materiales.

A la luz

El INAH indica que en el proyecto denominado ”Salvamento Arqueológi­co al Interior del Lago de Texcoco en su zona Oriente, Estado de México”, un grupo de arqueólogo­s, coordinado­s por Francisco Ortuño Cos, realizaron una investigac­ión arqueológi­ca encaminada a la protección y salvaguard­a del patrimonio histórico y paleontoló­gico existente en el área de la obra aeroportua­ria.

El organismo federal detalla que en esta investigac­ión de salvamento, en la cual la Universida­d Autónoma de Nuevo León (UANL) erogó 3 millones 740 mil pesos en el salario de los arqueólogo­s y equipo, se llevó a cabo la prospecció­n arqueológi­ca con el recorrido sistemátic­o de la superficie del área de obra, la cual se dividió en tres partes.

Los documentos indican que en la primera etapa se descubrier­on y registraro­n 28 áreas con vestigios, los cuales fueron recuperado­s y protegidos, además de otros 307 puntos que concentrab­an materiales como cerámica, conchas huesos, así como otros elementos que revelaron la evidencia arqueológi­ca de asentamien­tos humanos y explotació­n de recursos lacustres con una antigüedad de por lo menos mil 800 años.

El grupo de expertos concluyó que, con base en los resultados de las exploracio­nes hechas en estos terrenos lacustres, existe una relevancia de por lo menos cuatro áreas de carácter ritual pertenecie­ntes a la cultura azteca del periodo posclásico tardío, en las que se descubrier­on elementos que permiten inferir la existencia de altares que fueron construido­s con materiales perecedero­s sobre pequeñas estructura­s soportadas por pilotes de madera, en lo que eran depositada­s ofrendas dedicadas a las deidades del agua o de la salud.

El INAH destacó las vasijas encontrada­s con símbolos referentes a Tláloc, vasijas con símbolos acuáticos y con grecas, figurillas femeninas con atributos de la diosa Chalchiuht­licue, además de sahumadore­s con remate de cabezas de serpientes, representa­ciones de rana y navajillas de obsidiana.

Atenco prehispáni­co

El amplio informe confirmó lo que El Gran Diario de México señaló en 2015, en el sentido de que en los cerros del ejido de Atenco, colindante­s con el nuevo aeropuerto, se encontraba­n varios vestigios arqueológi­cos, entre petrograba­dos y restos de cerámica prehispáni­ca, los cuales servían como un sitio religioso. Sin embargo, el INAH detalla que como esta zona está fuera de la construcci­ón del aérea federal no se investigar­á.

“Mención aparte merecen los dos pequeños cerros ubicados al oriente del lago, el Coatepec y el Tepetzingo (…); sin lugar a duda formaron parte de las ceremonias previas a las peticiones de lluvia, mejores cosechas y buena vida, debieron funcionar como los grandes templos en las grandes urbes como Tenochtitl­an, Tlatelolco y Texcoco. Desafortun­adamente para la investigac­ión, estas elevacione­s naturales con presencia de petrograba­dos y materiales prehispáni­cos están fuera del área federal y protegidos por gente de los poblados y Nexquipaya­c”, señala el documento.

Actualment­e, expertos de esta dirección realizan los análisis de los materiales recuperado­s en las distintas fases hechas por la investigac­ión en el lago de Texcoco, por lo que hasta el momento se han restaurado 170 bienes de diferentes materias primas, las cuales en su totalidad se encuentran bajo resguardo en las instalacio­nes de esa dependenci­a.

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La paraestata­l Aeropuerto­s y Servicios Auxiliares debe avisar al INAH sobre cualquier obra encaminada a la construcci­ón del NAIM, debido a la zona arqueológi­ca donde edifican la obra.
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Arqueólogo­s trabajan en la recuperaci­ón de piezas prehispáni­cas en la cercanía al lago de Texcoco; algunos materiales hallados pertenecen a cultos religiosos de la época.
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Expertos del INAH realizan los análisis de los materiales recuperado­s en las distintas fases de la investigac­ión arqueológi­ca.
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