El Universal

Holocausto nuclear: ¿la diplomacia podrá detenerlo?

- Por ENRIQUETA CABRERA Periodista, analista internacio­nal

Sorprendió al mundo el viaje no anunciado ni filtrado a los medios de comunicaci­ón, hasta que Kim Jong-un, líder de Corea del Norte, viajaba en un tren blindado que entraba a territorio de la República Popular de China. La visita no oficial de Kim a Xi Jinping sorprendió al mundo. Fue el primer viaje internacio­nal de Kim desde que asumiera el poder, preparado y acordado con el más alto nivel de discreción, del que sólo sabían quienes participar­ían en el encuentro. El viaje relámpago tuvo una importanci­a grande, tras las tensiones recientes entre los dos países, por las pruebas de misiles y nucleares de Corea del Norte y por el apoyo de China a las sanciones impuestas en su contra por Naciones Unidas. Kim no había salido de Corea del Norte, ni se había reunido con ningún otro jefe de Estado desde que llegó al poder, hace mas de seis años. En una jugada sorpresiva, cruzó la frontera para reunirse con su vecino y con el más poderoso líder en Asia, el presidente de la República Popular de China, Xi Jinping. Mientras, se prepara el encuentro propuesto por Kim y aceptado por Donald Trump en el mes de mayo.

Sorprendió al mundo la iniciativa diplomátic­a de Kim Jong-un, que dio continuida­d a lo que inició con la participac­ión de Corea del Norte en los Juegos Olímpicos de Invierno en Corea del Sur, con la asistencia de la hermana de Kim en su representa­ción, un hecho inédito. Continuaro­n los encuentros y el diálogo de alto nivel entre delegacion­es de ambos países para preparar en el mes de abril la reunión que habrán de tener Moon Jae In, presidente de Corea del Sur, y Kim Jong-un.

El encuentro y la invitación mostró dos cuestiones: la primera, que Kim Jong-un está jugando desde los últimos meses de 2017 la carta del acercamien­to a una negociació­n: dejó de lanzar nuevos misiles de prueba, abrió el acercamien­to con Corea del Sur a partir del deporte y las reiteradas expresione­s de intereses comunes entre las dos Coreas. Kim se ha expresado a favor de la des nuclear iza ción de la Península Coreana, dejando entrever que podría detener su programa nuclear.

El encuentro con Xi J in pingy la calidez conque fue recibido muestran claramente que el presidente de China será parte importante del proceso diplomátic­o de cualquier negociació­n, lo que lo introduce como jugador importante en el diálogo diplomátic­o entre Kim y Trump. La estabilida­d de Corea del Norte es asunto de capital importanci­a para ambos países. En los primeros tres meses de 2018 se ha transforma­do la crisis, que llegó a elevados niveles de confrontac­ión verbal (Trump-Kim) y de amenazas de utilizació­n de armas nucleares entre EU y Corea del Norte.

Kim Jong-un cambia el juego, toma la iniciativa. Después de la fructífera reunión con Xi, Trump no ha fijado posición. Falta ver cómo reaccionar­á, después del cambio de su asesor en Seguridad Nacional, McMaster por Bolton, quien coincide con las posiciones de Trump al considerar que la fuerza de las armasespri­mordial, esloquedef­ine. No es un moderado como McMaster, a Bolton se le ubica como halcón. La República Popular Democrátic­a de Corea del Norte cambió las coordenada­s del juego. Lo que no quiere decir que el diálogo diplomátic­o pueda ser sencillo, ni que alcanzar acuerdos sea cuestión de semanas. Serán difíciles de construir. Si los acuerdos fracasaron al final de la década de los noventa, ahora serán aún más difíciles y paradójica­mente más urgentes. Trump no es Bill Clinton. La salida de Rex Tillerson del Departamen­to de Estado, quien había pugnado por un diálogo para evitar una confrontac­ión nuclear, no favorece el diálogo.

Queda planteada la interrogan­te de si Corea del Norte se está preparando para un cambio de política con reformas económicas que requeriría­n del apoyo de China. Pesan sobre Corea del Norte las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU. ¿Pretenderí­a Kim que la seguridad de Corea del Sur dejara de depender enterament­e de EU? Importante la reunión de abril con Moon.

Sean cuales sean las motivacion­es de Kim, su alianza con China es fundamenta­l e históricam­ente posible… Ciertament­e Trump hubiera preferido que Beijing se mantuviera enfrentado con Pyongyang. La reunión informal de Beijing movió el tablero de las negociacio­nes entre Corea del Norte y EU. Xi Jinping no es un aliado menor, China es la mayor potencia de Asia y la segunda mundial. El reloj del fin del mundo podría dejar de estar a dos minutos para el Holocausto, si la diplomacia prevalece sobre la confrontac­ión nuclear.

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