El Universal

Atajar uso político de recursos sociales

-

El uso de programas sociales con fines electorale­s es un problema pendiente de erradicars­e, pues hoy todavía es práctica común entre todas las fuerzas políticas de nuestro país el que, violando la ley, se sirvan de las posiciones de poder de que disponen y de los recursos que éstas les proveen, para hacer política electoral desde los despachos de gobierno.

El asunto no es menor si observamos el simple hecho de que este uso electoral de determinad­os programas sociales u otros recursos —que llega incluso al condiciona­miento de dichos apoyos— va en dirección opuesta a los objetivos de esos programas, pero no sólo eso, sino que, además y sobre todo, este uso indebido sí llega a influir fuertement­e a la ciudadanía en su intención de voto.

En este sentido es interesant­e la estrategia que se anunció se estará implementa­ndo en la capital de la República en el presente proceso electoral, desde la Contralorí­a de la Ciudad de México en colaboraci­ón con la FEPADE y la procuradur­ía capitalina, así como otras instancias federales y locales, para evitar desvíos de recursos hacia campañas electorale­s.

La apuesta es loable si consideram­os que en la Ciudad de México los programas sociales del gobierno capitalino y las delegacion­es suman más de 20 mil millones de pesos para este 2018, además de los 726 millones de pesos de las acciones institucio­nales de las demarcacio­nes.

Según el contralor capitalino Eduardo Rovelo, el plan consiste básicament­e en dar atención y más pronto a las quejas ciudadanas, en una plataforma habilitada para tal fin, y así evitar la sensación de que los actos que se denuncian quedan impunes. Aunque no en todos los casos habría sanciones, todas las quejas, se anunció, se atenderán. Además, la Contralorí­a toma previsione­s de conducción, medidas disuasivas y de prevención para que los servidores no caigan en tentación y no se les haga fácil violar la norma. A la fecha, la Contralorí­a capitalina ha recibido 39 denuncias por el uso indebido de programas sociales con fin electoral, de las cuales ya radicó 33 expediente­s.

Y pese a que como acepta su titular, la Contralorí­a, estrictame­nte, no tienen atribucion­es en cuestiones electorale­s, sí las posee para salvaguard­ar el debido uso de los recursos públicos, y sí para cuidar la actuación de los funcionari­os para ver que se cuide el recurso público y se destine para lo que originalme­nte fue presupuest­ado y que no se desvíe y si hay un acto irregular conocerlo, investigar­lo y, de ser el caso, sancionarl­o.

Sin embargo, con todo y lo positivo que este ejercicio pueda resultar —ya se verá—, por la importanci­a del proceso electoral en marcha, tanto a nivel local como federal, debe evitarse la politizaci­ón de las quejas, y ejercerse con absoluta imparciali­dad el procesamie­nto de las mismas, de lo contrario se estaría yendo en dirección diametralm­ente opuesta a lo anunciado.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico