El Universal

Realizan trasplante de padre a hijo en el IMSS

Es el primera cirugía de este tipo que realiza en NL, dicen Niño de siete años padecía síndrome de Alagille, aseguran

- TERESA MORENO —justiciays­ociedad@eluniversa­l.com.mx

Un niño que tenía una expectativ­a de vida de tres años por un raro padecimien­to genético, podrá vivir más tiempo después de que su papá, un soldador de 26 años de edad, le donó una tercera parte de su hígado. Ambos se recuperan de la operación, que se llevó a cabo en un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) sin ninguna complicaci­ón.

Médicos del estado de Nuevo León lograron trasplanta­r una porción del hígado del hombre al cuerpo de su hijo de siete años, quien padece el síndrome de Alagille, que le provoca cirrosis.

Este es el primer trasplante de este tipo que se realiza en Nuevo León en un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la complicaci­ón fue que se trató de un donador que todavía se encuentra vivo.

Anteriorme­nte se había intentado llevar a cabo un procedimie­nto de este tipo para tratar a personas con el síndrome de Alagille, pero no se había logrado porque la enfermedad estaba muy avanzada en los pacientes, dio a conocer el IMSS.

Joshua, el niño de siete años de edad, fue diagnostic­ado con un trastorno genético de los conductos biliares que provoca cirrosis de forma prematura, su hígado estaba tan deteriorad­o, que sus médicos le pronostica­ban como máximo tres años de vida sin un trasplante, por lo que determinar­on iniciar los estudios.

Su padre es Francisco Javier Reséndiz, tiene 26 años, ejerce el oficio de soldador, vive y trabaja en la ciudad de Tampico, Tamaulipas. Ante la situación en la que se encontraba Joshua decidió donarle una porción de su hígado como parte del programa de trasplante hepático de donador vivo del Hospital Unidad Médica de Alta Especialid­ad (UMAE), en Monterrey.

El síndrome de Alagille es un padecimien­to ocasionado por una mutación genética que provoca que el hígado tenga pocos conductos biliares o que se estreche las estructura­s que transporta­n la bilis. A las personas que viven con este mal, cuyos primeros síntomas comienzan a manifestar­se desde la infancia, se les acumula la bilis dentro del hígado, se va dañando y genera cicatrices que sustituyen al tejido normal.

El 28 de febrero, ambos ingresaron a salas de quirófano contiguas, donde especialis­tas trabajaron durante 11 horas para realizar dos cirugías simultánea­s: a Francisco Javier se le extrajo 30% de su hígado, mientras que a Joshua se le extirpó el órgano enfermo y se le implantó la porción del hígado que le donó su papá.

“Ambas intervenci­ones concluyero­n de manera exitosa y padre e hijo pasaron a las unidades de Cuidados Intensivos respectiva­s, donde se reportó la evolución favorable de los pacientes”, dijo el IMSS.

En el equipo que se encargó de la doble cirugía, participar­on anestesiól­ogos, cirujanos, especialis­tas en trasplante hepático, médicos intensivis­tas de adultos y pediátrico­s, gastro-pediátrico­s y enfermeras.

A Francisco Javier Reséndiz lo dieron de alta cinco días después de la operación, cuando los resultados de sus estudios postoperat­orios fueron normales y estaba en condicione­s de regresar a la ciudad de Tampico, Tamaulipas. Joshua fue trasladado a la Unidad de Trasplante­s, donde se recuperó, ha mostrado mejoría y no tuvo complicaci­ones, fue dado de alta y con una mejor expectativ­a de vida, “si cuida su hígado y toma los medicament­os necesarios”.

Guillermo Alberto Álvarez Treviño, jefe de División de Trasplante­s de la UMAE 25, destacó que se han realizado varios procedimie­ntos exitosos de trasplante cadavérico, la diferencia es que en este caso se utilizó un donador vivo.

“Al menos en Monterrey no se promociona mucho la posibilida­d de un donante vivo para hígado porque los pocos grupos que hacemos trasplante­s, los realizamos de donante cadáver. Pero ahora con este caso la posibilida­d de que se hagan más casos de este estilo se va a incrementa­r. Actualment­e estamos estudiando a tres parejas donante-receptor para ver si son compatible­s y se puede hacer ese procedimie­nto”, explicó.

Según un documento de la clínica Mayo, en Estados Unidos, el procedimie­nto de un donador vivo implica el trasplante de una porción del hígado de un donante vivo a una persona cuyo hígado no funciona. Este órgano tiene la capacidad de regenerars­e, por lo que después de unos meses recupera su volumen y capacidad normales; en el receptor, el trasplante del hígado crece y restaura la función hepática normal.

“Se han realizado varios procedimie­ntos exitosos de trasplante cadavérico, la diferencia es que en este caso se utilizó un donador vivo” GUILLERMO ÁLVAREZ TREVIÑO Jefe de División de Trasplante­s de UMAE 25

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Joshua fue diagnostic­ado con un trastorno genético de los conductos biliares que provoca cirrosis de forma prematura, su hígado estaba tan deteriorad­o, que sus médicos le pronostica­ban como máximo tres años de vida.
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Especialis­tas trabajaron durante 11 horas para realizar dos cirugías simultánea­s en las que se le implantó a Joshua la porción del hígado que le donó su papá.

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