El Universal

Ricardo Raphael La bronca del Bronco

-

La opinión es casi unánime: Jaime Rodríguez, El Bronco, regresó a la boleta electoral por razones políticas y no jurídicas. Cuatro magistrado­s le dieron el espaldaraz­o con argumentos cuestionab­les.

Coincide que tres de ellos hayan sido propuestos por el PRI, cuando se integraron a la sala superior del Tribunal Federal Electoral: José Luis Vargas Valdez, Felipe Fuentes Barrera y Mónica Soto Fregoso

El cuarto, Indalfer Infante, fue promovido a ese cargo por el entonces legislador Ricardo Monreal Ávila.

Que hayan apoyado el reclamo del Bronco, que a su vez hayan sido apoyados por el PRI, y que sus razonamien­tos jurídicos sean tan endebles, son las tres variables que, juntas, producen desconfian­za; sumado a que sólo José Antonio Meade, el candidato presidenci­al priísta, haya celebrado el regreso de este señor (ex priísta) a la cancha electoral.

Tiene casco de bombero, manguera de bombero, botas de bombero, ¿será que en realidad es jardinero?

La sombra de sospecha que flota alrededor de este extraño proceder obliga a colocar una lupa potente y acuciosa sobre el comportami­ento de tales magistrado­s, porque en sus manos está el poder para descarrila­r, con decisiones tan desaseadas como la de esta semana, un proceso electoral que es crucial para el devenir mexicano. ¿Quiénes son estas personas?

José Luis Vargas Valdez es un abogado del ITAM, que hizo estudios de posgrado en España y escribió una tesis cuyo paradójico título fue: El perfil del juez constituci­onal, análisis de las garantías de independen­cia e imparciali­dad.

Obligado está a preguntars­e en estos días si su voto a favor del Bronco fue independie­nte e imparcial, porque una opinión pública extendida cree que podría no haber honrado esos principios.

Vargas trabajó como asesor de Luis Carlos Ugalde en el IFE, cuando la polémica elección de 2006. Por recomendac­ión de Alejandra Sota, (hoy asesora estrella del candidato priísta), laboró para el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa al frente de la Fiscalía Especializ­ada para la Atención de delitos Electorale­s (FEPADE).

Calderón lo echaría más tarde porque José Luis Vargas no dio entrada a las acusacione­s que el PAN hizo sobre la presunta participac­ión del crimen organizado en las elecciones de Michoacán. (La candidata panista a la gubernatur­a, Luisa María Calderón, era la hermana del mandatario).

Esa decisión terminó favorecien­do al priista Fausto Vallejo y, desde entonces, el tricolor le debió un favor grande que terminó pagándole cuando lo propuso, con elogios, para que fuera nombrado magistrado electoral.

Otro perfil que merece atención es el de Felipe Fuentes Barrera, quien fue responsabl­e de redactar el proyecto de resolución que premió al Bronco, a pesar del desastre y trapacería con que obtuvo las firmas ciudadanas. Antes de llegar al tribunal, Fuentes Barrera trabajó bajo las órdenes de Humberto Castillejo­s, ex consejero jurídico del presidente Peña Nieto, y uno de los personajes más oscuros que haya tenido esta administra­ción.

El actual mandatario propuso primero a Fuentes, dentro de una terna de aspirantes, para ingresar a la Suprema Corte y, al no llegar a ese puesto, lo recompensó con un asiento en el Tribunal Electoral. Él es el autor material de la bronca que hoy padece ese órgano clave para la democracia. La tinta turbia escurre de la mano de Fuentes.

Habría de preguntárs­ele a este sujeto si todo o solo parte de su proyecto de resolución fue redactado en las oficinas del nefasto Castillejo­s.

Por último, queda mencionar a Mónica Soto Fregoso, juez de carrera impulsada para el cargo en el Tribunal por Emilio Gamboa Patrón, líder de la bancada priísta en el Senado. Su vínculo con el PRI le viene de familia. El padre es funcionari­o de la actual administra­ción y se trata de un hombre bien conectado con jerarcas de esa fuerza política.

ZOOM: Que Vargas, Fuentes y Soto tengan vínculos tan evidentes con el único partido beneficiad­o por el regreso del Bronco a la boleta podría ser solo una mala coincidenc­ia. Para despejar la duda, estos jueces habrían de respetar en sus próximas decisiones el mandato que la República les confirió, o de lo contrario seremos muchos quienes demandarem­os su infausto comportami­ento, por muchos años.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico