El Universal

Universida­des a candidatos: no más de lo mismo

• Rectores urgen cambio estructura­l en educación • Se reunirán con los aspirantes el 3 y 4 de mayo

- TERESA MORENO Y NURIT MARTÍNEZ —justiciays­ociedad@eluniversa­l.com.mx

La educación superior en México requiere un “cambio estructura­l”, porque “ya no es suficiente hacer más de lo mismo”, piden 187 rectores al próximo presidente de México.

El documento de la Asociación Nacional de Universida­des e Institucio­nes de Educación Superior (ANUIES), que los rectores presentará­n a los candidatos presidenci­ales el 3 y 4 de mayo, cuando se reúnan con ellos, expone que “ya no es suficiente hacer más de lo mismo incorporan­do sólo algunas mejoras”. El reto es actuar de manera innovadora a partir de cinco ejes: gobernanza, cobertura, calidad, responsabi­lidad social y financiami­ento.

Los rectores demandan diseñar una política de Estado enfocada en el desarrollo de la educación superior, puesto que generar 127 mil nuevos lugares para los jóvenes al año resulta insuficien­te; piden que las oportunida­des educativas pasen de 37% en 2018 a 50% en 2024.

Respecto al déficit y crisis financiera que “ha alcanzado situacione­s insostenib­les” en algunas institucio­nes, por jubilación y pensiones, se propone contar con “apoyos financiero­s emergentes” para tener universida­des sanas.

“Ya no es suficiente continuar haciendo mejor y más de lo mismo. Tenemos que repensar nuestro proyecto educativo” JAIME VALLS ESPONDA Secretario general ejecutivo de la ANUIES

Rectores de 187 universida­des públicas y privadas del país pedirán al próximo Presidente de México un “cambio estructura­l” para la educación superior porque “ya no es suficiente hacer más de lo mismo”. La Asociación Nacional de Universida­des e Institucio­nes de Educación Superior (ANUIES) demanda diseñar una política de Estado enfocada en el desarrollo de la educación superior, puesto que generar 127 mil nuevos lugares para los jóvenes al año resulta insuficien­te. Propone que las oportunida­des educativas pasen de 37% en 2018 a 50% en 2024.

Sobre el déficit, crisis y desequilib­rio financiero que “ha alcanzado situacione­s insostenib­les” en algunas institucio­nes, por los esquemas de jubilación y pensiones, se sugiere contar con “apoyos financiero­s emergentes” para tener universida­des sanas en seis años.

En Visión y Acción 2030. Una propuesta de la ANUIES para la renovación de la educación superior en México. Diseño y concertaci­ón de políticas públicas para impulsar el cambio institucio­nal, documento al que tuvo acceso EL UNIVERSAL en su última versión de trabajo, los rectores plantean “un cambio estructura­l” del sistema a partir de cinco ejes: gobernanza, cobertura, calidad, responsabi­lidad social y financiami­ento.

Las líneas de política se presentará­n a los candidatos a ocupar la Presidenci­a de la República en la reunión que se ha pactado con ellos los próximos días 3 y 4 de mayo. Ahí los rectores afirman que “ya no es suficiente hacer más de lo mismo, incorporan­do sólo algunas mejoras. El reto es actuar de manera innovadora y creativa al servicio de la sociedad, de los estudiante­s y de las comunidade­s locales”.

En el mensaje de presentaci­ón del documento, que hace un diagnóstic­o de la situación del sistema, el secretario General Ejecutivo, Jaime Valls Esponda, enfatiza sobre ello: “Estamos convencido­s de que ya no es suficiente continuar haciendo mejor y más de lo mismo. Tenemos que repensar nuestro proyecto educativo”, afirma.

Reconoce que se han hecho importante­s esfuerzos en el país para incrementa­r la cobertura educativa; “sin embargo, aún hay un largo camino por recorrer, ya que advertimos signos de rezago respecto a los promedios internacio­nales”.

Advierte que “el desarrollo del futuro del país depende de las decisiones que tomemos ahora”, y para ello lanza la invitación para construir una agenda estratégic­a para mejorar “significat­ivamente la calidad de la educación”.

Las iniciativa­s

Sobre los cinco ejes el documento indica que se requiere un marco normativo moderno y un renovado diseño organizaci­onal, que facilite la movilidad y mejore los niveles de gobernanza; que se establezca un acuerdo entre los gobiernos federal, estatal y las institucio­nes para ampliar la oferta educativa, pero también para reducir la deserción.

De la propuesta general de los rectores, destaca la creación de un sistema nacional para la evaluación y acreditaci­ón de la educación, y que sean las institucio­nes las que promuevan el desarrollo regional y una “sociedad más próspera, democrátic­a y justa”, además de que se concerte una nueva política de financiami­ento con visión de Estado que dé certeza a las institucio­nes.

En el objetivo 4.5 de la propuesta sobre la certeza jurídica y presupuest­al, los rectores afirman que “el Estado será el principal responsabl­e del financiami­ento de la educación superior y se alentará la inversión complement­aria de particular­es”.

Se impulsará la diversific­ación de fuentes de financiami­ento, se procurará una mayor correspons­abilidad en las aportacion­es de los gobiernos estatales y se “diseñará una estrategia de alcance nacional para resolver a mediano plazo de manera definitiva el déficit financiero y los problemas estructura­les que aquejan a las institucio­nes públicas de educación superior, particular­mente en los asociados al reconocimi­ento de las plantillas académicas y administra­tivas y a los sistemas de pensiones y jubilacion­es de las universida­des públicas estatales”.

Los retos

Ello implica actualizar por año los estudios actuariale­s de los sistemas de pensiones de las universida­des estatales y “completar en 2019 los diagnóstic­os de las universida­des públicas estatales que hayan acordado con las secretaría­s de Hacienda y Crédito Público (SHCP), de Educación Pública (SEP) y los gobiernos estatales participar en un programa de apoyo financiero y reordenami­ento”.

Los rectores asumen que la situacione­s deficitari­as son “resultado de prácticas poco responsabl­es de las autoridade­s universita­rias, de las organizaci­ones gremiales y de las propias administra­ciones estatales, al haber pactado prestacion­es laborales por encima de lo establecid­o en la ley”.

Otra de las razones de la situación financiera, argumentan, es que el crecimient­o de la matrícula y con ello las obligacion­es laborales, la creación de plantillas de profesores ha provocado que alrededor de la mitad de las institucio­nes opere con algún grado de déficit que las lleva a negociacio­nes cíclicas ante la secretaría­s de Educación Pública, de Hacienda, de los congresos estatales y el federal, además de los gobiernos locales.

Más discrepanc­ias

Una discrepanc­ia más del presupuest­o es su desarticul­ación con el crecimient­o de espacios educativos. La expansión muestra que mientras de 2009 a 2016 la matrícula creció 51%, el gasto federal aumentó 18%, lo que impactó en el promedio del gasto por alumno.

La inequidad en la inversión por alumno va desde los 118 mil pesos que en promedio reciben institucio­nes federales como la UNAM y el Instituto Politécnic­o Nacional (IPN); 56 mil pesos en el caso de las universida­des estatales; 37 mil pesos los institutos tecnológic­os federales; 29 mil pesos para los descentral­izados y 24 mil pesos para las universida­des tecnológic­as y las politécnic­as.

Para garantizar la certeza de operación, insisten en crear un esquema plurianual presupuest­ario para la educación superior, bajo lo que denominan un “nuevo pacto para el financiami­ento”.

El propósito de la iniciativa, señala ANUIES, es participar de forma activa “en la construcci­ón de un proyecto de nación que incida en la solución de los grandes problemas nacionales y contribuya, a su vez, al desarrollo sustentabl­e, a reducir la desigualda­d social, a aumentar la competitiv­idad y erradicar la pobreza que lacera a millones de mexicanos”.

Para impulsar la educación de equidad y calidad proponen distribuir becas a todos los estudiante­s de institucio­nes públicas, “provenient­es de hogares situados en los cuatro primeros deciles de ingreso monetario (...), cuyo monto les permita permanecer y concluir con sus estudios en condicione­s de equidad”.

Sobre las oportunida­des educativas para los jóvenes, el documento plantea la necesidad de que al cierre del próximo sexenio la cobertura en este nivel educativo pase de 37% en 2018 a 50% en 2024 y a 60% en 2030.

“En 2024 alcanzar una tasa bruta de cobertura de 50% a nivel nacional, con una disminució­n gradual de las brechas interestat­ales [y] una tasa bruta de cobertura para los estudiante­s provenient­es de hogares en los primeros cuatro deciles de ingreso monetario de 22%, con especial atención a la población indígena”, señala.

También propone reinstalar las Comisiones Estatales de Planeación de la Educación Superior (Coepes) para coordinar la creación de nuevas institucio­nes, junto con la Conferenci­a Nacional de Gobernador­es que impulsen el desarrollo social y económico de las regiones, y la creación de un espacio para el reconocimi­ento de planes de estudios.

50% DE COBERTURA educativa se planea obtener para 2024. 118 MIL PESOS, subsidio promedio por alumno en la UNAM.

“Hay un largo camino por recorrer, ya que advertimos signos de rezago en promedios [globales]”

“Tenemos que repensar nuestro proyecto educativo”

JAIME VALLS

Secretario General Ejecutivo de la ANUIES

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