El Gullit, con serios problemas
El camino al éxito sólo se logra trabajando y aprendiendo de los fracasos. Hoy parece que esto en la vida de Carlos Peña ha quedado de lado, porque no sólo no ha aprendido de los errores, tal parece que el trabajo tampoco es lo que más le gusta hacer y esto se ve reflejado en su bajo desempeño.
Como historia podría sonar triste, entendiendo que el nivel que le conocimos en el León era bastante bueno, cuando llegó a ser seleccionado nacional, e incluso, jugó un Mundial con Miguel Herrera. Hace muchos años que no recupera ese nivel y algunos lo justifican por un problema extra cancha que trae desde hace mucho tiempo.
La directiva de Cruz Azul y su cuerpo técnico lo han apoyado, como lo hicieran en su momento los de Chivas y los del Rangers, en Escocia, incluso han hecho demasiado para que recupere su nivel, ya que a los tres clubes ha llegado ganando sueldos muy altos que se han convertido en un pésimo negocio, por los malos resultados que ha entregado.
Está cada día más cerca de dejar a los celestes por el mal comportamiento que ha mostrado. En su llegada a este equipo, el papel de indisciplinado, fiestero y con algunos otros excesos, sería un factor que había que hacer a un lado y dedicarse a jugar, y a ganarse la titularidad, algo que una vez más no sucedió y que fue cansando a Pedro Caixinha, al grado de ya no pensar en contar con él para el próximo torneo.
Caixinha no solamente lo ha apoyado, lo trajo de regreso al futbol mexicano, aun cuando en Escocia el paso del jugador, fuera igual de malo que lo vivido en las Chivas. El Gullit pasó de ser una estrella a un jugador más, de esos que quedaron en promesa.
En el seno del club, se habla de la falta de compromiso de este personaje, en el vestidor esta más preocupado por el coche que se va a comprar, por las inversiones que va a realizar, en lugar de enfocarse en retomar el nivel físico para poder competir por un puesto en el once titular.
Peña podría tener un problema muy serio de alcoholismo relacionado a algunos de los episodios con la fiesta y la bebida en los que se ha visto envuelto y que le han traído tantos problemas en sus últimos años. Desde su llegada al cuadro cementero, su futbol ha sido realmente penoso, sin compromiso a la hora de buscar o de tener la pelota y es ahí donde sus problemas extra cancha cobran más sentido.
En este momento su sueño es lo económico antes que lo futbolístico, la esperanza de que algún otro club apueste por él se ve muy lejana.
•