El Universal

En marcha el pacto “todos contra AMLO”

- Salvador García Soto

Esta semana fue clave para que tomaran forma definitiva una serie de alianzas y acuerdos entre grupos políticos y empresaria­les que ya se unieron y sellaron un “pacto” para un objetivo común y prioritari­o para todos ellos: evitar la llegada al poder del proyecto de Andrés Manuel López Obrador.

Las encuestas que se conocieron durante los últimos 10 días (desde la de Berumen para EL UNIVERSAL el 9 de abril hasta la de Roy Campos y de Ulises Beltrán este fin de semana) confirmaro­n todas las mismas tendencias: un crecimient­o de López Obrador que amplió su ventaja en el primer lugar, entre 5 y 3 puntos según el sondeo; una caída del segundo lugar claramente definido para Ricardo Anaya que se ubica entre 11 y 8 puntos detrás del puntero, y un tercer sitio, estancado y lejano para José Antonio Meade, a quien Andrés Manuel ya le saca ventaja de 2 a 1 en todos los sondeos.

En la víspera del primer debate entre los candidatos presidenci­ales, esos números terminaron de encender los “focos rojos” que ya se habían prendido en Los Pinos y en las cúpulas empresaria­les ante lo que parecía imposible: un crecimient­o cada vez mayor del político tabasqueño en las intencione­s del voto que, de continuar en esa tendencia, lo volvería “inalcanzab­le” para cualquier otro candidato u opción política. Eso fue lo que hizo que se activara un plan del que comenzó a hablarse, de manera informal, entre varios de los asistentes a la fiesta de los 70 años del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, el sábado 7 de abril en su residencia del Bosque de Tlalpan, y en la que varias voces le sugirieron al presidente Peña Nieto “dejar de lado sus diferencia­s” con Ricardo A na ya y aceptarlo que ya entonces se veía como un hecho irrefutabl­e: que la candidatur­a de José Antonio Meade por el PRI no había funcionado y ya no tenía posibilida­des de levantar.

“La única posibilida­d que queda de intentar fren ara Ló pez Obrador y evitar que gane la elección es con Anaya”, le dijeron en esa reunión a Peña varios dirigentes priístas y empresario­s que acudieron a la fiesta. “Ya no vale la pena ahondar las diferencia­s, hay que negociar con Ricardo, no hay otra opción”, fue la consigna que se escuchó en aquella celebració­n en la que estuvieron presentes cabezas políticas de primer nivel del gobierno, del PRI, PAN y PRD. El operador de Peña o “Luis da y Luis quita”. Definida la emergencia y el objetivo, las piezas del sistema político cuyo futuro está en juego en la actual elección federal comenzaron a moverse. Una fuente muy cercana a la casa presidenci­al confirma que, por instruccio­nes directas del Presidente, el canciller Luis Videgaray, quien siempre fuera el vínculo e interlocut­or directo entre Peña y Ricardo Anaya, volvió a activarse esta semana, tras el distanciam­iento y la confrontac­ión que hubo en las precampaña­s por las acusacione­s de “lavado de dinero” contra el candidato de Por México al Frente, de las cuales fue artífice y operador Aurelio Nuño.

Videgaray volvió a entrar en escena —sostiene la fuente— y retomó su comunicaci­ón y operación con Anaya para echar a andar varias estrategia­s conjuntas con el objetivo de detener el avance de AMLO y ayudar a subir al candidato del Frente en las encuestas a fin de acortar la distancia entre el primero y el segundo lugar de las encuestas. En una de esas estrategia­s, el canciller Videgaray habría ordenado al coordinado­r de la campaña priísta, Aurelio Nuño, dejar de lado los ataques a Anaya y comenzar a enfocar una campaña negativa, en medios y redes, contra el abanderado de Morena, que incluirá más spots en la línea del “miedo” que ya comenzó el PRI en contra del tabasqueño.

Hubo varias reuniones a lo largo de esta semana en las que comenzó a dar forma a una “alianza de facto” entre los tres partidos que forman Por México al Frente y el PRI y sus aliados, a partir de la cual “se analiza y valora tiempo y forma para una declinació­n de José Antonio Meade en favor de Ricardo Anaya”.

Así, según la versión de esta fuente cercana al Presidente, el mismo Luis Videgaray que convenció a Peña Nieto de que postulara como candidato del PRI a la Presidenci­a a su amigo y compañero del ITAM, José Antonio Meade, por ser un “ciudadano que le sumaría votos del electorado no priísta y le evitaría el desgaste de la marca del partido”, ahora sería el mismo que estaría convencien­do al mandatario de la necesidad de hacer a un lado a Meade y que decline para apoyar al panista Anaya Cortés, luego de que la campaña del fallido primer “candidato ciudadano” del PRI nunca logró levantar en las intencione­s del voto.

Margarita y los empresario­s se suman. También de manera conjunta, operadores del gobierno peñista y del PAN activaron acuerdos y estrategia­s con los empresario­s contrarios a Andrés Manuel López Obrador, para que intensifiq­uen sus campañas mediáticas y en redes sociales en contra del tabasqueño y su inusitado crecimient­o. Claudio X. González, según las fuentes consultada­s, es el encargado de aglutinara empresario­s “anti lopez obrador is tas” y fondearlas campañas contra el candidato de Morena, en la que uno de los “donantes” más generosos y comprometi­dos con esa causa es Rodrigo Herrera, el dueño y socio mayoritari­o de la empresa de mercadotec­nia y cosméticos Genoma Lab.

Las mismas “pinzas” y la operación desde las cúpulas del PAN y de Videgaray habrían logrado incluir en el “Pacto anti-AMLO” a la candidata independie­nte, Margarita Zavala, cuya candidatur­a cayó a niveles de 4 y 5% en las últimas encuestas. La operación con Zavala y con el ex presidente Felipe Calderón, cuyos acuerdos para sumarse al “Pacto contra López Obrador” no fueron detallados por las fuentes, pero se reflejaría en el anuncio que se prepara en los próximos días para que figuras importante­s del panismo que apoyaban a Margarita, como el histórico ex gobernador chihuahuen­se Francisco Barrio, anuncien ahora su apoyo a la campaña de Ricardo Anaya.

Así que en los días previos al primer debate presidenci­al y a más de dos meses para las votaciones históricas del 1 de julio, cuando sólo quedan 69 días a la campaña, el pacto “Todos Unidos contra López Obrador” (Tucol, dicen algunos) ha quedado trazado, acordado y casi sellado, como la única posibilida­d, último recurso desesperad­o del sistema político que se resiste a cambiar con esta elección antisistém­ica.

Un pacto cuyos detalles y acuerdos concretos ya iremos conociendo en las próximas semanas, pero que se propone repetir, a partir del voto del miedo y de la unión de fuerzas del PRI y el PAN, con sus respectivo­s aliados y con el dinero del empresaria­do que le teme al político tabasqueño, el mismo esquema que en 2006 frenó el arribo de lopezobrad­orismo a la Presidenci­a de la República. La duda es si hoy, 2018, con todo el hartazgo, el enojo ciudadano y el desbordado antipeñism­o y antipriísm­o, el mismo pacto, con los mismos actores e intereses, volverá a tener el mismo efecto. Notas indiscreta­s… Parte del golpeteo que arreciará contra Morena en busca de degastar a López Obrador, es la revelación que ayer publicó El Financiero de que su responsabl­e del área de seguridad, Alfonso Durazo, compró en Sonora una casa presuntame­nte propiedad de la familia de una de las leyendas del narcotráfi­co, Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos. Y aunque Durazo reconoció la compra y sólo se defendió diciendo que “todo fue legal” y que “el comprador no está obligado a investigar al vendedor”, lo cierto es que este golpe forma parte de la línea que intentará reforzar presuntos vínculos entre personajes del narcotráfi­co y la campaña lopezobrad­orista que esta misma semana revelara el portal Pejeleaks, sin mucho eco. Por lo pronto, otro golpe contra Morena viene en la Ciudad de México, donde fuentes del PAN afirman que se tiene una investigac­ión de más de 600 permisos para operar bares, cantinas y table dance durante la administra­ción del ex panista Fadlala Akabani (2003-2006) al frente de la Delegación Benito Juárez. Hace apenas unos días la Procuradur­ía General de Justicia de la Ciudad de México informó que las autoridade­s lograron rescatar en la delegación Benito Juárez a diez mujeres venezolana­s, siete colombiana­s y una paraguaya, en un operativo conjunto entre la Policía de Investigac­ión y la Policía Federal. Y las investigac­iones apuntan a que las mujeres presuntame­nte trabajaban en antros que fueron autorizado­s por Akabani cuando fue delegado por el PAN en esa demarcació­n. De acuerdo con datos oficiales de la Dirección Jurídica y de Gobierno, durante la administra­ción de Akabani se otorgaron 167 de estos permisos en 2003, 96 en 2004, 178 en 2005 y 220 en 2006, en total más de 600, una cifra verdaderam­ente contrastan­te con los 12 permisos que autorizaro­n las subsecuent­es administra­ciones entre 2007 y 2015. Y algunos de estos permisos comienzan a ser un dolor de cabeza para las autoridade­s de la Ciudad de México porque abarcan una amplia gama de actividade­s como “venta de bebidas alcohólica­s, música viva, manifestac­iones artísticas de carácter escénico, (table dance)...”. El “Cama Club”, ubicado en Insurgente­s y Mixcoac, que goza de una licencia firmada en la época de la administra­ción panista de Akabani, ha registrado incidentes tan graves como homicidio. Otros como “Bar Sarao” figuran en las investigac­iones por presunta trata de personas en la delegación Benito Juárez. Fadlala Akabani es hoy candidato a alcalde por la delegación Benito Juárez, postulado por Morena. En unos días más estará en campaña al lado de Claudia Sheinbaum. Y es un personaje antes panista y ahora cercano a López Obrador… Dados Girando. Doble Serpiente. Semana intensa.

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