Cosmética del desempeño español
Prueba. A pesar de no tener cambios mecánicos, mejora como oferta
Colocada
Tras mucho leer y manejar los crossovers que van poblando el mercado mexicano, uno empieza a identificar los más mínimos diferenciadores que convierten a un modelo completamente distinto de otro. Sin afán de compararse con una tarea de tal naturaleza, es una especie de maniobra similar a la de un catavinos que logra detectar las notas y texturas de un tempranillo de buena calidad a uno de corte excepcional.
Sin embargo, la verdad es que, para el ojo común, ambas cosas pueden ser estrictamente lo que compone principalmente a sus cuerpos, es decir, una camioneta y un vino.
No obstante, puedo asegurar que la más reciente incorporación de SEAT al mercado mexicano no será un producto más que llegue a complicar la decisión de compra de quien busque hacerse de un crossover compacto.
La nueva SEAT Ateca FR llega al mercado mexicano con la premisa de ser “la versión deportiva” del crossover al que los consumidores nacionales han adoptado de muy buena manera desde el año pasado.
Sin embargo, si miramos la ficha de especificaciones técnicas, encontramos que prácticamente no ha habido un cambio sustancial con la variante “regular” y, en realidad se trata exclusivamente de una configuración de aspecto deportivo para un vehículo de corte urbano y familiar.
Más allá de ser algo negativo, este modelo representa un placebo que nos hace olvidar que estamos manejando un vehículo al que hemos decidido por ser argumentativamente más racional que un hatchback, como es en el caso del SEAT León.
Además, si esto no nos llegara a convencer, es interesante pensar que la nueva SEAT Ateca FR tiene más sentido que la variante sin la nomenclatura de desempeño, pues en su interior y exterior encontramos una dirección más conveniente a la hora de considerarla como una posible compra.
Por fuera, hay elementos que favorecen a una mejor imagen del modelo, como es el caso de la parrilla frontal con una rejilla con forma de panal que es enmarcado por un cuadro de negro brilloso donde se colocan las insignias FR. También hay una nueva defensa y un nuevo juego de rines que hacen más sentido con la imagen juvenil que SEAT busca transmitir en sus vehículos.
En el interior es aún más evidente la optimización en comparación a la versión que llegó hace un año, pues la vestidura de alcántara está presente en todos los asientos, las costuras en color rojo dan un mejor acabado y la presencia de paletas de cambio en el volante cumplen el capricho de los más entusiastas de la velocidad.
Si bien es un desencanto que la adición de las letras FR no representa una modificación mayor en el tren motriz (como sucede en Europa), la incorporación del adorno estético y la mejora de materiales lo convierten en una de las mejores opciones de compra del segmento, incluso por encima de su similares alemanes con los que comparte la plataforma.