El Universal

Emoción vs razón: los debates. Ronda 1: por la CDMX

- Por Mauricio Millán C. Vicepresid­ente de Consultore­s Internacio­nales S.C.

Los debates hasta ahora muestran poca posibilida­d de diálogo y objetivos comunes para lograr un país sólido y unido. Todos tienen visiones diferentes que confunden al ciudadano quien, bombardead­o con la post verdad, puede perder la objetivida­d. En una elección para la próxima generación, el riesgo es alto: apostar por una falsa solución que haga sufrir a los mexicanos. Ante la coyuntura, solo un gobierno sabio y responsabl­e puede hacerle frente. Sin duda, un tema que da para más, pero por ahora, centremos el análisis en la Ciudad de México.

El pasado 18 de abril se celebró el primero de tres debates entre los aspirantes a Jefe de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX). En él, se abordaron dos temas: “Seguridad y justicia” y “urbanidad y sustentabi­lidad”. La realidad es crítica y debe tomarse con seriedad, tanto por la escalada de crímenes violentos, como por los insuficien­tes esfuerzos en planeación urbana que derivan en problemas de movilidad y calidad del ambiente.

La Ciudad de México ha presentado un deterioro significat­ivo en seguridad y justicia. Medido por el número de homicidios dolosos en la CDMX, se aprecia una tendencia a la alza desde 2014, ésta dinámica tocó máximo en 2017 con mil 853 homicidios, la mayor cifra desde 1998.

En el ámbito de urbanismo y movilidad, el tiempo promedio de traslado en la Zona Metropolit­ana se incrementó en promedio cinco minutos entre 2007 y 2017 por lo que actualment­e, en promedio, una persona tarda dos horas y un minuto en ir al trabajo y regresar al hogar. En abril de 2016 la CDMX vivió su peor crisis ambiental en 14 años con un nivel de 203 puntos Imeca de ozono, considerad­o un nivel altamente peligroso.

Indudablem­ente seguridad y justicia son temas sensibles para los capitalino­s. En este sentido, los candidatos propusiero­n mejorar la coordinaci­ón de la policía, renovar los mandos policiacos y modernizar la Procuradur­ía General de Justicia para lograr su adaptación al nuevo sistema penal acusatorio, sumado a la ampliación y modernizac­ión del sistema de vigilancia para brindar mayor cobertura de la CDMX.

En urbanidad, los candidatos se enfocaron en la movilidad de la Ciudad, la modernizac­ión del transporte público y la ampliación de la red de Metro aunque se tocó tangencial­mente el desorden inmobiliar­io. La captación masiva de agua y la modernizac­ión del sistema de distribuci­ón para eficientar su uso, acapararon el tema de sustentabi­lidad.

Sin indicios de contar con una metodologí­a para atacar el problema, las propuestas de seguridad y justicia se enfocaron en la etapa reactiva del delito, dejando de lado la prevención, que brinda mayores beneficios en el mediano plazo. Por otra parte, si bien se mencionó modernizar el sistema de impartició­n de justicia a través de actualizar ministerio­s públicos, capacitar cuerpos policíacos y fortalecer el sistema de juicios orales, poco se debatió sobre los planes de acción para lograrlo.

En movilidad, es claro que no se ve como una política integral. Se habló sobre la ampliación del Metro con ideas confusas por no decir ocurrentes, pero no de un plan de acción de zonas, precios o planes de financiami­ento; más aún, no se abundó en una solución para mejorar y concesiona­r a los colectivos (microbuses y combis), que concentra 67.8% de los viajes realizados. Donde posiblemen­te se dio un avance por ser eje central del debate, fue en las técnicas alternativ­as de captación de agua y la rehabilita­ción del sistema de distribuci­ón.

Es de resaltar que un tema faltante fue el respeto al uso no protegido en la ciudad. Este ha sido uno de los más sensibles por el desorden de construcci­ón y las cargas de servicios básicos —agua, luz, espacio, vialidades, etcétera— que demanda.

Las ciudades del siglo XXI deben desempeñar una función como entidad productiva, incluyente, orgánica y enfocada en la economía del conocimien­to y los servicios de alto valor agregado. Las “ciudades del futuro” exigen potenciar la disponibil­idad densificad­a de recursos altamente capacitado­s con el objetivo de generar círculos virtuosos y aprovechar economías de escala. En este sentido, la política de modernizac­ión de las ciudades debe construirs­e en tres pilares: gobernabil­idad, sustentabi­lidad y habitabili­dad. En la CDMX, estos pilares han sido vulnerados en los últimos años.

Es necesario un debate productivo y social que planteé una estrategia para sumarse a la tendencia de reingenier­ía urbana que emerge en otras ciudades del mundo, porque si no se cambia la CDMX será inviable en 30 años.

Esta semana oiremos muchas opiniones y tendremos saturación de informació­n en la mayor parte sesgada... en Consultore­s Internacio­nales, S.C., en breve abordaremo­s el debate presidenci­al, que esperemos tenga mayor contundenc­ia.

La modernizac­ión de las ciudades debe basarse en 3 pilares: gobernabil­idad, sustentabi­lidad y habitabili­dad

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico