El Universal

• Sin milagro en Roma; Liverpool a la final.

No llega el milagro y la Roma se queda al margen; los Reds serán el rival del Madrid

- Agencias

Roma.— El Liverpool se clasificó a la final de la Liga de Campeones, contra el Real Madrid, tras eliminar a la Roma en las semifinale­s, pese a perder, por 4-2, el partido de vuelta.

El triunfo por 5-2 logrado la semana pasada en Anfield permitió al conjunto inglés imponerse por un total de 7-6 en el global y volver a una final de esta competenci­a, 11 años después de la última, en 2007, cuando perdió en Atenas contra el Milan.

Pese a que los Reds contaban con una sólida ventaja, pasaron un susto ante una Roma que disputó un encuentro de máximo orgullo y que, tras quedarse 1-2 por detrás en el marcador, goleó gracias a un tanto en propia puerta de James Milner, un doblete del belga Radja Nainggolan y a un tanto del bosnio Edin Dzeko.

Sin embargo, las dianas firmadas por el senegalés Sadio Mané y el holandés Georginio Wijnaldum permitiero­n al Liverpool, del técnico alemán Jürgen Klopp, alcanzar su sueño de jugar la final, que será ante el vigente campeón, el Real Madrid.

En el intento de mantener esa solidez defensiva, el técnico de la Roma, Eusebio di Francesco, cambió el 3-4-2-1 alineado en la ida por un 4-3-3. Sin embargo, el plan táctico sólo aguantó nueve minutos, hasta que Nainggolan fallara un pase defensivo y lanzara una transición del Liverpool que fue culminada por el décimo gol europeo del año de Mané.

Roma consiguió reaccionar rápidament­e y devolvió confianza al ambiente al empatar 1-1 en el 15’, gracias a un gol en propia puerta de Milner.

Wijnaldum superó al portero brasileño Alisson Becker de cabeza para desatar la euforia de los Reds. Al cuadro romano no le quedaba otra opción que atacar con todo. Demostraro­n orgullo y consiguier­on la igualada cuando Dzeko aprovechó un rechace del meta alemán Loris Kariu.

Roma tuvo el mérito de seguir creyendo en un milagro. Nainggolan firmó el 3-2 y completó su doblete personal al transforma­r la pena máxima, sin embargo, ya era demasiado tarde.

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Mohamed Salah (11) y Jürgen Klopp alcanzaron el sueño de disputar el gran partido en Kiev.

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