México y la UE fortalecen relación en un mundo frágil
EL 9 de mayo es el “Día de Europa” y un día muy especial para la Unión Europea y los europeos. Fue un 9 de mayo de 1950 cuando Robert Schuman pronunció la Declaración que lleva su nombre y que ha dado pie a lo que hoy todos conocemos como la Unión Europea (UE). Fue el día en que empezó el proyecto de la UE hacia un modelo de integración regional ejemplar y único. Un proyecto que ha sido capaz de consolidar la paz dentro del continente, iniciándose así el periodo de paz más largo de la historia de Europa, y que ha inspirado a muchos de nuestros vecinos, socios y amigos a promover los valores de la democracia, el estado de Derecho, la libertad y los derechos humanos.
El mundo atraviesa un periodo de incertidumbre donde los fundamentos de un orden internacional basado en reglas están siendo cuestionados. Este entorno internacional más frágil exige un mayor compromiso. La Unión Europea defiende el multilateralismo y apoya el desarrollo sostenible, sociedades más inclusivas, la democracia y los derechos humanos. Para nosotros, se trata de una inversión inteligente en nuestra propia seguridad y prosperidad. Tanto México como la Unión Europea creemos en un sistema multilateral de cooperación basado en las Naciones Unidas para poder enfrentar retos complejos.
En este contexto, el fortalecimiento de los lazos históricos entre México y la Unión Europea nos parece la mejor respuesta. La relación de la Unión Europea con México es muy especial, porque este país es uno de los 10 socios estratégicos que la Unión Europea tiene en el mundo. Por la importancia que México tiene para la UE, seguimos con gran interés y atención el proceso democrático hacia las elecciones del 1 de julio de 2018.
Hace cerca de dos décadas, México fue el primer país fuera del continente europeo que estableció un Acuerdo de Libre Comercio, un diálogo político importante y una cooperación muy amplia con la Unión. Hoy una vez más estamos siendo pioneros, puesto que México y la Unión Europea han llegado a la etapa final de las negociaciones para la modernización del Acuerdo Global.
En este marco, el nuevo acuerdo de principio sobre comercio, inscribe las relaciones comerciales de la UE con México en la era moderna, eliminando la mayoría de los obstáculos al comercio aún existentes y abre un abanico de oportunidades comerciales tanto de bienes como servicios para empresas mexicanas y europeas. Con el acuerdo alcanzado, hoy enviamos también un claro mensaje a nuestros socios de que el libre comercio puede y debe seguir y de que es posible modernizar las relaciones comerciales existentes si ambos socios comparten la clara convicción de las ventajas de la apertura y del comercio libre y justo.
Desde la entrada en vigor del acuerdo comercial bilateral en 2000, el comercio entre ambos socios se ha más que triplicado. La UE se convirtió en el tercer socio comercial y segundo mayor inversionista en México. A pesar de estos resultados positivos, aún existía un amplio margen de mejora en la relación comercial.
Con la modernización del Acuerdo Global, se fortalecerá también el diálogo político y la cooperación entre la UE y México, juntando nuestros esfuerzos para fortalecer el Estado de derecho y el desarrollo sostenible incluyendo el cambio climático.
México y la Unión Europea se enfrentan a desafíos comunes, pero son capaces de ofrecerse apoyo mutuo, asumir responsabilidades compartidas y trabajar de forma conjunta para abordar temas de interés común de forma coordinada. En momentos en que México busca diversificar sus vínculos comerciales, de inversiones, políticos y de cooperación, existe un gran potencial para aprovechar nuestras complementariedades políticas y dar un mayor impulso y certidumbre a nuestras inversiones y al comercio. Juntos somos más fuertes y podemos hacer más.