¿De quién es el mérito de la paz?
Washington.— La distensión entre las Coreas es una realidad y solo falta esperar si tiene resultado positivo. El diálogo se da con una fluidez no vista desde hace décadas, y la posibilidad de reconciliación está en un alto nivel de probabilidad.
Hasta hace poco, la situación actual era impensable. La carrera nuclear de Pyongyang parecía imparable, los países vecinos, especialmente Corea del Sur y Japón, hacían llamados constantes al freno, mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, apostaba por los insultos y las sanciones económicas.
Ahora, el magnate se adjudica el crédito. “Se preguntan: ‘¿Qué piensa que ha hecho el presidente Trump en todo esto?’ Les diré el qué: ¿qué tal todo?”, resumió en un mitin ante sus fanáticos, dándose todo el crédito.
Sin embargo, para Scott Snyder, director del programa de políticas EU-Corea del Council on Foreign Relations (CFR), “el rol de Estados Unidos ha sido muy importante en muchos aspectos, pero los principales actores del drama intercoreano han sido los líderes de las dos Coreas”.
El experto, en contacto con EL UNIVERSAL a través de un correo electrónico, explicó que la realidad de la península coreana es más un éxito de los líderes de Pyongyang y Seúl, quienes “han creado la oportunidad para la reducción de la tensión, en parte para reducir el riesgo de conflicto”.
La importancia de EU en ese sentido pudo ser que la Casa Blanca, capitaneada por Trump, pudo ser más proclive a provocar una guerra, incluso de carácter nuclear. Eso habría alertado a la región de la necesidad de buscar la reconciliación.
Todos saldrían ganando. Seúl se quitaría de encima la tensión de vivir en permanente miedo de una guerra con los vecinos del norte. Kim Jong-un, por su parte, ha llegado a un punto en el que ve que tiene sentido involucrarse con el mundo exterior y normalizar su imagen. Corea del Norte es reconocido de facto como un Estado con armas nucleares, y este reconocimientos “ayudará [a Kim] a asegurar su posición” como líder de su país, apuntó Snyder.
El otro actor regional que espera con ansias saber qué pasa en la región es China. “Quiere asegurar que sus intereses estratégicos e influencia están representados”, explicó el experto, por lo que se augura que su papel en el diálogo será preponderante.
En resumen, se trata de un “acontecimiento intercoreano al que potencias vecinas han estado reaccionando”. Eso choca con el egocentrismo de Trump.
La reconciliación todavía está en una fase inicial. Si bien los gestos entre el norte y el sur han sido significativos y parece que avanzan en el simbolismo, la prueba de fuego será el encuentro Kim-Trump. “Veremos qué pasa. Creo que [Kim y Trump] tratarán de encontrar formas de llegar a un acuerdo, pero queda por ver si será completamente implementado”, indicó Snyder.
“El rol de EU ha sido muy importante (...), pero los principales actores han sido las dos Coreas” SCOTT SNYDER Dir. del programa EU-Corea del CFR