Violencia marca la final griega
Enfrentamientos entre ultras del AEK y PAOK se dan dentro y fuera del estadio OAKA; analizan expulsar a los clubes
Atenas.— La final de la Copa entre el AEK y el PAOK quedó marcada por los actos violentos y disturbios protagonizados por las aficiones de ambos equipos, a pesar de que la UEFA mira con lupa si el futbol griego puede continuar formando parte de las competiciones internacionales.
Los incidentes, que iniciaron desde los días previos al encuentro, se fueron agravando conforme se acercaba la hora de la final.
Las excepcionales medidas de seguridad, con 5 mil agentes de policía y 30 escuadrones de agentes antidisturbios, no evitaron que estallara la violencia tanto dentro como fuera del estadio OAKA.
Por la tarde, un grupo de ultras del AEK de Atenas prendió fuego a una furgoneta en la que viajaban seguidores del PAOK al lanzarle cocteles molotov. Los ocupantes fueron golpeados.
Además, según informan medios locales, un grupo de seguidores del equipo de Salónica intentó entrar al estadio sin billete, y otro, del AEK, fue rechazado por la Policía con gases lacrimógenos cuando intentaron acercarse a los aficionados del PAOK conduciendo motocicletas y prendiendo fuego a contenedores.
Dentro del estadio, el último incidente estalló cuando varios seguidores de los negriblancos invadieron las gradas que se mantienen vacías para separar aficiones.
Estos dos equipos se volvieron a enfrentar, tras su último encuentro, el polémico partido en el que el presidente del PAOK, Iván Savvidis, invadió el campo de juego armado con una pistola para protestar por la anulación de un gol en el último minuto.
El incidente provocó la suspensión de la liga griega tres semanas. El presidente del comité de la FIFA para supervisar la Federación Griega de Futbol, Herbert Huebel, recomendó la expulsión de los clubes y sus selecciones nacionales de las competiciones internacionales.
La FIFA decidirá al respecto a comienzos de junio.
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