Entre el ideario...
Elena Poniatowska, Paco Ignacio Taibo II y Ortiz Pinchetti reconcen el papel que ha tenido su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, en la vida del candidato. “Beatriz es una mujer muy sólida, curiosa, muy honesta en sus planteamientos. No hay duda que tener a alguien como Beatriz al lado es muy positivo. Es una mirada fresca y crítica. Creo que Andrés le debe a Beatriz una parte de su maderismo”, dice Taibo II.
Beatriz Gutiérrez Müller es licenciada en Comunicación, maestra en Lenguas iberoamericanas y doctora en Teoría literaria. Es autora de varios libros, entre ellos Dos revolucionarios a la sombra de Madero (Ariel, 2016) y Viejo siglo nuevo: un país sumido en la miseria y la desigualdad (Planeta, 2012). Se dice que ha acercado de manera más directa a Andrés Manuel López Obrador a la historia y a la literatura. Se declara una #AMLOver en las redes sociales virtuales: “Estar con mi esposo creo que es mi mayor atrevimiento. Él es una persona con mucho arrojo y con mucho atrevimiento y si estoy con él, pues quiere decir que tengo una parte de ese arrojo y de ese atrevimiento. Esa es la gran osadía”, dijo en una entrevista.
Para Poniatowska, “Andrés Manuel es muy querible. Tiene una cosa como interrogantes en los ojos, es una gran interrogación en su mirada que te hace quererlo. No es alguien que te echa las toneladas”. La escritora Laura Esquivel tiene una opinión parecida: “Confío en Andrés Manuel, he visto cómo de verdad le interesa de verdad la gente, lo he visto querer hacer más por ellos; creo en él y en que le interesa mucho hacer todo por México”.
El historiador Enrique Krauze ha dicho que hay dos maneras de animar la conversación con López Obrador: hablar de beisbol o hablar de Tabasco. Mucho se sabe de su pasión por este deporte tan extendido en el sureste de México; y también mucho se conoce su pasión por Tabasco, el pescado frito, el plátano con arroz, el pejelagarto.
Así lo define en Los suspirantes 2018 (Temas de hoy, 2017), Jorge Zepeda Patterson: “Tiene gustos, pero muy pocas aficiones. Fumaba Raleigh, como su padre, pero nunca en público. Tiene debilidad por el pescado fresco, en especial el pejelagarto… El beisbol sigue siendo su pasión, aunque cada vez es menos frecuente que se escape los miércoles por la noche a Iztacalco a su ‘cascarita’”.
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