Los secretos del manatí
Cristóbal Colón confundió esta simpática especie con una sirena poco agraciada. Que no te pase lo mismo
Evolución
El elefante es el pariente terrestre más cercano del manatí. Se cree que esta especie evolucionó del paquidermo hace 50 millones de años, cuando se quedó atrapada en el agua.
Dieta
Se alimenta de algas, lirios y pastos marinos. Pasa más de la mitad del día masticando e ingiriendo el 10% de su masa corporal, es decir, entre 30 y 50 kilos de plantas por día.
Hábitat
Vive al sureste del país, en Áreas Naturales Protegidas como la Reserva de la Biósfera de los Pantanos de Centla (Tabasco), la Laguna de Protección de Flora y Fauna Laguna de Términos (Campeche) y Reserva de la Biósfera Ría Celestún (Yucatán).
Convivencia humana
El parque Xel-Há, en Riviera Maya, conserva algunos ejemplares rescatados en Tabasco, lo que permite que el público pueda interactuar con ellos y conocer más sobre la especie. Después de una plática de conservación, las personas acceden a una plataforma para tocarlos y, posteriormente, esnorquelear con los manatíes, por 10 minutos. es.xelha.com
Respiración
Cada cinco minutos sube a la superficie para respirar y sustituir el 90% del aire en sus pulmones, a diferencia de los humanos; nosotros solo reemplazamos el 10%. Puede mantener la respiración bajo el agua hasta por 20 minutos. Los mexicas lo llamaban tlacamichin, que significa “hombre pez”, mientras que los mayas lo conocían como chiilbek o “pez grande”. A pesar de ser un ejemplar tímido y que pocas veces se deja ver en libertad, en Tabasco es posible emprender su búsqueda a través de la Ruta de los Pantanos de Centla. Se trata de navegar los canales donde confluyen los ríos Usumacinta y Grijalva para internarse entre los manglares y en las zonas de poca profundidad donde suele estar. El recorrido también permite observar el resto de la fauna: cocodrilos, nutrias, tortugas y aves, entre ellas el águila pescadora y el jaribú.
Inspiradores de leyendas
Cristóbal Colón relató en su diario, durante su primer viaje a las Américas, haber observado tres sirenas desde la proa de su barco. De acuerdo con los extractos que se hicieron del texto, el navegante lo describió así: “Cuando el Almirante iba a Río del Oro dijo que vio tres sirenas surgiendo del agua, pero no eran tan hermosas como dicen, pues sus rostros tenían rasgos masculinos”. En realidad, lo que Colón observó fueron manatíes, ya que pueden elevarse considerablemente sobre el agua, mostrando su cola. Además, sus patas delanteras tienen cinco huesos parecidos a dedos y un cuello vertebrado que les permite girar la cabeza.
Un ser dulce y salado
Pueden vivir en ecosistemas de agua dulce y salada, gracias que han desarrollado un sistema de regulación interna en los riñones para controlar los niveles de sal en su cuerpo. Sin embargo, necesitan mayor cantidad de agua dulce para hidratarse.
En riesgo
En México, el manatí se encuentra protegido por la NOM-059-SEMARNAT-2010, ya que está catalogado como una especie en peligro de extinción.
Tras la pista del manatí
7 de septiembre, la fecha en que se celebra el Día Nacional del Manatí, desde 1999.
4.5 metros puede llegar a medir de largo.
1.5 toneladas es su peso máximo. Nace pesando 500 kilos, aproximadamente.
2,000 ejemplares se calcula que quedan en el mundo.
25 años llegan a vivir cuando están en libertad. En cautiverio, pueden alcanzar los 60 años.