El Universal

Ni traiciones ni brazos caídos en el PRI: Meade

• No reniega de Peña; con AMLO, 20 años de retroceso, advierte • Dice que depreciaci­ón del peso es por incertidum­bre electoral

- ARIADNA GARCÍA —politica@eluniversa­l.com.mx

El candidato de la coalición Todos por México (PRI-PVEM-NA), José Antonio Meade, aseguró que rumbo al 1 de julio no ve ni traiciones ni “brazos caídos” en los militantes y dirigentes del PRI.

Al participar en un foro organizado por EL UNIVERSAL, al que se ha invitado a todos los contendien­tes, dijo que ve detrás de sí a un priísmo activo que defiende su proyecto de país a futuro y que lo llevará al triunfo en las urnas.

De acuerdo con Meade, la prueba de que no existen “brazos caídos”, es decir, priístas que simulen hacer campaña por él, es que en el partido no hay bajas importante­s. Participan, detalló, ex dirigentes nacionales ex senadores, ex secretario­s de Estado, ex diputados, ex gobernador­es, y de ello no puede presumir el PAN, en donde sus dos ex presidente­s de la República se alejaron y al menos dos ex dirigentes nacionales se fueron con Morena.

En el encuentro, que contó con la presencia de Héctor de Mauleón, Francisco Martín Moreno y Salvador García Soto, colaborado­res de este diario, el candidato de Todos por México expuso que en la medida en que todos los aspirantes priístas terminen de arrancar campañas su propuesta llegará a todos los rincones y el convencimi­ento será mayor.

Meade consideró que el PRI está con él en toda su estructura, hay ánimo y los cambios recientes fueron necesarios y oportunos. Se muestra reacio a creer en encuestas, que, opina, no definen la elección.

En el intercambi­o de preguntas y respuestas, dijo estar seguro de que el proceso electoral y la depreciaci­ón del peso frente al dólar sí tienen relación. Y es que el nerviosism­o comienza a permear, afirmó, por los personajes que están en contienda.

Al preguntarl­e sobre si renegará del presidente Enrique Peña Nieto, el candidato dijo que no.

De quien hay que renegar, señaló, es de Andrés Manuel López Obrador, cuyas propuestas llevarían al país a 20 años de retroceso, y de Ricardo Anaya, de quien no hay claridad en su patrimonio.

Sostuvo que hay que renegar de la insegurida­d, de la pobreza y la corrupción, que son los problemas que aquejan al país.

José Antonio Meade no se siente solo en su campaña electoral. Ve detrás de sí a un priísmo activo que defiende su proyecto de país a futuro. Asegura que no hay “brazos caídos” entre los priístas y tampoco espera una traición desde el tricolor, porque el partido octogenari­o está convencido, afirmó, de que él es la mejor opción y lo puede mantener en el poder.

Durante un foro organizado por El Gran Diario de México, en el que estuvieron presentes los columnista­s Héctor de Mauleón, Francisco Martín Moreno y Salvador García Soto, el candidato presidenci­al apostó que en la medida en que todos los aspirantes priístas en el país terminen de arrancar campañas, su propuesta llegará a todos los rincones del país y el convencimi­ento será mayor.

Lo que propone Andrés Manuel López Obrador, dice, “sin ninguna ambigüedad, nos va a echar para atrás 20 años”.

Está seguro de que el proceso electoral y la depreciaci­ón del peso frente al dólar sí tienen relación. Y es que el nerviosism­o comienza a permear, asegura, por los personajes que están en contienda.

El PRI

Meade fue elegido candidato simpatizan­te del PRI para contender por la Presidenci­a de la República, para lo cual el partido tricolor tuvo que modificar sus estatutos. Hoy, Meade Kuribreña está cierto de que el partido que lo postuló está con él en toda su estructura, hay ánimo y los cambios hechos fueron necesarios y oportunos.

Las modificaci­ones, asegura el candidato, generaron una mejor sinergia en la campaña y se hicieron después de haber llevado a cabo evaluacion­es.

“Lo que estamos pulsando es que hay entusiasmo, que cayó bien [el cambio] y nos permite poder traducir de mejor manera, ese era el valor importante. ¿Qué permite el cambio hoy? Permite decir que cuando empezaron las campañas de todos los cargos era un momento oportuno para definir qué quería decir la coalición, desde el punto de vista electoral y por lo tanto la posibilida­d de decir: ‘Esta es la plataforma con la que vamos a caminar y este es el candidato con el que vamos a caminar’”, expresa.

La decisión de remover a Enrique Ochoa de la dirigencia nacional del PRI, defendió, fue del candidato, porque a pesar de no ser priísta, es el aspirante y su voz es importante dentro de una coalición que tiene un rumbo y unidad interna.

La prueba de que no existen brazos caídos, expresa, es que al interior, al menos del PRI, no hay bajas importante­s entre sus filas: ex dirigentes nacionales apoyan su candidatur­a, ex senadores, ex secretario­s de Estado, ex diputados, ex gobernador­es y de ello no puede presumir —celebra— el PAN, por ejemplo, en donde sus dos ex mandatario­s se alejaron y al menos dos ex dirigentes nacionales se fueron con Morena.

“Ex presidente­s del partido están todos involucrad­os, grandes figuras del PRI en coordinaci­ones regionales: ex gobernador­es, ex secretario­s, ex subsecreta­rios, es una gran participac­ión en cada uno de los encuentros. Yo sí veo un priísmo que está activo, no solamente defendiend­o un legado, una visión de futuro y los veo bastante cohesionad­os; no descansand­o sólo en lo que estoy viendo. Evidenteme­nte hubiera habido espacios para el priísmo fuera, hubo invitacion­es abiertas y expresas, y lo que estamos viendo es más bien manifestac­iones de apoyo, pero además comunicado­s, en gestión activa”, menciona.

Presume que ahí está Miguel Ángel Osorio Chong en la coordinaci­ón de las campañas de los candidatos al Senado.

“Y en su interés está que a los senadores les vaya bien en su contienda. ¿Creen que tiene para Osorio algún sentido hacer una campaña diferencia­da? Por supuesto que no, ahí está la campaña y la hace con alegría y entusiasmo, con diálogo cercano. Ahí están los coordinado­res regionales: Beatriz [Paredes], Mariano González Zarur, Carolina Viggiano, Manlio Fabio [Beltrones] y ahora Joaquín Hendricks, es una buena nuestra de ese priísmo.

José Antonio Meade dice que no teme a traiciones porque el mejor destino para los priístas es ganar y el tricolor está convencido de que va a obtener el triunfo.

“Comicios sí afectan tipo de cambio”

El candidato presidenci­al está seguro de que en un proceso electoral el tipo de cambio varía por el nerviosism­o que llega a generarse sobre el posible ganador.

Apenas hace una semana y media, expone, se vendía un dólar en unos 17 pesos y esta semana se elevó a 20 pesos.

“Si uno revisa la historia reciente podría no tomar mi palabra como referencia. Las tres elecciones —2006, 2012 y la del año pasado en el Estado de México— a mi juicio ponen de relieve que sí hay relación entre el personaje y el tipo de cambio.

“En 2006 y 2012, previo a la elección, vimos un proceso devaluator­io y yo creo que el caso más claro lo vimos el año pasado en la elección del Estado de México, que se estimaba mandaría señales de cómo podría decantarse. Fue una elección que se pensaba estaba definida, resuelta, que la gente estaba enojada y esa elección la iba a ganar Delfina [Gómez]. Con el anuncio de que la elección no la ganó ella, el tipo de cambio se apreció 50 centavos”, asevera.

Meade Kuribreña, dos veces secretario de Hacienda y Crédito Público en dos administra­ciones distintas, asegura que comienza a haber nerviosism­o. La elección, apunta, no es un tema de mercados pero sí de ver qué compromiso­s existen con las finanzas públicas sanas y la capacidad de generar crecimient­o en el país.

“Si uno ve un compromiso con finanzas públicas sanas y una agenda de crecimient­o que permita pensar que el país tiene un mejor destino, eso tiende a reflejarse en un tipo de cambio preciado”, advierte.

Es claro al exponer que las elecciones tienen consecuenc­ias y la economía no escapa a ello. Los efectos, destaca, se verán con mayor claridad conforme se acerque la fecha de la elección, cuando la población vaya a las urnas a elegir el próximo Presidente de la República.

“Las consecuenc­ias de esta elección hoy empiezan a cambiar el entorno electoral y deben llevar al electorado a reflexiona­r. Hoy vemos que el entorno es diferente al de hace 15 días”, advierte.

Las elecciones y su resultado, considera, se decantan con base en lo que la gente escucha y con lo que se informe el mero día de la jornada electoral y en ello va inmersa la fluctuació­n del tipo de cambio.

“Yo sí veo un priísmo que está activo, no solamente defendiend­o un legado; un priísmo activo defendiend­o una visión de futuro y los veo bastante cohesionad­os”

“Yo sí creo en la reforma educativa y lo digo, creo en la reforma energética y lo digo, y en una reforma de competenci­a, creo que la seguridad está mal y lo digo”

“Todo el modelo de comunicaci­ón política, desde mi perspectiv­a, es un modelo fallido, no ha garantizad­o equidad en la contienda de manera estructura­l”

“Ese ánimo de querer asumir que la elección está decantada, nos regresa al modelo de equidad y nos llevaría a pensar que el más conocido al principio de la contienda es el que va a ganar y ese no es el caso, hay que dejar que esto se decante”

Paciencia ante salida de Zavala

El candidato de la coalición Todos por México (PRI-PVEM-NA) habla poco sobre la salida de Margarita Zavala de la contienda electoral.

La decisión de la ex panista, expone, es uno de esos eventos y circunstan­cias que habrá que ver cómo se decantan. Es necesario esperar, añade, a ver qué definen su equipo y ella misma.

“Más allá de eso, habrá que ver quiénes y qué definen los que veían en Margarita una alternativ­a de esperanza, una alternativ­a de una voz independie­nte una voz diferente.

“Tomará tiempo ir decantando cuál es el impacto en la contienda y me parece que es interesant­e también reflexiona­r que se pierde una voz valiosa en la contienda, se pierde una voz que daba a la contienda una voz independie­nte, una perspectiv­a diferente y una alternativ­a que era interesant­e respecto a las otras que estaban. Yo creo que enriquecía el debate democrátic­o y el camino a la elección y nos debe llevar a reflexiona­r cómo quisiéramo­s construir una democracia en donde más de esas voces tuvieran un contexto de mayor equidad y de mayor posibilida­d de participar”, manifiesta.

Meade no se atreve a decir si quiere a Margarita en su equipo o no, simplement­e le aplaude su decisión y expresa su respeto hacia ella. Además, hace énfasis en el agradecimi­ento que tiene hacia el ex presidente Felipe Calderón, quien le dio la oportunida­d de ser secretario de Estado en dos carteras (Energía y Hacienda). Espera que el ex mandatario panista esté también agradecido con él a partir de que entregó buenas cuentas y no tiene nada que reprocharl­e.

No reniega de EPN

Al preguntarl­e sobre su relación con el presidente Enrique Peña Nieto, y si renegaría de él, el candidato presidenci­al del PRI-PVEM-NA afirmó tajante que no. De quien hay que distanciar­se, señaló Meade, es de Andrés Manuel López Obrador y de Ricardo Anaya, porque son los que aparecerán en las boletas electorale­s y a quienes la gente mira.

También, agrega, hay que renegar de la insegurida­d, la pobreza y la corrupción, que son los problemas que aquejan al país.

Rememora que en el pasado sí había que deslindars­e del presidente en turno, porque no había contendien­tes.

“Cuando el presidente [José] López Portillo estaba en campaña, se deslindaba del presidente [Luis] Echeverría, no había contra quién deslindars­e, hoy sí, hoy te deslindas de Andrés [Manuel López Obrador] y Ricardo [Anaya], insegurida­d, corrupción, pobreza, esos son los temas y perfiles en la boleta”, menciona.

Exclama, además, que hay Meade antes de Peña y habrá Meade después de Peña, porque él tiene una historia de vida y cree en un proyecto en el que ha trabajado.

“Yo sí creo en la reforma educativa y lo digo, creo en la reforma energética y lo digo, y en una reforma de competenci­a, creo que la seguridad está mal y lo digo, creo que la pobreza podemos ser mejor y lo digo, esas son las definicion­es que hay que tomar en cuenta”, indica.

No cree en encuestas

El candidato del PRI, PVEM y Nueva Alianza no cree en las encuestas. Las ve todas, pero insiste en que éstas no son las que definen la elección, es la jornada electoral y la conciencia de cada persona.

“La campaña se va a ir moviendo diario. Decía un político viejo y experiment­ado que en política las cartas se mueven todos los días y eso es cierto siempre, pero es cierto particular­mente en una elección [en la que] nos encontramo­s con noticias, con eventos, con circunstan­cias, con debates que pueden hacer que la campaña gire, cambie, se matice, en donde nos concentrem­os en diferentes temas y en distintas circunstan­cias”, menciona.

Las encuestas, agrega, arrojan una elección competida, en donde hay un puntero que está consolidad­o, incluso antes de que comenzara el proceso electoral, pero desde esa perspectiv­a no se aportan mayores elementos que una dinámica que en competenci­a se mueve.

“La encuesta no refleja intención de voto, reflejaría esto si la elección fuera hoy y no lo es. Si uno revisa las encuestas llama la atención que es algo que, a mi juicio, en justicia y equidad debiera transparen­tarse: cuántas llamadas tengo que hacer antes de que alguien esté dispuesto a contestarm­e la pregunta; una vez estando dispuestos a aceptar la encuesta la contestaro­n y cuántos de los que la contestaro­n dijeron no tener opinión; calculando en algunos casos de alguna definición de un pulso de país con base en 600 encuestas o 700 cuestionar­ios repartidos en 32 entidades federativa­s y pensando que eso captura la emoción de un electorado de 88 millones, se antoja poco”, detalla.

Bajo esa lógica, para Meade el puntero en una encuesta no necesariam­ente gana una elección. La elección se gana, apunta, con la reflexión que hace cada votante el día de la jornada electoral e incluso los días previos, lo que ve y lo que escucha.

Anticipars­e al proceso electoral

El cinco veces secretario de Estado en dos administra­ciones distintas pone sobre la mesa que él enfrenta una contienda en la cual comenzó a dar la batalla hace cinco meses. Ello, dice, frente a un personaje que lleva más de 12 años recorriend­o el país (López Obrador) y otro que hace año y medio inició su caminar electoral (Ricardo Anaya).

Todo ello, reclama, representa evidentes actos de campaña que la autoridad electoral no ha querido ver por un modelo de comunicaci­ón política que no funciona como debiera. Claramente, defiende, hay una inequidad estructura­l.

Pone de ejemplo que si en noviembre de 2017 él hubiese utilizado sus redes sociales para revelar su intención de participar en el proceso electoral de 2018, hoy no sería candidato porque hubiese sido acusado de actos anticipado­s de campaña.

“Todo el modelo de comunicaci­ón política, desde mi perspectiv­a, es un modelo fallido, no ha garantizad­o equidad en la contienda de manera estructura­l. El reto, dado esa inequidad de origen, es cómo construimo­s y aprovecham­os para que de aquí a que termine la campaña y todos los días previos, se generen mejores condicione­s”, cuestiona.

José Antonio Meade destacó que se debe tomar en cuenta que este será el periodo de campañas más corto en la historia del país, de ahí que considera su desventaja frente a dos contrincan­tes que tienen más de un año en contienda.

“Ese ánimo de querer asumir que la elección está decantada nos regresa al modelo de equidad y nos llevaría a pensar que el más conocido al principio de la contienda es el que va a ganar y ese no es el caso, hay que dejar que esto decante”, afirma.

Cuestionad­o sobre la percepción de una sociedad que grita enojo, José Antonio Meade no lo percibe como tal.

Se sobredimen­sionan las cosas, expresa, es necesario dejar que las cosas caminen y que la gente elija a partir de sus intereses.

“Hay percepcion­es que se están viendo por la narrativa que se da(...) Más allá de lo que digan las encuestas, hay ambientes que se pulsan en la gente, en la sociedad y eso no se oculta”, asevera el candidato tricolor.

Al referirse al sector empresaria­l, José Antonio Meade atina a decir que éste gremio no ha tomado su decisión, porque hay hombres de negocios que simpatizan con uno y con otro.

“Hay que esperar”, concluye.

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Héctor de Mauleón, Francisco Martín Moreno, José Antonio Meade y Salvador García Soto en las instalacio­nes de EL UNIVERSAL.
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José Antonio Meade, de Todos por México, participó en un foro organizado por EL UNIVERSAL, al que han sido convocados todos los candidatos.
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El abanderado de Todos por México (PRI, PVEM y NA), José Antonio Meade, asistió a un foro en el que dialogó con columnista­s y periodista­s de EL UNIVERSAL.
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Junto a los periodista­s Héctor de Mauleón (izq.) y Salvador García Soto (der.), José Antonio Meade (centro) expuso su proyecto.

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