La agenda social de Sheinbaum
Claudia Sheinbaum ha presentado una oferta política ambiciosa —aunque aterrizada— que permitirá recuperar la agenda social que se extravió durante el periodo mancerista. He decidido sumarme a su campaña como asesor externo y desde ese lugar escribo estas líneas.
Si bien es pronto para anticipar cual podría ser la marca de su gestión en caso de ganar la próxima elección (detrás del lema “innovación y esperanza” hay una larga lista de posibilidades), vislumbro cinco ejes temáticos de su programa que deberían ser prioritarios en lo social:
1. Llevar la periferia al centro y cerrar brechas territoriales. Venimos de un gobierno que enfocó su atención en las delegaciones centrales, generalmente de mayor poder adquisitivo. Shienbaum pretende promover un mecanismo de transporte masivo que acorte las largas horas que pasa alguien que vive en Tlalpan para llegar al centro y mejorar los servicios que se les ofrecen en zonas marginadas. Ya basta de que a estas les toque siempre lo peor. Hay que revertir esa lógica para hacer efectivo el derecho a la ciudad a todos los habitantes de la capital. Si el lema de AMLO como jefe de Gobierno fue “por el bien de todos primero los pobres”, el de Sheinbaum tal vez podría ser “a los pobres y a los marginados lo mejor”.
2. Universalizar los programas sociales para ampliar derechos y combatir el clientelismo. Uno de los grandes aciertos de López Obrador como jefe de Gobierno fue crear una pensión universal no contributiva para los adultos mayores. Como todas las personas adultas mayores podían acceder a ella sin distinción, se logró evitar el uso electoral. Esta pensión todavía existe, pero se dejó de atender el objetivo de la universalidad y ha habido severos retrasos en los pagos (hasta de dos o tres años). Sheinbaum propone rescatar este programa; hacer valer la pensión a madres jefas de familia y crear un nuevo programa para personas con discapacidad. El PRD se extravió, en gran medida, por sus prácticas clientelares. Morena no puede ni debe repetir esa experiencia funesta.
3. Crear verdaderas oportunidades a la juventud y plantearse su plena emancipación. Sheinbaum ha hecho un llamado a asumir la deserción de jóvenes del sistema escolar, y la falta de trabajo de muchos de ellos, como un problema social que a todos nos toca resolver. Una de las alternativas es crear 300 centros comunitarios en zonas de alta marginación e incidencia delictiva. Allí se crearían ciberescuelas que permitan a los jóvenes finalizar sus estudios, aprender oficios, comercializar productos e incluso crear cooperativas y emprender nuevos negocios.
4. Garantizar a toda la ciudadanía el derecho fundamental al agua. Existe una enorme iniquidad en el acceso al agua potable, bien lo saben los habitantes de Iztapalapa y otras demarcaciones. El programa de Sheinbaum plantea mejorar la distribución en el poniente y el sur y oriente de la Ciudad de México. La medida es de elemental justicia.
5. Ampliar y, preferentemente, universalizar el acceso a la salud. La candidata de Morena ha hablado de replantear con la Federación el sistema de seguro popular; establecer un mecanismo de coordinación de los servicios a través de un pacto para mejorar la salud pública, así como elaborar un plan integral de salud con la participación de todos los proveedores públicos de salud. Específicamente se habla de proveer una atención universal a emergencias obstétricas, infartos y accidentes vasculares cerebrales. Si esto permite eventualmente dar un salto hacia un sistema de salud que atienda a toda la ciudad, la capital estaría a la vanguardia y podría sentar un nuevo ejemplo para todo el país.
Nunca un gobierno puede hacer todo lo que plantea en campaña, pero si Sheinbaum es exitosa en hacer avanzar algunos de estos planteamientos, habremos dado un paso decisivo para acortar las desigualdades en la ciudad y crear ese Estado social y democrático de derechos que contempla la nueva Constitución de la Ciudad de México.