Las bodas reales atraen fans para la monarquía
bbb Bruselas.— Eventos como la boda en Windsor entre el príncipe Harry y Meghan Markle, suelen incrementar la popularidad de las casas reales europeas; aunque la efervescencia se desvanece conforme baja la atención mediática.
“Existe un núcleo de ciudadanos siempre atento de las cuestiones reales, pero las bodas y los funerales suelen atraer a los aficionados ocasionales”, dice a EL UNIVERSAL Bart Maddens, profesor de ciencias políticas de la Universidad Católica de Lovaina.
“El fenómeno es similar al de la Copa del Mundo, cada cuatro años despierta pasiones incluso en los que no son aficionados al futbol”, agrega.
Las monarquías forman parte del DNA histórico de Europa. A diferencia de otras realezas, como la de Arabia Saudita, Kuwait y Marruecos, su función es esencialmente protocolaria, aunque algunas han asumido responsabilidades políticas.
En 2011, el entonces Rey Alberto II de Bélgica tuvo que intervenir para poner fin a 541 días sin gobierno. En octubre pasado, el Rey Felipe VI se dirigió a los españoles ante la situación de emergencia causada por el intento separatista en Cataluña.
“Si bien su presencia política es limitada, su relevancia simbólica-cultural es sustancial. Esto se hace evidente en momentos de inseguridad o amenaza”, explica a EL UNIVERSAL Jeroen Duindam, historiador de la Universidad de Leiden.
Desde el punto de vista del ciudadano, la corona sirve a los intereses de dos sectores de la sociedad, sostiene Bart Maddens, quien ha realizado diversas investigaciones científicas sobre la monarquía belga.