POLICÍA CULTURAL
Las experiencias y estrategias de este organismo son base de una misión con instituciones culturales y la Policía Federal
Los Carabinieri de Italia capacitan a autoridades mexicanas para el rescate del patrimonio.
En 1969, un año antes de que se estableciera la Convención de la UNESCO sobre las medidas para prohibir e impedir el tráfico ilícito de los bienes culturales, en Italia, la cuna del arte occidental, se fundaba la primera policía especializada para la protección del patrimonio, el Comando Carabinieri de Tutela del Patrimonio Cultural. Desde entonces, esta fuerza policíaca única en su tipo ha sido un referente para otros países, incluso para la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con miras a la protección de los bienes culturales en zonas de conflicto o desastre.
En medio de la catástrofe patrimonial que México enfrenta por los sismos de septiembre pasado, miembros de este comando italiano colaboran con la División de Gendarmería de la Policía Federal y especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) para que conozcan las medidas de rescate, transporte y resguardo del patrimonio afectado, así como los protocolos de acción de la Task Force Unite 4 Heritage, también llamados “los Cascos azules de la cultura”, creado en 2015 por esa misma unidad italiana para mediar en la destrucción cultural de Medio Oriente. El intercambio también incluye capacitación para actividades operativas, investigación especializada y recuperación de bienes culturales y objetos artísticos.
Este acuerdo de colaboración entre Italia y México comenzó cuando en enero de 2017, representantes de la Policía Federal mexicana y el Arma de los Carabinieri firmaron un acuerdo en materia de seguridad que incluía diversos ámbitos, pero el tema de la protección del patrimonio cultural se hizo más visible después de que los sismos de septiembre dejaron más de dos mil inmuebles históricos con graves daños —algunos en ruinas— en 11 estados del país.
Fue hasta marzo de este año, seis meses después de la contingencia, que la Comisión Nacional de Seguridad y la Secretaría de Cultura federal anunciaron la creación de la Misión de Tutela del Patrimonio Cultural, el nuevo cuerpo de seguridad al interior de la División de Gendarmería de la Policía Federal que tendrá a su cargo la vigilancia y protección de los bienes culturales del país.
Asesorías. La unidad tomará el modelo que Italia ha desarrollado a lo largo de medio siglo, por lo que elementos de los Carabinieri han sido comisionados para asesorar a policías mexicanos en esa labor.
El mayor Lanfranco Disibio, Comandante Núcleo Carabinieri del Comando para la Tutela de Patrimonio Cultural en Florencia, es uno de ellos. Esta semana estará de visita en México para continuar con asesorías y prácticas de campo. Vía correo electrónico relata a EL UNIVERSAL que una de las primeras recomendaciones que se le ha hecho al equipo mexicano es la realización de una base de datos que incluya reportes de robo, bienes culturales sustraídos ilegalmente del país y objetos que podrían ser susceptibles de daño o hurto.
Una misión mexicana estuvo en Italia hace varios meses para conocer la función de esa herramienta y actualmente ya están realizando una similar, asegura el mayor Disibio.
En Italia esa herramienta funciona desde los años 80 y ha sido “fundamental para luchar contra el tráfico ilícito de bienes culturales y para buscar después de muchos años las obras desaparecidas”.
Esa base de datos que se actualiza todos los días contiene información sobre los objetos robados, así como de la búsqueda de bienes culturales tanto de procedencia italiana como extranjera. Cada una de esas obras artísticas o piezas históricas registradas cuentan con una descripción detallada y fotografías.
“Gracias al uso de tecnología informática sofisticada, hoy en día la base de datos es un instrumento de referencia para el Arma de Carabineros y fuerzas policiales italianas y extranjeras, y permite, entre otras cosas, un análisis detallado del delito de robo de obras de arte, así como de otras tipologías delictivas, facilitando la actividad de prevención e investigación a las unidades responsables”, dice Lanfranco Disibio.
A esta base de datos pueden tener acceso otras fuerzas policíacas y dependencias del gobierno italiano, como las encargadas de aduanas o exportación para que tengan conocimiento de los reportes de robo de arte y alerten sobre cualquier transportación sospechosa. La Conferencia Episcopal Italiana también colabora con los Carabinieri para actualizar constantemente la información de esa base de datos.
“El mayor reto será crear conciencia para generar una cultura para la protección y atención al patrimonio” MAYOR LANFRANCO DISIBIO, comandante Núcleo Carabinieri
Rescate en zona de desastre. En marzo pasado, el comandante y otros miembros de los Carabinieri visitaron México para capacitar a policías en el rescate y traslado de bienes culturales dañados por los sismos de septiembre. Tlaxcala y Xochimilco fueron los dos lugares donde elementos de protección civil, bomberos, Policía Federal y especialistas del INAH realizaron prácticas de campo. Ahí, los italianos compartieron con los mexicanos las medidas que se deben tomar para el rescate, transporte y resguardo del patrimonio cultural en zonas de desastre; también les han compartido los protocolos que han empleado en la Task Force Unite 4 Heritage en zonas de conflicto, como Iraq y Siria.
La visita de los “cascos azules” italianos se dio meses después de los sismos, pero Lanfranco Disibio opina que la Policía Federal y las instancias encargadas de la protección del patrimonio cultural tomaron las medidas necesarias para trasladar y preservar los bienes muebles vulnerables u objetos religiosos, que pueden ser los más afectados por las réplicas y susceptibles a robos. No descarta que en un contexto de desastre puedan registrarse robos y saqueos, pero considera que INAH, INBA y la División de Gendarmería están tomando las medidas que se requieren para evitarlo. “México tiene una organización eficiente y trabajan muy bien en este tema. La cooperación entre institutos culturales y la Policía Federal especializada para rescatar las obras de arte y reforzar su seguridad fortalecerá este sistema de protección”, opina.
Lanfranco Disibio explica que si bien la Misión de Tutela del Patrimonio Cultural en México toma el modelo italiano, la Policía Federal lo adaptará al contexto cultural, social y criminal, por lo que deberán realizar “un análisis situacional de las diferentes entidades federativas para tomar las mejores decisiones”.
Desde el punto de vista policial, el comandante italiano considera que el mayor reto para la Policía Federal será “crear conciencia social para generar una cultura para la protección y atención al patrimonio cultural”.
Para ello, explica, esta nueva unidad especializada tendría que desarrollar diversas estrategias y medidas para concientizar a la población sobre el cuidado de su patrimonio. Entre esas nuevas estrategias está crear un foro o una web, como lo han hecho en Italia, para orientar a la población o a los interesados en el mercado del arte para evitar la adquisición de un bien cultural robado o corroborar que el adquirido no tenga una procedencia ilícita. Ahí también la ciudadanía podría hacer sus reportes de robo, colaborando con la descripción y fotografías de las piezas. “Una obra robada si ha sido fotografiada y descrita adecuadamente puede recuperarse con mayor facilidad”, apunta.
Otra medida fundamental, opina, es la educación en las escuelas, realizar campañas de sensibilización, foros, seminarios o publicaciones que destaquen la importancia de preservar los bienes culturales. “Entre más nuestro patrimonio cultural se perciba como de nuestra propiedad, la gente se sentirá más involucrada en protegerlo”, dice.