El Universal

Desdén a la reconstruc­ción

-

La herida del sismo del pasado 19 de septiembre continúa abierta en la ciudad. En la colonia Roma, en la zona de Villa Coapa, en la Unidad Habitacion­al Tlalpan y en Xochimilco, por mencionar las áreas más afectadas, aún pueden verse los edificios dañados y encontrars­e con familias que viven a la intemperie.

Demoler y reconstrui­r no es una tarea fácil, pero se vuelve más complicada si para la autoridad no se convierte en un asunto prioritari­o. Los recursos existen, pero no para ello.

Informació­n que publica hoy EL UNIVERSAL señala que las 16 delegacion­es de la capital del país recibieron en 2018, en conjunto, una bolsa de 5 mil 301 millones de pesos de los cuales pudieron haber utilizado todo —si se lo hubieran propuesto— para labores de apoyo en beneficio de los damnificad­os; de ese dinero sólo 4%, poco más de 211 millones de pesos, se destinaron para dichas tareas. Cuatro delegacion­es fueron las únicas que asignaron recursos para atender afectacion­es: Magdalena Contreras, Tláhuac, Tlalpan y Venustiano Carranza.

De acuerdo con lo reportado por las demarcacio­nes, el dinero restante sirvió para comprar papelería, productos farmacéuti­cos, llantas, equipos de cómputo, rehabilita­ción de parques y de sedes delegacion­ales.

Con esos datos queda claro cuáles son las prioridade­s para la autoridad.

Los recursos relacionad­os con el 19 de septiembre han estado inmersos en la polémica. A finales de diciembre la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativ­a asignó para labores de reconstruc­ción un fondo de casi 8 mil millones de pesos a 10 dependenci­as, pero la aprobación para distribuir esa bolsa recaería en tres diputados locales. El comité ciudadano que se creó para acompañar la distribuci­ón de recursos fue marginado. En protesta, el titular y varios integrante­s decidieron renunciar a su encomienda. La promesa de que la ciudadanía estaría cerca de la autoridad para el buen uso del presupuest­o al final se desvirtuó.

En la forma que se ejerce el gasto es manifiesto que las prioridade­s de autoridade­s delegacion­ales van en sentido contrario de las demandas más sentidas de la población.

Ocho meses han pasado desde el 19 de septiembre y el proceso de reconstruc­ción marcha con lentitud y en medio de la opacidad.

Las voces de organismos sociales y de grupos de damnificad­os parecen ahogarse en el desierto del desdén político, pues esa ha sido la respuesta —hasta ahora— ante la tragedia. Con voluntad, aún podría enderezars­e el camino.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico