Golden State da Houston
Oakland.— En su primer juego en casa en las Finales del Oeste, los Warriors tomaron de nueva cuenta la ventaja en la serie al derrotar anoche 126-85 a los Rockets.
Golden State mostró su combinación habitual de juego en transiciones, conjuntos bastante divididos y pases contundentes en la media cancha.
Stephen Curry volvió a ser el jugador de siempre. Como francotirador, desde la larga distancia se encargó de minar la defensa de Houston. Curry culminó como el mejor anotador de la noche con 35 puntos, su mayor cantidad desde el juego 4 de las Finales de 2016.
Los 41 puntos de diferencia suponen la cuarta mayor paliza de la historia en unas finales de conferencia o división.
Curry explotó en el tercer periodo con 18 unidades, durante el cual estuvo perfecto en siete tiros desde el campo.
Mientras Curry trabajó para encontrar su disparo en la primera mitad, Kevin Durant cargó con el peso del equipo. Los Rockets simplemente no tenían una respuesta para Durant, quien encendió a los Warriors en transición, se abrió camino hacia el aro a voluntad, y también disparó sobre los defensores de Houston. Anotó 25 puntos en nueve de 19 tiros.
Houston no recibió la producción habitual de James Harden y Chris Paul. Harden nunca encontró ritmo y terminó con 20 puntos, modestos para lo que habitualmente tiene acostumbrado anotar para su quinteta.
En los seis partidos de Finales de Conferencia disputados hasta ahora, la diferencia media entre ganador y perdedor ha sido de 24.
La de ayer fue la peor derrota para los Rockets en su andar en la postemporada.
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