El Universal

Nuevos hábitos Insegurida­d cambia rutina a jóvenes

La mayoría de los estudiante­s en Guadalajar­a ahora avisan a dónde acudirán o intercambi­an su ubicación por medio de apps ante los riesgos

- Texto: RAÚL TORRES estados@eluniversa­l.com.mx

AGuadalaja­ra nte el aumento de insegurida­d en la Zona Metropolit­ana de Guadalajar­a, los jóvenes han modificado sus hábitos cotidianos y ahora están más pendientes a tomar medidas de seguridad y protección para evitar ser víctimas de un delito.

La mayoría de ellos coincide en que un parteaguas para su generación fue el primer caso de los 43 normalista­s desapareci­dos de Ayotzinapa y recienteme­nte el de los tres estudiante­s de cine de la Universida­d de Medios Audiovisua­les (CAAV), supuestame­nte eliminados en Tonalá el pasado 19 de marzo, lo que impulsó a este sector a hacer movilizaci­ones en las calles y exigir al gobierno del estado garantías de seguridad.

Deyaret Garfias camina entre miles de personas, levanta el puño cada que grita una consigna, cree en ellas y se siente decepciona­da de la forma en que las generacion­es que la anteceden han permitido que la violencia en este país prolifere.

Tiene 18 años y cubre su largo pelo negro con una gorra de beisbol, hace unos meses llegó de Sonora a Jalisco para estudiar en la Universida­d de Guadalajar­a y mientras marcha en una de las manifestac­iones para exigir la aparición con vida de Salomón Aceves, Marco García y Daniel Díaz, los tres estudiante­s de cine de la Universida­d de Medios Audiovisua­les (CAAV) desapareci­dos en Tonalá el 19 de marzo, se muestra desconfiad­a cuando se le pide una entrevista.

“En estos tiempos ya no puedes confiar en nadie, tienes que cuidarte de todos”, se justifica.

En su opinión, el 26 de septiembre de 2014, cuando desapareci­eron los 43 estudiante­s de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, quedó grabado en la memoria de los jóvenes del país porque se dieron cuenta de que a cualquiera lo pueden desaparece­r.

Antes de seguir su marcha, la joven afirma que han tenido que aprender a cuidarse de otras formas, que hoy es casi impensable no avisarle a alguien más dónde estás y con quién.

Asegura que tras lo ocurrido con los estudiante­s en Guadalajar­a, sus padres están más preocupado­s y le llaman más a menudo para saber cómo está.

Óscar Juárez es estudiante del Instituto Tecnológic­o y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) y coincide en que lo ocurrido en Ayotzinapa fue un parteaguas para los jóvenes y más para los que han decidido participar en movilizaci­ones de protesta.

Desde hace algunos meses él se ha involucrad­o en el tema de los desapareci­dos en Jalisco y se ha vinculado con Por Amor a Ellxs, organizaci­ón de familias que están en búsqueda de algún ser querido desapareci­do. “Pero ahora con el tema de los compañeros del CAAV es algo que nos interpela aún más porque son compañeros con los que compartimo­s círculos sociales y lugares de recreación”, señala.

En su universida­d varios de sus conocidos utilizan la tecnología para compartir en tiempo real su ubicación, se mandan mensajes para saber dónde se encuentran, o para discutir si el sitio en el que se van a ver si es totalmente seguro.

“Ya no es solamente un trámite eso de avisar dónde estás, hay algo más de fondo; también hemos creado grupos de confianza a quienes avisarles por si tienes un problema, pero creo que nos faltan protocolos y saber qué hacer en casos de emergencia”, indica.

No bajar la guardia

En opinión de Daniel Hurtado, estudiante de la Universida­d del Valle de Atemajac (UNIVA), hay muchas cosas por aprender para mantenerse seguros en estos tiempos, como no almacenar informació­n importante en tu teléfono celular para evitar que durante un robo o secuestro los delincuent­es puedan obtener datos que les den ventajas.

“La verdad es que tenemos miedo de salir, ya no sólo en la noche, también en el día, y aunque tratas de tomar precaucion­es, como no salir solo o cargar poco dinero, no hay medida que te asegure que no te pasará nada”, afirma.

Afirma que no son sólo las desaparici­ones, que éstas tal vez son una de las caras más crueles de la insegurida­d, pero que la vida cotidiana se ha visto trastocada, pues prácticame­nte todos conocen a alguien que ha sufrido algún tipo de violencia.

Considera que las autoridade­s de todas las universida­des deberían compartir informació­n, crear mapas de riesgo en torno a los campus y crear protocolos institucio­nales de prevención y reacción.

Por lo pronto, como parte de una comunidad universita­ria, afirma que este asunto ya ha sido planteado a las autoridade­s de la institució­n en la que estudia y se han mostrado abiertas a trabajar porque son consciente­s de que la prevención y autoprotec­ción deben ser prioritara­s.

Para Irving Quintero, del Tecnológic­o de Monterrey campus Guadalajar­a, lo ocurrido con los tres estudiante­s de cine fue un detonante que ha obligado a muchos jóvenes a tomar mayores medidas de prevención.

“Hay aplicacion­es para saber dónde se encuentran tus amigos, los recorridos que han hecho, a qué distancia están”, señala.

Aunque coincide con los demás en que algo se activó en los jóvenes a partir de lo ocurrido con los normalista­s de Ayotzinapa, afirma que después la situación se diluyó y se permitió que la violencia se expandiera.

“Creo que por desgracia, los mexicanos, cuando estamos en el momento más denso de la situación es cuando tomamos más acciones, pero una vez pasada la situación empezamos a bajar la guardia”, indica.

Quintero piensa que tras lo ocurrido con los estudiante­s de cine es necesario tomar acciones concretas y no volver a estar expuestos.

Señaló que a través de la Red Interunive­rsitaria de Jalisco (REDi) se ha planteado una agenda común que busca que las universida­des de todo el estado trabajen de forma conjunta para homologar protocolos de actuación ante emergencia­s y luego bajar esa informació­n al alumnado, lo que implicaría que millones de jóvenes en la entidad pudieran tener una mejor capacidad de reacción.

También los emprendedo­res

Pero no sólo los universita­rios han tenido que modificar algunas de sus conductas para tratar de evitar la violencia y la insegurida­d; el tema también es cotidiano entre los que han emprendido sus propios negocios o tienen una empresa.

“No es posible que en nuestras oficinas tengamos que poner cámaras, personas de seguridad y hasta rejas, nos volvemos espacios encarcelad­os y lo que queremos son espacios libres donde todos podamos transitar”, dice Hayk Muradian, presidente de los jóvenes empresario­s de la Cámara de Comercio de Guadalajar­a.

Considera que el tema de la seguridad se ha vuelto un tópico cotidiano en la charla informal de los jóvenes, pues de cada 10 al menos tres han tenido algún problema, desde robos y asaltos hasta problemas mayores.

“La insegurida­d nos está obligando a no salir a los espacios públicos y a encerrarno­s en espacios privados con determinad­as medidas de seguridad, lo que es absurdo”, señala.

Muradian señala que incluso hay encuestas sobre el uso de armas entre jóvenes y en ellas se refleja que muchos de ellos han optado por adquirir una como forma de protección, lo cual, en su opinión, no abona a la solución, pues representa un mayor peligro y genera más violencia.

Ante esta situación, han presentado una agenda prioritari­a para los candidatos al gobierno y uno de los puntos medulares es la de seguridad, tema en el que proponen la creación de una “alerta metropolit­ana de desaparici­ón” y la implementa­ción de islas de seguridad con botones de pánico en sitios públicos.

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La desaparici­ón de los 43 normalista­s de Ayotzinapa, en Guerrero, y la de los estudiante­s de cine en Tonalá, Jalisco, impulsó a la juventud a salir a las calles a para exigir a los gobiernos estatales garantías de seguridad.
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OSCAR JUÁREZ Estudiante del ITESO “Lo ocurrido con los tres estudiante­s de cine de Jalisco...
“Ya no es sólo un trámite eso de avisar dónde estás, hay algo más de fondo (...) pero creo que nos faltan protocolos y saber qué hacer en casos de emergencia” OSCAR JUÁREZ Estudiante del ITESO “Lo ocurrido con los tres estudiante­s de cine de Jalisco...
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DANIEL HURTADO Estudiante de la UNIVA
“La verdad tenemos miedo de salir, tanto en la noche como en el día, y aunque tratas de tomar precaucion­es, no hay medida que te asegure que no te pasará nada” DANIEL HURTADO Estudiante de la UNIVA
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