Guías de cuatro patas
Los perros guía ayudan a las personas invidentes a mejorar su movilidad y sortear peligros en la calle. ¿Qué características deben cumplir estos canes?
Las razas ideales Desplazarse de un lugar a otro es un reto que enfrentan a diario las personas ciegas o con una deficiencia visual grave.
Para agilizar su movilidad, algunas de ellas se apoyan de perros guía, los cuales son criados y entrenados para convertirse en los ojos de un compañero invidente.
Su función, principalmente, es ayudar a las personas a ir de un punto a otro y sortear obstáculos en el camino, ya sean estáticos o en movimiento, como banquetas o coladeras abiertas, por ejemplo.
Asimismo, están adiestrados para hallar escaleras, puertas e, incluso, asientos libres en el metro, metrobús, etcétera.
El proceso de preparación
Antes de servir como perros guía, estos animalitos tienen un entrenamiento profesional que puede ir desde cuatro meses hasta dos años, periodo en el cual se les enseña a cruzar calles o avisar ante cualquier riesgo. Después, hay una fase de interacción con quien será su compañero.
Los factores que determinan que un can pueda ser elegido como guía son, sobre todo, su salud, tamaño y temperamento.
En este sentido, las razas ideales para encomendarles esta responsabilidad son los labradores y los golden retriever, pues cuentan con un carácter dócil, demuestran seguridad ante circunstancias imprevisibles e ingresan fácilmente a diversos lugares y transporte público.