¡Hora de decir salud!
El tequila y el mezcal no son los únicos destilados nacionales. Conoce qué otros existen y el panorama actual de estos espirituosos que conquistan
Hace unos años, se pensaba que el tequila y el mezcal eran las únicas bebidas emblemáticas de nuestra nación, pero eso es mentira, ya que otras como sotol, bacanora, raicilla, charanda, pox y tuxca también son destilados emblemáticos. Originarios de diferentes regiones del país, algunos incluso cuentan con Denominación de Origen. Y, aunque su ingrediente principal puede variar (puede ser agave, maíz o caña) y se pueden elaborar de distintas maneras, casi todos ellos fueron considerados como “de mala calidad” y su consumo se daba únicamente entre las clases bajas. Sin embargo, actualmente ya se les valora como es debido y se les encuentra en las mejores mesas.
Panorama actual
“Sin duda el panorama es prometedor. De cinco años a la fecha, el mezcal abrió camino a varios destilados. Hoy, la raicilla, el sotol y el bacanora están ganando terreno en el extranjero. Se ha roto el esquema que lo de afuera es mejor. Había gente que pensaba que el whisky escocés era mejor que el mezcal, pero los años de producción son diferentes y no podemos compararlos. Hoy tenemos un reencuentro con las raíces de los destilados, una cultura que ha estado presente por décadas,” afirmó Eduardo Mestre Salas, propietario de Pangea Premium Spirits y Mezcal Siete Misterios.
El crecimiento de los espirituosos mexicanos es interesante, ha generado una respuesta positiva, donde la demanda de la bebida está en aumento, pero no debemos olvidar que la esencia de cada una es la producción artesanal, siendo una gran oportunidad para las comunidades al generar empleo.
Producción artesanal
“Salvo el tequila, todas las demás bebidas son producidas de manera rústica, artesanal, por familias que han transmitido ese conocimiento por años. Lamentablemente, suele ser gente con un nivel educativo bajo que los obliga a vender su producto a través de un tercero; asimismo, esa gente no tiene acceso a fuentes de financiamiento por medio del banco.
“Hay muchos estados donde la producción no está regulada y, gracias a la alta demanda, hay una batalla de disposición por la materia prima. Otro aspecto importante a considerar es la migración: en ciertos estados, los hombres se van y la conservación de ciertos destilados se pone en peligro,” reconoció Graciela Ángeles Carreño, de mezcal Real Minero.
Por el contrario, la experta señaló que Jalisco cuenta con un panorama contrario, cuyas condiciones son distintas, ya que ahí los jóvenes no emigran, la economía local revivió y mucho fue gracias al tequila.
“Tenemos que preservar nuestras tradiciones; los destilados mexicanos nos representan. Me preocupa cómo el marketing ha explotado este mercado. Hay que ser meticulosos con las transnacionales; no podemos dejar que saqueen nuestra cultura, que exploten a las comunidades. Ellos tienen capital, empiezan a producir nuestras bebidas, las ponen en unas botellas atractivas y se las llevan a Nueva York, Londres y Hong Kong. En los últimos cinco años, las bebidas más vendidas son de transnacionales. Debemos apoyar a las comunidades: por cada botella que compras con diseño, le cierras la puerta al artesano,” indicó Carreño, quien lleva en la sangre la tradición mezcalera de su familia.
El rol del consumidor
Hay dos tipos de consumidores: los que lo hacen por moda y quienes tienen consciencia de