Cómo iniciarte en el periodismo gastronómico
El interés por el mundo culinario y la investigación son pilares para la formación
Es innegable el boom de las publicaciones especializadas en alimentos y bebidas y todo lo que gira alrededor de su consumo y producción. Lectores de todo el mundo, en especial los de la generación millennial, están cada vez más interesados en los rituales de la mesa, en cómo se produce un ingrediente, en la historia detrás de cada platillo o restaurante y en conocer a los responsables de que ese trago o bocado que saborean despierte en ellos una serie de sensaciones placenteras.
Los escritores o periodistas gastronómicos son los responsables de transmitir al lector todas esas experiencias culinarias, invitándolo a ser parte de ellas a través de la palabra escrita ¿Qué se necesita para ser uno de ellos?
Formación
La myoría son egresados de las carreras de literatura, comunicación o periodismo. Para poder especializarse en escritura gastronómica es necesario conocer a fondo las técnicas culinarias y la historia de la alimentación. Este tipo de habilidades puede adquirirse a través de cursos y diplomados. Otro gran grupo de profesionales en este ramo son los egresados de la carrera de gastronomía, que tienen todo el conocimiento culinario y que también son entusiastas de la palabra escrita. Cursos de periodismo, escritura creativa o literatura son necesarios para complementar sus habilidades.
Curiosidad
Es una cualidad necesaria para ejercer cualquier tipo de periodismo. Los escritores gastronómicos siempre deben estar con la boca, los ojos y los oídos bien abiertos en búsqueda de historias, sabores, testimonios y material gráfico o escrito para responder a las interrogantes que rodean al fenómeno culinario.
Disponibilidad de horario
El periodista gastronómico trabaja muchas horas frente a la computadora para escribir sus historias y editarlas. Es muy probable que el ritmo de trabajo sea irregular y que se tenga que trabajar horas extras o en fines de semana, sin adherirse a un estricto horario de oficina.
Apetito
Más de la mitad del trabajo será probar nuevos platillos, ingredientes y conocer nuevos establecimientos de alimentos y bebidas para poder reseñarlos. Se deberá tener un paladar educado, en el sentido de poder reconocer la calidad de lo que se está probando, y estar abierto tomar el tenedor, sin prejuicios, para adentrarse en sabores desconocidos.