ENEMIGO QUE NO CEDE
EL TABAQUISMO COBRA LA VIDA DE 43 MIL PERSONAS AL AÑO EN MÉXICO.
Tras fumar más de 43 mil cigarros durante 30 años, el día en el que le diagnosticaron cáncer de pulmón, a Juan Carlos Rodríguez le afectaría su vida, su tranquilidad, su sueño en paz y hasta su coche, una de las cosas de las que se tuvo que desprender para pagar todo lo que iba a gastar en medicinas desde ese momento.
Al igual que él, en México cada año 10 mil personas son diagnosticadas con cáncer de pulmón, enfermedad que se relaciona con 55% de los casos con el tabaquismo; de éstas, 6 mil 407 personas mueren cada año. Y en el mundo se registran más de 7 millones de muertes cada año.
El cáncer más mortal
“El tabaco es considerado la sustancia más tóxica que existe para la humanidad. De las más de 4 mil partículas que contiene, 800 son tóxicas para los humanos y 60 potencialmente cancerígenas”, afirma Omar Macedo, médico oncólogo del Instituto Nacional de Cancerología.
Esas 800 partículas, antes de ocasionar cáncer de pulmón condicionan la aparición de enfermedades respiratorias como la neumonía y la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).
En México, cada año fallecen 43 mil personas por enfermedades relacionadas con el tabaquismo, lo que representa 8.4% de las muertes en el país, de acuerdo con datos contenidos en la Encuesta Nacional del Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016-2017 (Encodat).
“Está demostrado que si no hubiera tabaquismo habría 40% menos de todos los cánceres que tenemos en el cuerpo”, señala Macedo, también vicepresidente de la Fundación Respirando con Valor.
De acuerdo con la Secretaría de Salud (Ssa), hay más muertes por cáncer de pulmón que las producidas, en su conjunto, por cuatro de los tumores más frecuentes en la población mundial: próstata, mama, colon y páncreas.
El pronóstico de la enfermedad depende de la etapa en la que se encontró el tumor. Según Macedo, cuando se está en un estado temprano, 70% de los pacientes se curan en cinco años después de iniciar el tratamiento. Sin embargo, la esperanza se reduce a 18 meses cuando los pacientes no son candidatos a inmunoterapia o a alguna terapia blanca, en las cuales se atacan sólo las células que son cancerígenas.
Desde 2016, el tratamiento de Juan Carlos Rodríguez consiste en tomar una pastilla diaria por el resto de su vida. Cada pastilla vale más de mil pesos, y sus hijos y su esposa son quienes tienen que pagarlas, puesto que él tuvo que dejar su trabajo como vendedor de tamales debido a la debilidad que el cáncer le provocó en sus manos.
Aunque la Fundación Respirando con Valor le ayuda a Juan Carlos a conseguir su medicamento más económico, sus pertenencias han sido vendidas para mantenerlo con vida. Cuando no pueda pagarlas, tendrá que recurrir al tratamiento con quimioterapias mensuales, a un precio de 5 mil pesos, lo que podría convertirse en la opción más accesible para sus familiares.
El oncólogo Omar Macedo considera que ha habido avances en cuanto a la enfermedad.
“Hemos avanzado mucho en el manejo de cáncer de pulmón. El elemento crucial es que necesitamos fortalecer las campañas antitabaco para que tengamos no sólo lugares libres de humo de tabaco, sino un planeta libre de humo”.
Las otras campañas
Para Fernando del Castillo, director de Códice, una organización de la sociedad civil que defiende la salud y los derechos humanos, no es fácil echar para atrás una adicción tan poderosa como es la del tabaco. Para lograrlo, señala, se requiere implementar programas permanentes más que campañas temporales.
Del Castillo asegura que si el gobierno atendiera esta problemática de manera primordial, ahorraría 60 millones de pesos al año.
Juan Arturo Sabines Torres, director de la Oficina Nacional para el Control del Tabaco de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), señala: “Antes del convenio marco teníamos una prevalencia elevada de consumo, en los últimos años descendió”.
Esto sucedió porque en 2011 aumentaron los impuestos a los cigarros, pero, como ha ocurrido en otros países, en el último año no se logró disminuir debido a que algunas políticas públicas se han aplicado de manera incorrecta.
En el caso de los espacios 100% libres de humo, asegura, México incumple con lo establecido en dicho convenio, pues actualmente se permite que al menos 30% de los espacios interiores sean destinados para fumar, cuando debería ser un espacio 100% libre.
A partir de los monitoreos realizados por la organización Códice, se han detectado irregularidades en algunos establecimientos, como la implementación de “terrazas simuladas”, que en realidad son cuartos cerrados sin una pared, por donde entra aire, una especie de balcón.
Hacer esto amerita sanciones que van de los 67 mil pesos a 250 mil pesos, aproximadamente.
Aunque en 2009 se incorporaron advertencias en todas las cajetillas de cigarro, las medidas no son suficientes, explican expertos.
“México cumple con algunas políticas y en otras es parcial. Nos falta avanzar en el terreno de legislación para una modificación a la Ley General para el Control del Tabaco, para que México sea 100% libre de humo”, afirma Sabines Torres.
Fue debido a una tos constante que le molestaba por lo que Juan Carlos dejó de fumar, un año después se enteró que tenía cáncer.
Actualmente lleva tres años sin fumar, al igual que los 3 millones de mexicanos que abandonaron el tabaco en el último año, de acuerdo con cifras de la Encodat.