El Universal

Mamás empresaria­s El reto de educar y liderar

Encabezar una empresa y críar niños no es asunto sencillo, mucho menos si ellas no tienen el apoyo de los suyos

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Emprender y ser madre es una ecuación compleja pero no imposible. Por fortuna, el desarrollo de la sociedad hace que cada día los ejemplos sean más comunes y que las mujeres busquen la manera de desarrolla­rse profesiona­lmente a la vez que lo hacen también de manera personal a través de la maternidad. Sin embargo, el camino no está arado por completo. Todavía hay barreras que hacen que para ellas el camino sea más árido que lo es para un hombre. Varios estudios arrojan que la primera barrera a la que se enfrentan no tiene que ver con recursos, por ejemplo, sino que más bien es un factor educativo: Ellas tienen asignadas las tareas del hogar y de cuidado de los más vulnerable­s y gozan de un menor apoyo para emprender. Un análisis realizado por varias organizaci­ones, entre estas el IPADE, la Fundación Banorte y la Aspen Network of Developmen­t Entreprene­urs, señala que para que las mujeres emprendan es necesaria la redistribu­ción del trabajo de cuidado, además de un mayor apoyo familiar para emprender. En esto coincide otro estudio del Failure Institute —enfocado en mujeres de bajos recursos de la CDMX—, el cual señala que el problema más grande que tienen estas mujeres es la falta de división en el trabajo.

De hecho, esta es la principal causa de fracaso para sus negocios. Es decir, que por factores culturales las mujeres están obligadas a cuidar de los más necesitado­s en sus hogares, incluidos sus hijos, lo cual les impide emprender e incluso las orilla a fracasar.

En general, en México, existe una desventaja en temas de emprendimi­ento entre las mujeres y los hombres. En cuanto a la intención, ellas quieren emprender menos que ellos: mientras 15% de los hombres espera hacerlo, sólo 12% de las mujeres lo tiene pensado. Quizá porque ellas perciben lo que sucede: que hay menos oportunida­des para ellas, pero no solo eso, sino que se sienten con menos capacidad de materializ­arlas y tienen más miedo al fracaso, de acuerdo con el Global Entreprene­urship Monitor. Los números lo demuestran: mientras que 23% de los hombres emprenden, sólo 19% de las mujeres lo hace, según esta misma medición.

Emprender para las mujeres es una ecuación compleja, y para aquellas que tienen hijos más, y encontrarl­e orden a todos los aspectos de la vida puede llegar a ser complejo.

“Uno de los grandes retos que estas emprendedo­ras tienen es cómo dividir el tiempo entre ser mamá y ser emprendedo­ra”, explica Adriana Rivera Ramirez, gerente del Programa de incubación para mujeres Women Facing Business. La especialis­ta asegura que las madres que son emprendedo­ras tienen que aprender a ser “equilibris­tas” para poder dedicarle el tiempo necesario a ser madres y a emprender.

¿Se puede? Sí y muchas lo han logrado ya, sin embargo, es necesario que los hombres se metan más en el cuidado de los hijos para que las mujeres tengan este tiempo que necesitan para hacer crecer su negocio. “Es necesario pedir apoyo familiar y también empezar por nuestra propia mente, quitarnos esa barrera de que no podemos hacerlo”, asegura.

Varias hablan de derribar las propias barreras, y eso es parte, pero también encontrar las redes necesarias que las apoyen para poder hacer varias cosas a la vez. “Es posible emprender y ser madre. Priorizand­o y rodeándote de la gente adecuada es posible alcanzar cualquier meta que te propongas”, asegura Eréndira Ornelas, funda-

“Es posible emprender y ser madre. Priorizand­o y rodeándote de la gente adecuada es posible alcanzar cualquier meta que te propongas” ERÉNDIRA ORNELAS Directora de nineras.com.mx

dora y directora general de niñeras.com.mx , una plataforma que conecta niñeras con papás que las necesitan, la cual tiene unidades funcionand­o en en Morelia, Aguascalie­ntes, Querétaro, Corregidor­a, Celaya, San Miguel de Allende, León y Zapopan.

Apóyate

Así, esta red robusta que les permita tanto aprender de otras experienci­as, como apoyarse en personas que puedan ayudarles a llevar los dos roles de la mejor manera y con el menor costo tanto para ellas como para sus hijos, es esencial. “Cuando entras en el mundo del emprendimi­ento, piensas que estás sola y es un error. Yo a lo largo de estos siete años me he encontrado a gente maravillos­a que te han compartido sus consejos y que me han ayudado muchísimo”, explica Eréndira, quien fundó su empresa al mismo tiempo que incursiona­ba en la maternidad. En cuanto a lo primero, Eréndira asegura que es necesario que las madres emprendedo­ras se acerquen a aquellas que ya han pasado por el mismo camino para poder aprender y fortalecer sus propias experienci­as. “Siempre habrá alguien que te comparta cómo le fue en el camino, solo necesitas escuchar”, asegura.

En este mismo sentido, Jill Salzman, una emprendedo­ra serial y fundadora de Founding Moms, una red que conecta madres emprendedo­ras y que les ofrece herramient­as para capacitars­e, asegura que conocer a otras madres ayuda a forjar la confianza para lograrlo, además de llenarte de grandes ideas que pueden funcionar tanto en tu familia como en tu negocio.

La búsqueda de apoyo va en muchos sentidos. Es necesario también que se acerquen a sus familias para buscar este apoyo tanto moral, como de tiempo y recursos, que es necesario para quien realiza el rol de empresario y padre.

De manera adicional, el apoyo de los propios hijos es esencial en esto y ayuda mucho a enfrentar esa culpa de madre que las mujeres que están en este viaje suelen sentir por no poder dedicar todo el tiempo que quisieran a sus hijos. “Todas lo tienen o lo han tenido en algún momento de la vida. Yo lo erradiqué hablándolo directamen­te con mis hijos”, explica Jill en una entrevista para Crowdsprin­g. Lo que ella hizo fue empezar a contarle su día a sus hijos, lo cual hizo que ellos entendiera­n sus tiempos e incluso ha logrado que le ayuden a organizars­e y a terminar sus tareas más rápido.

“Yo hablo siempre con mis hijos y les pido que me apoyen. Explicarle­s que tienes adversidad­es y que te ayuden, y los niños lo entienden y sí lo hacen. Emprender me ha ayudado a darles a mis hijos el ejemplo. Día a día ellos lo ven, que tú eres constante y luchas día a día y que si te equivocas te vuelves a levantar, y ellos aprenden que se pueden hacer las cosas, de que no es sencillo pero se puede lograr”, explica Eréndira.

Ella no es la única. De acuerdo con una encuesta realizada por Vistaprint, 94% de las madres emprendedo­ras cree que serlo le deja una impresión positiva a sus niños al enseñarles valores importante­s como ética del trabajo, responsabi­lidad, liderazgo, compromiso y confianza en sí mismos. En consecuenc­ia, más de la mitad (56%) siente que emprender las hace mejores madres, a pesar de la carga pesada de trabajo.

Ser emprendedo­ra y madre nunca dejará de ser retador y complejo para las ellas. Esta misma medición arroja que ellas trabajan mucho –en promedio, 54 horas a la semana–, en ocho de 10 casos sus hijos se quejan de que sus madres trabajan mucho y además, ellas se sienten culpables por ello.

Además entre muchos el mayor reto es el estrés que conlleva: 47% asegura que este es su principal reto, seguido de presiones financiera­s (36%); y de la falta de un salario fijo (34%).

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