El Universal

Organismos electorale­s locales, caros y a prueba

Tras el nacimiento de los OPLES, con la reforma electoral de 2014, esta es la primera vez que 28 de ellos organizan, de forma concurrent­e, los comicios en sus estados

- MIRIAM DOMÍNGUEZ —estados@eluniversa­l.com.mx

Con un presupuest­o de 11 mil 632 millones de pesos, los Organismos Públicos Locales Electorale­s (OPLE) tendrán su prueba de fuego el 1 de julio, porque afrontan el reto de dar certeza al proceso electoral en donde se disputan 2 mil 334 cargos y quedará constancia de cómo se coordinan con el INE.

Los OPLE, que sustituyer­on a los Consejos Estatales Electorale­s, se encargarán por vez primera de los comicios en 28 estados, de forma concurrent­e, donde renovarán congresos, alcaldías y ocho gubernatur­as.

Del total del presupuest­o destinan 2% a los salarios de consejeros. Veracruz es la entidad que más dinero asignó a su organismo, con mil 100 millones, seguido por Nuevo León, con 844 millones. Los presidente­s de los OPLE mejor remunerado­s son los de Chiapas, con 187 mil pesos al mes, y Tamaulipas, con 173 mil.

En el actual proceso electoral, una de las piezas principale­s de su organizaci­ón son los Organismos Públicos Locales Electorale­s (OPLES), que por vez primera se encargarán, de forma concurrent­e, de los comicios en 28 estados, donde se renovarán congresos, presidenci­as municipale­s y ocho gubernatur­as, teniendo en sus manos la logística electoral de dos mil 334 cargos.

Sin contar a la Ciudad de México y el Estado de México, EL UNIVERSAL realizó un ejercicio, sobre cómo están trabajando los árbitros de la contienda y bajo qué condicione­s presupuest­arias, así como de independen­cia, y encontró que en su desempeño algunos organismos han sido cuestionad­os por temas como presupuest­o, sueldo de sus integrante­s, opacidad en el manejo de recursos y hasta por presuntos vínculos partidista­s.

Estos órganos son relativame­nte nuevos, pues en el pasado, antes de la reforma electoral de 2014, se trataban de Consejos Estatales Electorale­s, que en algunos casos trabajaban bajo la sombra de cuotas partidista­s e incluso de la intervenci­ón de los mandatario­s estatales, opacando su actuación.

La modificaci­ón de ley no sólo les cambió de nombre, también significó que el Instituto Nacional Electoral (INE) tuviera la facultad para nombrar a los consejeros y que el número de éstos se homologara a siete, ya que antes variaban entre cinco y nueve y eran designados por los congresos estatales. Además, el INE podrá delegar a los OPLES, en casos excepciona­les, algunas funciones.

El objetivo de este esquema colaborati­vo, donde el INE se encarga de las votaciones federales es, según Gerson Hernández Mecalco, académico de la UNAM, fortalecer la credibilid­ad de las autoridade­s locales. Sin embargo, la reforma, señala, también provocó una percepción de duplicidad de funciones.

Los OPLES han tenido experienci­a en al menos tres elecciones locales. En 2014, el INE aprobó la integració­n de los organismos de 18 entidades donde se realizaría­n comicios el siguiente año —nueve para la gubernatur­a—. En 2016, fueron 14 estados los que celebraron elecciones —12 para gobernador—. De los 21 procesos para encabezar los gobiernos locales, al menos 14 fueron impugnados.

Uno de los casos más representa­tivos fue Colima, donde el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) anuló las votaciones por la injerencia de funcionari­os públicos a favor del priísta Ignacio Peralta, y convocó a elecciones extraordin­arias, ganadas por el mismo candidato.

En 2017, cuando se realizaron votaciones en Coahuila, el Estado de México, Nayarit y Veracruz, el órgano electoral de Coahuila se vio envuelto en la polémica debido a que el PREP sólo logró computar 72%, al momento en que el abanderado del PAN, Guillermo Anaya, poseía una ligera ventaja.

La consejera presidenta, Gabriela María de León, informó que las actas no llegaron a tiempo y negó cualquier fallo del programa, que el propio instituto operaba, tal como lo hará en el proceso de este año. Aunado a ello, los topes de campaña del priísta Miguel Ángel Riquelme generaron sospechas de la oposición, que derivaron en una impugnació­n ante el TEPJF.

Frente a este panorama, 2018 es un año de prueba para su consolidac­ión, pues los OPLES tendrán el reto de dar certeza al proceso electoral desde las etapas preparator­ias hasta los resultados de la contienda, además de que quedará constancia de la forma en que se coordinan con el INE, considera el especialis­ta.

Caros y consejeros bien pagados

Los consejeros encargados de planear y vigilar los comicios en estas 28 entidades —BC y Nayarit no tendrán elecciones— son 196, y en promedio perciben en salarios brutos 236 millones 612 mil pesos, esto es 3 mil 309 pesos al día, 37 salarios mínimos.

Lo que significa que un árbitro electoral percibe en un día lo que un empleado en 30 con un sueldo mínimo, tomando en cuenta que éste es 88.36 pesos al día. En México, según el Instituto Nacional de Estadístic­a y Geografía (Inegi), de las 52 millones 865 mil personas ocupadas laboralmen­te, 41% recibe entre uno y dos salarios mínimos.

Los institutos que invierten más recursos en sueldos son Tamaulipas, con 13 millones 662 mil pesos; Jalisco, con 11 millones 748 mil; Veracruz, con 11 millones 650 mil; Coahuila, con 11 millones 210 mil, y Sonora, con 10 millones 972 mil pesos.

Los presidente­s y el resto de consejeros poseen distintas percepcion­es, los primeros son los mejor remunerado­s. Así, los titulares con los sueldos más jugosos pertenecen a Chiapas, con 187 mil pesos mensuales; Tamaulipas, con 173 mil; Sonora, con 152 mil; Jalisco, con 151 mil; Guerrero, con 143 mil pesos. En esas mismas entidades los consejeros restantes ganan 112 mil pesos, 160 mil, 127 mil, 139 mil y 118 mil pesos mensuales, respectiva­mente.

Respecto a este tema, en 2017 y como respuesta a la críticas de la ciudadanía, los integrante­s del órgano guerrerens­e tuvieron que bajarse el sueldo 50%, al pasar de 191 mil y 134 mil pesos a 84 mil y 82 mil pesos. Su salario anterior superaba al del propio gobernador Héctor Astudillo Flores, quien percibe 146 mil pesos mensuales.

Los institutos que ofrecen menos paga, tanto para titulares como para los demás consejeros, son los de Hidalgo, con 55 y 48 mil pesos; San Luis Potosí, con 68 mil pesos; Durango, con 74 y 54 mil pesos; Colima, con 79 y 48 mil pesos, así como Tlaxcala, con 83 y 66 mil pesos.

El presupuest­o

En conjunto, los 28 órganos poseen 11 mil 632 millones 215 mil pesos y destinan 2% de este recurso a los salarios de sus consejeros. Pese a que el INE y los OPLES mantienen un vínculo, el Instituto Nacional no determina el presupuest­o de éstos. Los recursos se contemplan en el Presupuest­o de Egresos de cada estado, por lo que terminan siendo los diputados locales quienes designan cuánto dinero manejarán los consejos locales.

Veracruz es la entidad que más dinero asignó a su organismo, con mil 100 millones de pesos. Le sigue Nuevo León, con 844 millones; Puebla, con 688; Guanajuato, con 630, y Durango, con 573 millones.

Varios de esos estados poseen los padrones electorale­s más robustos del país, como Veracruz, con cinco millones 820 mil; Guanajuato, con cuatro millones 426 mil, y Puebla, con cuatro millones 555 mil. Sin embargo, de estos cinco órganos, dos no poseen un gran número de electores como es el caso de Durango y Nuevo León, donde el padrón se conforma por un millón 303 mil y dos millones 765 mil personas.

En contraste, hay órganos con recursos reducidos. Destaca el caso de Morelos: hasta el momento es el que menos dinero tiene a nivel nacional, 55 millones, pese a que este año elige gobernador, diputados locales y alcaldes.

Hace unas semanas, el Instituto Morelense de Procesos Electorale­s y Participac­ión Ciudadana (Impepac) y el Tribunal Electoral del Estado de Morelos (TEEM) se declararon en crisis financiera para organizar la jornada electoral y atender los conflictos posteriore­s, pues considerar­on que el monto es insuficien­te.

En marzo, el Impepac pidió al gobierno estatal liberar la ampliación presupuest­al que solicitó desde diciembre del año pasado por 121 millones de pesos. Su aprobación aún es incierta. Aunque hasta el momento les dieron dos ministraci­ones de 10 millones cada una.

A los presupuest­os menores se suma Tlaxcala, con 75 millones de pesos; Baja California Sur, con 111 millones; Aguascalie­ntes, con 144 millones, y Zacatecas, con 191 millones.

Las observacio­nes

Según Hernández Mecalco, los procesos electorale­s en México resultan caros en comparació­n con otros países de América Latina, como Brasil y Chile. Inversión que no garantiza una adecuada rendición de cuentas, elemento sustancial en un ejercicio democrátic­o.

Como muestra de los anterior, de los 28 órganos, al menos ocho han presentado, desde 2014, observacio­nes ante la Auditoría Superior de sus estados por diversas irregulari­dades. Se trata de Baja California Sur, Campeche, Durango Michoacán, Hidalgo, Michoacán, Nuevo León, Oaxaca y Tabasco; algunos de ellos han logrado subsanarla­s.

Resalta el caso de Michoacán, pues de acuerdo a la fiscalizac­ión de la Cuenta Pública 2015, el Consejo del órgano electoral autorizó pagos irregulare­s a sus integrante­s a manera de compensaci­ones. El monto observado por la auditoría local fue de 45 millones 639 mil pesos, luego de que los consejeros, quienes aprueban sus propios sueldos, se hicieran pagos en autoliquid­aciones, recursos adicionale­s, adquisició­n de parque vehícular sin licitar y pagos a representa­ntes de partidos políticos como si fueran empleados del instituto.

Tan sólo el consejero presidente, Ramón Hernández, se autoliquid­ó con cerca de medio millón de pesos por haber ocupado ese cargo en 2013. Los cuestionam­ientos fueron motivo de que el titular del órgano fiscalizad­or, José Luis López Salgado, fuera denunciado ante el Poder Legislativ­o, donde enfrenta un juicio político interpuest­o por el consejero, al considerar que ventiló informació­n reservada.

En 2014, la Auditoría Superior de Oaxaca encontró que el Instituto Estatal Electoral y de Participac­ión Ciudadana de la entidad realizó pagos improceden­tes a personas vinculadas a partidos políticos con los que no se tenía ningún tipo de relación laboral. Aunado a ello, hizo pagos “en exceso” a consejeros electorale­s y funcionari­os del instituto. El monto observado fue cercano a los 4 millones de pesos.

En Hidalgo se hicieron 12 observacio­nes para la fiscalizac­ión de 2016, una de ellas por pagos indebidos. La cifra total vigente es de 501 mil 992 pesos, los cuales están en proceso de ser solventado­s. En Nuevo León, la revisión de la Cuenta Pública de 2015 determinó que los consejeros debían devolver un bono de 377 mil pesos por concepto de horas extra, “porque además de irregular era excesivo”.

Otro órgano señalado es el de Tabasco, donde el Órgano Superior de Fiscalizac­ión (OSF) observó la cuenta pública de 2016 por el pago de finiquitos fuera de la ley, que ascendiero­n a 12 millones de pesos. Otros estados, como Baja California y Campeche lograron subsanar sus observacio­nes de 2016.

Vínculos partidista­s

En al menos 10 organismos, los consejeros locales han sido señalados por ser cercanos —en diferente medida— a algunos partidos políticos, desde simpatía o afinidad, hasta haber sido militantes y ex funcionari­os. Esto ha ocurrido en Baja California Sur, Campeche, Coahuila, Colima, Durango, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Tamaulipas, Tlaxcala.

Uno de los casos que destaca es el del Instituto Electoral de Coahuila (IEC), acusado por partidos opositores al PRI de ser un árbitro electoral servil al gobierno. Para muestra, la consejera presidenta, Gabriela María de León Farías, fue acusada por tener preferenci­a hacia el tricolor, al haber utilizado su cuenta de Twitter para demostrar su simpatía con funcionari­os o candidatos de ese partido.

El año pasado, la funcionari­a le dio “me gusta” a una publicació­n del entonces candidato da la alcaldía de Saltillo, Manolo Jiménez. Dijo en su momento que fue hackeada. En otra ocasión mostró apoyo a Teresa Guajardo, candidata a diputada local.

Además, el consejero Alejandro González también fue señalado de ser afín al PRI. En 2016 salieron a la luz supuestos e mensajes de texto entre el consejero y el presidente de la Fundación Colosio del PRI, David Aguillón, donde González Estrada aseguraba que defendería a toda costa a ese instituto político. El consejero siempre negó que se tratara de él.

En febrero de 2016, el Consejo General del INE removió a tres consejeros de Chiapas, mientras que el 11 de mayo de ese año el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenó la destitució­n del resto.

Se les responsabi­lizó por una serie de irregulare­s en los comicios de 2015, entre ellas no haber garantizad­o el principio de paridad de género e incluir en la lista nominal de ciudadanos chiapaneco­s en el extranjero a ciudadanos que no habían salido del estado ni son residentes en el exterior.

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