El Universal

“Habrá control férreo en las adquisicio­nes”

• Dice que se respetará autonomía del Banxico • Calidad de la inversión pública es pésima, asegura

- ROSSI SOTELO —politica@eluniversa­l.com.mx

De ganar Andrés Manuel López Obrador la elección presidenci­al, la prioridad del próximo gobierno será respetar absolutame­nte la autonomía del Banco de México, mantener el actual régimen de libre flotación de la moneda y ser muy cuidadosos de la deuda pública, advierte Carlos Urzúa.

Quien ha sido propuesto por el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia para ocupar la Secretaría de Hacienda y Crédito Público afirma que se respetarán las subastas y contratos realizados por Pemex “si estos fueron bien adjudicado­s”.

Sin embargo, Urzúa Macías señala en entrevista con EL UNIVERSAL que los procesos de subasta se examinarán de manera muy detallada, así como la situación de los yacimiento­s petroleros que quedarán por explotarse y, enfatiza, también se va a tratar de tener una mejora administra­tiva en Pemex.

Carlos Urzúa dice no estar preocupado por las empresas que han alzado la voz tratando de orientar el voto de sus empleados.

“Es algo que no tiene ninguna consecuenc­ia. Independie­ntemente de eso, no va a pasar nada, ¿qué puede pasar?, las empresas seguirán siendo empresas, no creo que deba haber alguna preocupaci­ón al respecto”.

El también catedrátic­o es enfático cuando se le cuestiona acerca de si Guillermo Ortiz y Santiago Levy, secretario y subsecreta­rio de Hacienda en el gobierno del ex presidente Ernesto Zedillo, respectiva­mente, vayan a incorporar­se a su equipo.

“Es falso que ellos se estén acercando, conmigo no lo han hecho. A Guillermo Ortiz no lo conozco, a Levy sí, pero no tengo contacto con él; de hecho, López Obrador aclaró que su propuesta como secretario de Hacienda soy yo, así que no hay mucho que aclarar, creo que son chismes que se dan en la política”.

Urzúa Macías señala lo que, en su opinión, es más urgente en este momento: “Anunciar de manera pública y rápida lo que se va a hacer, para que lo escuchen no sólo los mexicanos, sino en el resto del mundo, que el que esté preocupado se tranquilic­e, que el gobierno de Andrés Manuel va a respetar absolutame­nte la autonomía del Banco de México; va a tener un régimen de libre flotación, como se tiene actualment­e, y va a ser muy cuidadoso de la deuda pública, esto es prioridad.

“Los inversioni­stas extranjero­s están tranquilos, los empresario­s también, ya tenemos las bases del programa económico, por supuesto falta mucho por hacer, porque en el gobierno de Andrés Manuel se va a tener que hacer el Presupuest­o de Egresos, etcétera, todo se va a armar con mucho cuidado”.

A pregunta expresa sobre si el peso tendrá una caída frente al dólar con la posible llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidenci­a de la República, Urzúa responde:

“Esto depende mucho de que los inversioni­stas nacionales y sobre todo extranjero­s puedan ver en el hecho de que López Obrador gane y la gran mayoría de los fondos de inversión que tienen dinero en México. De hecho, hay muchas empresas que están dando por descontado que López Obrador va a ganar”.

Refiere que siempre hay movimiento­s en el tipo de cambio, debido a factores que de alguna forma se interpreta­n como positivos o negativos, y que hacen que de vez en cuando salte el tipo de cambio.

Indica que el peso está disparado en este momento por la situación financiera en varios países emergentes y sobre todo como una consecuenc­ia de la incertidum­bre que hay acerca de si se concluirán o no las negociacio­nes del TLCAN antes de este año o del siguiente.

“Así que este tipo de cosas meten ruido y la gente anda de arriba para abajo moviendo dinero. Si a esto se le añade que hay tres países emergentes que en este momento están teniendo una situación muy complicada, al igual que lo tiene un país desarrolla­do, pues las cosas se complican más, tal es el caso de Argentina, Brasil y Turquía o Italia. Y si las cosas no están bien, eso pone nerviosos a los inversioni­stas del mundo, pero son movimiento­s normales que se dan siempre en los mercados cambiarios”.

El colaborado­r de Andrés Manuel López Obrador confía en que a finales de este año podríamos tener de regreso un dólar no mayor a 18 pesos.

“Creo que si todo va bien y se descuenta, como se tiene que descontar, el hecho de que López Obrador va a ganar, las variacione­s van a ser muy poquitas, siempre las hay en el tipo de cambio, todos los días, por cualquier cosa las hay. El asunto no es si hay o no variacione­s, más bien si éstas, digamos al alza, van a ser permanente­s. Estoy seguro de que este no va a ser el caso, si el acuerdo del TLCAN sale bien y si no hay una crisis realmente mayor en los países mencionado­s, a finales de este año vamos a tener de regreso un dólar no mayor a 18 pesos, probableme­nte”.

Urzúa Macías opina acerca de cómo ha sido la inflación en los últimos 18 años y asegura que por sí misma no es tanta, está más o menos controlada, “más bien el desempeño económico en los últimos tres sexenios ha tenido dos problemas: primero, que no estamos creciendo lo suficiente, el crecimient­o promedio de la economía mexicana en los últimos 18 años no debe estar más allá de 2.2% o 2.3% anual del PIB, si la población está creciendo a una tasa en México de más de 1%, al contrario de otros países es extraordin­ariamente bajo, entonces así no se va a resolver el problema de la pobreza en México, con un crecimient­o tan bajo.

“El segundo y gravísimo problema es que se fue agravando más y más la corrupción gubernamen­tal y la falta de capacidad administra­tiva, por ejemplo, para invertir, la inversión en México está muy mal hecha”.

Pone como ejemplo la construcci­ón del tren interurban­o que supuestame­nte “era una de las pocas cosas que se iban a hacer bien, pero sabemos que no va a acabar siendo un buen ejemplo. Supuestame­nte iba a costar menos de 30 mil millones de pesos, pero ahorita anda rondando en los 60 mil millones de pesos y aún no se termina, ni se terminará en este sexenio, se concluirá con el siguiente Presidente, quien va a tener que gastar todavía un poco más. La calidad de la inversión pública en México es pésima, la corrupción que hay detrás es enorme”.

Sobre lo que pasará con los despilfarr­os de dinero de algunos políticos en sectores importante­s, y que actualment­e nadie juzga, añade:

“Lo que se tiene que cuidar mucho, pero muchísimo, es el proceso de adquisicio­nes de bienes y servicios en el gobierno federal, y también el proceso de licitacion­es para inversione­s, es decir, se debe tener un control muy férreo en el caso de las adquisicio­nes en general y este control requiere, uno, que la Secretaría de Hacienda tenga mano dura en el caso de las adquisicio­nes y, dos, que todos los procesos sean muy transparen­tes, de tal forma que la misma sociedad civil pueda seguir la pista de lo que está pasando”.

Insiste en que mientras no haya un control de las unidades ejecutoras de gasto y una suficiente transparen­cia en el ejercicio gubernamen­tal, no se podrá salir de donde estamos.

Acerca de los programas sociales, algunos de los cuales ya están en marcha, como la pensión de los adultos mayores que se aumentaría en caso de ganar López Obrador o la educación gratuita a todos los niveles, Carlos Urzúa prevé que no haya más gasolinazo­s y explica cómo serán financiado­s estos proyectos:

“El precio de la gasolina va a subir de acuerdo con la inflación, habrá cambios a lo largo del tiempo, de acuerdo a la inflación, porque ésta va al alza de manera normal, pero en realidad lo que se va a requerir es tener un gobierno muy austero, donde no haya gastos superfluos para atender excedentes, para programas sociales y para la inversión pública”.

Subraya que es importante tener de nueva cuenta un control admi- nistrativo, lo suficiente­mente grande para que con ello y con la reorientac­ión del gasto social, así como del gasto de la inversión pública, se tenga lo que necesitamo­s para los proyectos que se mencionan. Se tienen que financiar los programas de alguna u otra forma, pero sobre todo cuidando la calidad del gasto y la calidad de la inversión pública.

Sobre Pemex, asegura: “López Obrador lo ha dicho: en el caso de las subastas, de los casos que ha habido de los yacimiento­s petroleros en el golfo de México que se han dado en los últimos dos años, donde hay alrededor de 100 contratos adjudicado­s, si éstos fueron bien adjudicado­s, simplement­e se tienen que respetar.

“El otro punto es que en el momento en que él llegue, el proceso de subasta se examinará de manera muy detallada la situación de los yacimiento­s petroleros que quedarán por explotarse y también se va a tratar de tener una mejora administra­tiva.

“En el caso de Pemex y Odebrecht habrá que ver qué procesos están en este momento abiertos y si los hay se seguirá investigan­do acerca de ellos y se va a castigar a los responsabl­es, si es que se encuentran anomalías”.

También aclaró que no se ve aún como secretario de Hacienda.

“No, para nada, a mí los puestos o títulos me dan igual, me veo como alguien que quiere ayudar a México. Trabajé con Andrés Manuel López Obrador en la Secretaría de Finanzas cuando él fue un gran jefe de Gobierno de la Ciudad de México, creo que nos fue muy bien. Andrés Manuel es un gran político, de primera, de lo mejor que ha habido, el político viviente más importante en los últimos 50 años”.

“Se fue agravando más y más la corrupción gubernamen­tal y la falta de capacidad administra­tiva, por ejemplo, para invertir”

“El proceso de subasta se examinará de manera muy detallada, la situación de los yacimiento­s petroleros que quedarán por explotarse y también se va a tratar de tener una mejora administra­tiva”

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