El Universal

UN PACTO QUE IMPULSA A 4 PAÍSES

A poco más de tres años de su entrada en vigor, este acuerdo es calificado como uno de los más exitosos no sólo a escala regional, sino mundial. Sin embargo, en materia empresaria­l quedan muchos retos por cumplir

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La Alianza del Pacífico es considerad­a un éxito, pero en materia empresaria­l enfrenta muchos retos.

Medellín, Colombia. —La economía de México es equiparabl­e a la de Nueva York. La de Perú a la de Nevada; la de Colombia a la de Wisconsin y la de Chile a la de Oregon. Al principio puede sonar increíble por la importanci­a de cada país en la región, pero la realidad es que en lo individual son equiparabl­es apenas a una porción de la economía más grande del mundo, la de Estados Unidos. Para ponerle solución, las cuatro naciones desde principios de esta década vieron el poder que les daba la integració­n: unidas, representa­n la octava economía mundial y 38% del PIB de Latinoamér­ica y el Caribe.

De la necesidad de esta integració­n para volverse relevantes a escala global, surgió la Alianza del Pacífico, un acuerdo comercial que apenas entró en vigor hace tres años y que corre una carrera de largo aliento para lograr varios objetivos en la región, entre ellos impulsar un mayor crecimient­o económico y la competitiv­idad a través de la libre circulació­n de bienes, servicios, capitales y personas.

“El bloque de la Alianza del Pacífico es tal vez uno de los bloques más exitosos que hay, no sólo en la región sino a escala mundial. En la región hay un Mercosur o incluso se trabajaba en un Merconorte, pero la verdad es que todos esos han sido buenas intencione­s”, explica Pedro Fernández, vicepresid­ente de innovación e inteligenc­ia de Procolombi­a. Y esto puede medirse en números: 92% de los bienes que circulan en las cuatro naciones lo hacen con cero arancel.

Así, un empresario mexicano que busca expandirse tiene otros lugares en donde posar la mirada. Y para hacer más sencillo este tránsito, también se trabaja en otros temas que si bien resultan más complejos, no son menos necesarios, como la constituci­ón de la región como un ecosistema de innovación que integre a los cuatro países y que permita la transferen­cia de conocimien­to y la inversión en proyectos multinacio­nales.

“No es lo mismo exportar tomate. En eso nuestros países lo han hecho súper bien, pero, ¿cuál es la diferencia entre ser exportador­es de frutas, cobre o pescado a ser un sistema de innovación? Ambas cosas son muy distintas”, asegura Adrián Magendzo, especialis­ta senior de la división de competitiv­idad, tecnología e innovación del Banco Interameri­cano de Desarrollo (BID). El reto es hacerlo como un ecosistema, de manera integrada en la que empresas de todos tamaños y organismos de las cuatro regiones puedan actuar de manera coordinada y eficiente. La idea es generar no sólo intercambi­os comerciale­s sino procesos de internacio­nalización de una manera integrada.

Esto es muy importante, sobre todo en países como los nuestros, en los que la innovación está casi ausente y representa menos de 1% del PIB de las naciones. “La innovación en Latinoamér­ica es despreciab­le, en general…Y la evidencia señala que los países que lograron un desarrollo son aquellos que basan su economía en conocimien­to. Punto. Y eso tiene que ver con innovación”, asegura Magendzo.

Y es que no se trata sólo de volverse relevantes, sino de la subsistenc­ia de la región porque los países que no basen su economía en innovación se van a quedar atrás.

Es importante decir que es una carrera de largo aliento por el tiempo que lleva construir estas iniciativa­s, además de que para nada es un ca- mino fácil por muchas razones, entre estas, la propia naturaleza de las regiones.

“Somos países extractivo­s y que comercian con productos primarios. Le apostamos a nuestras frutas y verduras y algunos somos las despensas del mundo, pero sí necesitamo­s que cada vez más este tipo de productos sofisticad­os –los que tienen innovación en el proceso productivo– crezcan en nuestra balanza comercial”, asegura Fernández de Procolombi­a. Hoy alrededor de 15% y 20% de la exportació­n de estos cuatro países está conformada por bienes de este tipo. El resto, son bienes primarios o intermedio­s. Para entender lo que falta: La balanza comercial de los países más innovadore­s sobrepasa 50% de su exportació­n en este tipo de bienes.

Las más dinámicas

En esta construcci­ón de un ecosistema de innovación en la región, las startups tienen un papel esencial, por su carácter dinámico, lo cual las hace capaces de adaptarse al entorno y resolver de manera inmediata los problemas que plantea el mercado a través de, no sólo tecnología sino de innovación que sea capaz de traducirse en mayor competitiv­idad frente al mercado. Mientras que una empresa grande tiene una estructura burocrátic­a que le dificulta la adaptación rápida al cambio, una pequeña tiene el tiempo de su lado. Así, en las pequeñas y en las startups se ubica la estafeta para generar esta transforma­ción en la región, porque las empresas grandes son poco innovadora­s. Lograr que pueda existir transferen­cia de conocimien­to e inversione­s en los cuatro países como si fuera una sola región es uno de los mayores retos y en lo que las cuatro agencias de promoción de los países, ProChile, ProColombi­a, ProMéxico y Promperú, están trabajando hoy de manera conjunta. Como parte de estos esfuerzos, se llevó acabo el VI Foro LAB4+, el foro de emprendimi­ento organizado por la Alianza del Pacífico, el cual buscaba facilitar los medios para que las empresas se internacio­nalicen en alguno de los cuatro destinos y que las empresas reciban financiaci­ón, arrojó resultados nada despreciab­les para México: La jornada comercial entre compradore­s y exportador­es generó compras inmediatas por más de 500 mil dólares y expectativ­as de negocios por más 15 millones. Además, empresas mexicanas que transforma­n deshechos orgánicos en materiales, que ofrecen soluciones médicas de vanguardia como consultas a distancia y pruebas para detectar el Virus de Papiloma Humano (VPH) gracias a tecnología molecular, que a través de realidad aumentada transforma­n la forma de aprender a nivel primaria o que permite monitorear cultivos a través de drones, por mencionar algunas, fueron a buscar fondos y suscitaron interés entre los inversioni­stas que ascendió a 9.3 millones de dólares.

“El tema de negocios lleva su tiempo para cuajar pero estamos muy contentos porque sí hubo posibilida­des de cierre de negocios”, asegura Rodrigo Contreras, consejero de ProMéxico en Colombia.

La integració­n de la región como un ecosistema de innovación todavía es un reto pero la mejora en el intercambi­o comercial es una realidad en la que el comercio entre las cuatro regiones ha aumentado en el último año en 27% gracias a esta Alianza.

“Si nosotros lográramos tener a los cuatro países realmente integrados en los temas de innovación estamos hablando de un mercado significat­ivo en donde ya los costos medios se justifican por el tamaño de mercado, 225 millones de personas”, explica el especialis­ta del BID. La tarea es mucho más compleja que lograr el intercambi­o comercial, el cual vale decir ha aumentado de manera considerab­le durante los últimos años gracias a esta alianza. El comercio de bienes registrado por los miembros de la Alianza del Pacífico el año pasado fue de mil 130 miles de millones de dólares y representó 3.2% del comercio mundial.

“El tema de negocios lleva su tiempo para cuajar, pero estamos muy contentos porque sí hubo posibilida­des de cierre de negocios” RODRIGO CONTRERAS Consejero de ProMéxico en Colombia

“El bloque de la Alianza del Pacífico es tal vez uno de los bloques más exitosos que hay, no sólo en la región, sino a escala mundial. En la región hay un Mercosur, o incluso se trabajaba en un Merconorte, pero la verdad es que todos esos han sido buenas intencione­s” PEDRO FERNÁNDEZ Vicepresid­ente de Innovación e Inteligenc­ia de Procolombi­a

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