Estilización de buen gusto
El proceso artesanal.
Lo primero que hicieron con la Norton Dominator Cafe Racer fue desarmarla, quitar el tanque de gasolina y “recortar” los costados y la parte trasera, los cuales fueron reemplazados con partes que soldaron al bastidor. El nuevo tanque es ligeramente más pequeño y tiene hendiduras en los costados para las rodillas. El asiento original fue reemplazado con uno hecho a mano con un mejor acolchado para poder montar por más tiempo, forrado en cuero y que termina en un pequeño colín de aleación. Los soportes laterales del asiento fueron aligerados mediante una perforación cuidada. También le fue dotado un sistema de escape que corre por la parte media de la moto (no por abajo), que termina siguiendo las líneas del subchasis. Para reducir un poco más el peso, cambiaron los rines originales por unos ultraligeros BST de fibra de carbono. Una de las partes que más cambiaron en la Norton Dominator Cafe Racer es la carcasa del faro, pues éste es un rombo invertido de aluminio pulido con un diminuto agujero en la parte derecha para el faro. Claramente, una de las bondades de hacer un ejercicio estilístico. Nos quitamos todo ánimo de objetividad y desde los humildes escritorios de Motorette, le damos nuestras más sinceras felicitaciones al Señor Partridge por no solo por atreverse a modificar una de las motos de producción más hermosas de los últimos años, sino por tener la humildad de hacer solo unos cuantos retoques para hacer de la Norton Dominator Cafe Racer una montura aún más espectacular que cuando salió de la fábrica.
En pocas palabras, el ejercicio entre Norton y este presentador de TV resultó de buen gusto y bien ejecutado, pues esta moto está muy lejos de las monstruosidades temáticas que hemos visto en la televisión en el pasado. Sin lugar a dudas, este puede ser un buen ejemplo para otros modificadores de dos ruedas.