Basta de mentiras
Antenoche, al ir a dormir, me informaron que en la portada de una revista se aseguraba que atenté contra la intimidad de mi compañera de trabajo Patricia López de la Cerda. Evidentemente, me alarmé. Era una situación rara y confusa.
Inmediatamente me comuniqué con Patty, me importaba y preocupaba mucho platicar con ella, por encima de la condición laboral. Es alguien a quien admiro, una persona trabajadora, luchona, responsable, que se ha ganado un sitio en
los medios con base en trabajo. Todo lo publicado es falso. Me sorprendió la calumnia y condeno cualquier tipo de agresión y acoso hacia las mujeres.
Cuando vi esto, supe que venía de una revista caracterizada por difamar a las personas. Ejemplos hay muchos en los que han intentado destruir familias con base en mentiras, tratando de vender más ejemplares.
Desde luego, Patty entendió perfectamente la falsedad de la nota, me reiteró el afecto y la amistad que siempre hemos y seguiremos teniendo...
Ella sabe que esto viene por otro lado, que no soy el “salvoconducto”, como falsamente se dice en la revista. Condeno plenamente cualquier tipo de agresión a las mujeres y esto no es la excepción.
A Patty le he aprendido mucho en lo profesional. La co-