El Universal

ASTUCIA RINDE FRUTO

Una joven selección gala se mete a las semifinale­s, gracias a su talento para transforma­rse según el rival

- ABRAHAM GUERRERO G. Enviado

Nizhny Nóvgorod.— Puede ser la selección más joven del Mundial, pero la calidad y personalid­ad dentro del campo no tienen nada que ver con la edad. Francia se ha clasificad­o a las semifinale­s gracias a su capacidad para transforma­rse, según las dificultad­es o cualidades del rival en turno.

Ayer, cuando tuvo que responder al juego brusco, tan clásico de Uruguay, lo hizo. Ninguno de sus futbolista­s se arrugó ante la presión de los charrúas, que no pudieron contar con su goleador Edinson Cavani, por lesión.

El equipo de Didier Deschamps tiene una enorme cualidad que lo hace favorito a la disputa por el título en Rusia

Un cabezazo de Raphael Varane, al 40’, puso en ventaja a los franceses, y una heroica desviada de Hugo Lloris a remate de Martín Cáceres, a nada del descanso, los mantuvo arriba en el marcador.

Mejor acomodado, producto de la victoria, el equipo francés se dedicó a manejar el juego ante la incapacida­d charrúa para hacer daño. Y la selección gala se volvía a transforma­r. Ahora para aguantar a su rival.

Desesperad­o, Óscar Washington Tabárez mandó su resto hacia el último tercio del tiempo. Pero de los cambios, solamente Cristian Rodríguez entendió —desde el momento en que entró a la cancha— que no había tiempo para lucir, debían acercarse al arco rival y empatar. Cosa que no sucedió tras un golpe certero al corazón celeste.

Como sucede en este tipo de historias, ese golpe no vino de un rival, sino de quien menos se espera. Justo al 61’, el portero Fernando Muslera falló ante un disparo de Antoine Griezmann, quien no celebró ante la magnitud del error. Una mala técnica para ir sobre el esférico se convirtió en el 2-0. La ventaja fue irremontab­le para los uruguayos, quienes nunca dejaron de luchar.

En la banca charrúa, Tabárez platicaba con sus auxiliares en busca de encontrar algún consuelo a lo que sucedía en la cancha. Pero había otro personaje que, aunque intentaba mantenerse firme, sufría cómo nadie. Lo que padeció Cavani al no poder estar en este partido lo dejará marcado.

El resto fueron algunas patadas, reclamacio­nes al árbitro argentino Néstor Pitana y un par de incidentes que no pasaron a más. Deschamps sacó a Mbappé y Griezmann para evitar una suspensión. Porque la gala puede ser la selección más joven dentro del Mundial, pero juega como si tuviera más de estas copas encima.

Francia volvió a cambiar. Ante un roce de Mbappé con Rodríguez, fue un equipo más cauto. Tocaba de primera y retenía poco el balón, aunque tampoco dejaba que se llegara cerca de su área. Camaleónic­o equipo que juega al son que le toque el rival, sin ser superado y siempre con el manejo del juego de su lado. Todo un candidato al título por la calidad de sus jugadores, el trabajo de su técnico y esta capacidad de mutar para y por lo que se necesite siempre.

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Fernando Muslera cargó con la responsabi­lidad en el 2-0.
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