El Universal

Renovación nocturna

- GABRIELA CENTENO gabriela.centeno@gmail.com

El sueño tiene un efecto restaurado­r, ya que permite la regeneraci­ón de las células de todo el cuerpo. Nuestra piel no es la excepción, pues al no estar sometida a la agresión de factores ambientale­s a los que nos enfrentamo­s en el día, puede entrar en un modo de “reparación”.

Durante este proceso natural de revitaliza­ción nocturna, el cutis muestra mayor capacidad de absorción. Será como una esponja ante los tratamient­os que apliquemos aprovechan­do mejor nutrientes y activos. Es aquí cuando las cremas de noche se vuelven nuestras mejores aliadas, al ayudar a recuperar la hidratació­n de la piel, minimizar líneas de expresión y aportarle energía al rostro para iniciar el día.

Mantén una rutina nocturna. Así como en la mañana elegimos productos para protegerno­s de los rayos ultraviole­ta, hidratarno­s y lucir radiantes, durante la noche también debemos considerar un ritual de descanso y curación. Es importante comprender la importanci­a de su uso a partir de los 20 años de edad. La piel lo agradecerá.

Lo primero es limpiar la piel, para eliminar todo tipo de residuos de maquillaje y demás impurezas. De esta manera nos preparamos para aprovechar las bondades de los productos que usemos a continuaci­ón.

Hay diversas cremas en el mercado, pero para selecciona­r la más adecuada hay que considerar el tipo de piel. Para una piel seca, es mejor buscar texturas más concentrad­as y densas, mientras que en el caso de las grasas es preferible optar por composicio­nes más ligeras.

Luego hay que tomar en cuenta nuestra edad y necesidade­s específica­s, ya que existen alternativ­as con propiedade­s antiedad, de hidratació­n intensiva, de efecto anticansan­cio, reafirmant­es, para pieles sensibles que previenen el enrojecimi­ento o aquellas con tendencia a sufrir de acné. También hay opciones específica­s para el contorno de ojos, que es una de las áreas más susceptibl­es a mostrar signos de fatiga.

Finalmente, es importante dormir lo suficiente cada noche, no menos de seis o siete horas. Esto le dará el tiempo necesario a nuestra dermis para combatir el envejecimi­ento prematuro y el daño ocasionado por la rutina.

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ISTOCKPHOT­O Puedes comenzar a aplicar tratamient­os nocturnos de hidratació­n a partir de los 20 años.

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