“No fue chiste, fue protesta”
El domingo, en este espacio, le comentamos que el viernes México compareció ante el Comité para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer y que Miguel Ruiz Cabañas, al hacer uso de la palabra, un comentario suyo a la presidenta del comité, Dalia Leinarte, hizo levantar las cejas de feministas en Ginebra, Suiza. Ella le dio un minuto para contestar una pregunta, a lo que Ruiz Cabañas respondió: “Ni a mi esposa le puedo contestar en un minuto”. Ayer, el embajador, por medio de una carta, lamenta la interpretación que se le dio a su comentario: “En ningún momento traté de hacer una broma o un chiste”, dice. Don Miguel explica que que no fue una broma, sino una protesta, pues la presidenta del Comité interrumpió varias ocasiones a la Delegación sin dar el tiempo necesario de contestar adecuadamente las preguntas de las expertas. Y que, cuando una de las expertas hizo una pregunta particularmente compleja, al dar la palabra a la delegación para contestar, la presidenta anunció que tenía un minuto para hacerlo. En efecto, su respuesta fue que ni a su esposa, que es la mujer que mejor lo conoce después de 35 años de matrimonio, podría darle una respuesta satisfactoria en sólo un minuto. No fue chiste, fue una queja. Fue una queja por las constantes interrupciones por parte de la presidenta.