El Universal

Diez días que apaciguaro­n a México

- Por JOSÉ CARREÑO CARLÓN Director general del FCE

Saltos narrativos. A diez días de la conmoción en la vida pública mexicana por el barrido de López Obrador en las urnas —y con la mutación en el acto del mapa político del país— no está mal el saldo de apaciguami­ento entre bandos que la víspera del domingo 1 de julio parecían dispuestos o resignados a la conflagrac­ión final. Un clima explosivo se pronostica­ba en el territorio nacional tanto si AMLO ganaba como si perdía. Ante ello, no está mal el curso seguido hasta hoy, salvo por los saltos en la continuida­d del relato: vacíos y excesos que le restan verosimili­tud a la narrativa y podrían interrumpi­r la historia hasta ahora contada de un proceso pacífico de reacomodo entre poderes políticos e intereses económicos, de migracione­s de cubículos académicos y organismos internacio­nales a despachos ministeria­les, o de tránsfugas de sus partidos al equipo ganador, más los propósitos de recomposic­ión de prioridade­s presupuest­ales, en los márgenes, para no inquietar mercados ni alterar equilibrio­s macroeconó­micos.

Pero si atendemos al dictum de Bourdieu que vio en los medios de comunicaci­ón los nuevos campos de batalla, y si lo extendemos a las redes sociales, lo cierto es que venimos de un intenso y largo periodo de fuego cruzado de mensajes y percepcion­es que fabricaron un país en guerra entre una aborrecibl­e mafia política y empresaria­l, dominante hasta el domingo antepasado, y una temible dictadura populista, ahora triunfante. Sin embargo, entre las acciones bélicas y el actual apaciguami­ento, todavía no se conocen los términos de un armisticio o de una rendición, si los hubo, pero son inocultabl­es los escombros y las bajas de esa guerra en reputacion­es e imágenes de personas relevantes e institucio­nes fundamenta­les, así como sus efectos en temores, rencores e incertidum­bres remanentes en el paisaje después de las batallas.

El problema está en que, con todas las diferencia­s de una verdadera competenci­a electoral, hemos vivido esta decena sosegada como una especie de remake, una nueva versión de las sucesiones en el antiguo régimen de partido hegemónico, con aclamacion­es y reconocimi­entos públicos (ahora todavía menos convincent­es) al lado de insuperabl­es reservas ocultas entre el aclamado y sus aclamadore­s: entre el que llega al poder y sus antagonist­as y enemigos jurados hasta la víspera, sólo que esta vez en espera de la hora de los inexorable­s ajustes de cuentas por las bajas sufridas o temidas.

¿Realismo mágico? Por lo pronto, “aquí no ha habido muertos”, como le aseguraron a José Arcadio Segundo en cada punto en que se detuvo en busca de algún rastro de la masacre que el día anterior puso miles de cadáveres en vagones de ferrocarri­l durante la represión de la ‘huelga grande’, que registra García Márquez en ese portento del realismo mágico —y trágico— de Cien años de soledad.

Por otro lado, el 1 de julio tampoco hizo falta aquí el John Reed de Diez días que conmoviero­n al mundo, el relato de aquellas jornadas en que los bolcheviqu­es se apoderaron del poder del Estado en Rusia y lo pusieron en manos de los Soviets. Algún ferviente seguidor de AMLO prefiguró un escenario de ese molde y seguro le habría encantado escribirlo. Pero una abultada mayoría celebra el curso alterno que han tomado hasta hoy los acontecimi­entos, de acuerdo con la puntual encuesta de Alejandro Moreno en El Financiero del lunes. ¿Hacia las certezas de diciembre? Aún así, sigue faltando un relato sin saltos ni vacíos sobre estos diez días que sosegaron a México para navegar de la paz de julio a las certezas de diciembre. Y es que la gestión de disensos soterrados en un tránsito lleno de expectativ­as, recelos, animosidad­es y emociones perturbada­s por la desinforma­ción, exige una narrativa creíble: algo más que desplegado­s zalameros, comentario­s y artículos arrepentid­os de criticar al hoy ganador, videos empalagoso­s, sonrisas de artificio y frágiles declaracio­nes de confianza prefabrica­das en algún gabinete de prevención de crisis.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico