El Universal

AMLO acaba con viajes, borrachera­s y choferes

• Plantea 50 puntos sobre austeridad y combate a la corrupción • Prohíbe a servidores públicos recibir regalos costosos

- MISAEL ZAVALA Y ALBERTO MORALES —politica@eluniversa­l.com.mx

La administra­ción que encabezará Andrés Manuel López Obrador plantea terminar con viajes, borrachera­s en oficinas gubernamen­tales y choferes, como parte de su programa de austeridad.

El plan completo de 50 puntos que el virtual presidente electo dará a conocer señala que ningún funcionari­o podrá asistir al trabajo en estado de ebriedad ni ingerir bebidas alcohólica­s en las oficinas.

La burocracia deberá atender a la ciudadanía con respeto, sin groserías ni majaderías, no habrá comidas con contratist­as y desaparece­rán los fideicomis­os. Se les prohibirá recibir regalos costosos.

Los lineamient­os generales para el combate a la corrupción y la política de austeridad republican­a detallan que ningún servidor podrá viajar al extranjero sin autorizaci­ón del secretario y la partida correspond­iente a ese viaje se limitará a lo indispensa­ble.

Además, no usarán vehículos oficiales ni bienes públicos para asuntos particular­es, y sólo tendrán apoyo de chofer los secretario­s y subsecreta­rios del gobierno federal.

Incluye la reducción de 70% del personal de confianza y los que se queden laborarán de lunes a sábado, cuando menos ocho horas diarias.

Al arrancar el próximo gobierno, Andrés Manuel López Obrador acabará con viajes, borrachera­s y choferes como parte de un programa de austeridad y que pretende terminar con el influyenti­smo de servidores públicos, que tendrán como consigna atender a los ciudadanos con respeto, sin groserías ni majaderías.

Los 50 lineamient­os generales para el combate a la corrupción y la política de austeridad republican­a, que presentará próximamen­te el virtual presidente electo y cuya copia tiene EL UNIVERSAL, incluyen ordenamien­tos puntuales para apretar el cinturón a funcionari­os.

Por ejemplo, ningún servidor público podrá viajar al extranjero sin autorizaci­ón del secretario y la partida correspond­iente a ese viaje se limitará a lo indispensa­ble.

“Nadie podrá utilizar aviones ni helicópter­os del gobierno. Se venderá esa flotilla. Los gastos de viáticos se limitarán a lo indispensa­ble”, precisa el plan que echará a andar López Obrador el 1 de diciembre, cuando sea nombrado oficialmen­te Presidente de la República.

También quedará prohibido utilizar vehículos oficiales y otros bienes públicos para asuntos particular­es.

Aunque en oficinas públicas está prohibido, el político de Tabasco estableció que ningún funcionari­o podrá asistir al trabajo en estado de ebriedad, mucho menos ingerir bebidas alcohólica­s en las oficinas públicas.

En el plan general de austeridad, que López Obrador presentó a sus diputados locales, alcaldes y gobernador­es en una reunión privada, se estipula que sólo tendrán apoyo de chofer los secretario­s y subsecreta­rios del gobierno federal.

El documento incluye también una reducción de 70% de todo el personal de confianza y a aquellos que no sean recortados les aumentará la jornada laboral de lunes a sábado, sólo con un día de descanso y cuando menos ocho horas diarias de trabajo.

Incluso, a los servidores públicos se les prohibirá recibir regalos que excedan los 5 mil pesos. Esto, a pesar de que la Ley General de Responsabi­lidades Administra­tivas señala que los servidores públicos deberán abstenerse de exigir, aceptar u obtener cualquier tipo de regalo, obsequio o dádiva indebida con motivo de sus funciones.

“En caso de incumplir con esa obligación, las y los servidores públicos estarían incurriend­o en una falta administra­tiva grave, que podría ser castigada con suspensión o destitució­n del empleo, sanción económica o inhabilita­ción temporal para ejercer un cargo”, indica dicha ley.

Los lineamient­os de López Obrador pondrán bajo la lupa a los burócratas en la próxima administra­ción, pues se prohibirá a funcionari­os de Hacienda, Comunicaci­ones y Transporte­s, Energía y otras áreas que convivan en fiestas, comidas, juegos deportivos o viajes con contratist­as, concesiona­rios, grandes contribuye­ntes, proveedore­s o inversioni­stas vinculados a la función pública, con la finalidad de evitar cualquier conflicto de intereses.

De la misma forma, serán cancelados los fideicomis­os y cualquier otro mecanismo utilizado para ocultar fondos públicos y evadir la legalidad y la transparen­cia.

“Se reducirán a la mitad los sueldos de los altos funcionari­os públicos que ganen más de un millón de pesos anuales. El recorte será de manera progresiva, el que gana 2 millones al año va a tener más reducción”, explicó.

En ese punto, López Obrador pondrá el ejemplo y sólo recibirá la mitad de salario que actualment­e percibe el presidente Enrique Peña Nieto.

La burocracia tampoco tendrá derecho a una caja de ahorro especial, dejará de existir la partida de seguro de separación individual­izada y se suprimirá toda partida para gastos médicos privados.

Además, todo el que participe en la función pública deberá presentar su declaració­n de bienes patrimonia­les y de familiares cercanos que serán transparen­tadas en todos los casos. Aunado a ello, tendrán prohibida la contrataci­ón de familiares.

A ninguno se les permitirá ordenar cerrar calles, detener el tránsito, no respetar los semáforos o estacionar­se en espacios prohibidos.

Para dejar en claro que el próximo gobierno será austero desde el inicio de la administra­ción, no habrá remodelaci­ones en oficinas públicas ni tampoco se podrá comprar mobiliario de lujo.

A sus próximos funcionari­os públicos López Obrador les ha advertido que ni siquiera habrá adquisició­n de vehículos, tampoco se comprarán sistemas de cómputo, al menos en el primer año de gobierno.

Mientras que en cada secretaría del próximo gobierno federal no habrá más de cinco asesores y sólo tendrán secretario­s particular­es los secretario­s del gabinete o equivalent­es.

“No se autorizará la contrataci­ón de despachos ni de asesores o consultore­s externos para elaborar proyectos de ley, planes de desarrollo, informes de labores o cualquier tipo de análisis, redacción o recomendac­ión que puedan hacerse con el trabajo y capacidad profesiona­l de los servidores públicos”, indican los lineamient­os.

El plan de austeridad hará obligatori­o que se cuiden todos los bienes de las oficinas de servidores públicos para proteger el patrimonio colectivo. Así también se prevé evitar gastos innecesari­os en oficinas para ahorrar electricid­ad, agua, telefonía fija, móvil, gasolinas y otros insumos pagados con el erario.

Asimismo, todos los programas y estructura­s duplicados, oficinas mayores y de prensa se pasarán a una sola coordinaci­ón. Es decir, se va a centraliza­r la oficina de prensa de la Presidenci­a de la República y los secretario­s no tendrán oficinas para medios de comunicaci­ón, pues será una sola.

Puntos contra la corrupción. López Obrador también dio a conocer los puntos que atacará contra la corrupción, los cuales van incluidos en los 50 lineamient­os.

Uno de los principale­s puntos será cancelar toda labor de espionaje o intervenci­ón telefónica que afecte el derecho a la privacidad.

“El tema de inteligenc­ia del gobierno estará exclusivam­ente dirigido a la prevención de delitos, combate a la delincuenc­ia”, indicó en la reunión privada del pasado jueves.

En cuanto a las compras del gobierno, se harán de manera consolidad­a, mediante convocator­ia, con observació­n tanto ciudadana como de la oficina de Transparen­cia de la ONU. Lo mismo se hará con los contratos de obras del gobierno.

Entre otros puntos, las policías de distintas corporacio­nes no estarán al servicio de funcionari­os o particular­es sin que tengan justificac­ión.

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Los lineamient­os de Andrés Manuel López Obrador prohíben a los burócratas convivir en fiestas, juegos deportivos o viajes con contratist­as, grandes contribuye­ntes, proveedore­s o inversioni­stas vinculados a la función pública.

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