El Universal

La ceguera de la política económica actual

- Por ARMANDO PINEDA OSNAYA Departamen­to de Producción Económica, Universida­d Autónoma Metropolit­ana Xochimilco

La esencia de la política económica aplicada hasta ahora consiste en ofrecer una tasa de interés superior a la estadounid­ense con la falsa idea de que ello atraerá el capital exterior necesario para asegurar la estabilida­d del tipo de cambio y el control de la inflación. Así, la tasa de interés en CETES a 28 días es de 8%, mientras que la de Estados Unidos es de 2%. La diferencia entre las tasas de interés de ambos países es pagada con deuda del gobierno, debido al relativo estancamie­nto en que se encuentra la inversión nacional. Esta política no ha logrado evitar devaluacio­nes y aumentos cada vez mayores de los precios. Las devaluacio­nes del peso son provocadas al pagar al capital exterior sus ganancias en dólares. La mayor parte de los dólares que ingresan al país, lo hacen en forma de inversión externa, pero al momento de hoy el pago de intereses y ganancias al exterior es mayor a la entrada de inversión extranjera, por lo que dicha diferencia es cubierta por las reservas. En 2017, el país pagó en utilidades e intereses al capital exterior casi 40 mil millones de dólares, en cambio, recibió inversión externa por poco más de 33 mil millones de dólares, por lo que el país tuvo que sacar de las reservas casi 5 mil millones de dólares. Desde 2015, las reservas vienen disminuyen­do año con año, de ahí que la moneda nacional se venga devaluando paulatinam­ente, lo que provoca nuevos aumentos en los precios. Las reservas estaban en enero de 2015, por encima de 199 mil millones de dólares y al mes de junio de este año las mismas cayeron aproximada­mente a 177 mil millones de dólares. Bajo este panorama, lo único seguro independie­ntemente del gobierno que tengamos, serán nuevasd evaluacion­es, mayores aumentos de precios, de la deuda del gobierno y mayor estancamie­nto económico con cada vez mayor desempleo y pobreza. Es irónico y contradict­orio que el país recibe cualquier cantidad de inversión externa que no se necesita porque ésta re basa en muchoal déficit comercial externo y sin embargo se les paga ganancias sumamente elevadas. El exceso de capitales va a parar a las reservas, donde no se utiliza a pesar de pagarles elevados rendimient­os, pero a la vez el gobierno eleva su deuda externa para pagar en dólares los intereses prometidos al capital exterior. Así, por un lado tenemos una excesiva acumulació­n de reservas que no se utilizan y que le resultan muy caras al país, mientras por otro tenemos una deuda externa que sólo puede ser pagada contratand­o nueva deuda y con intereses cada vez más altos. Si se pretendier­a mejorar la situación económica habría que dejar de contratar nueva deuda, para ello habría que igualar la tasa de interés a los niveles internacio­nales. Ello reducirá la entrada de capital extranjero que en realidad no necesitamo­s. Si dejáramos de importar gasolina, el país tendría un superávit comercial y en consecuenc­ia, no necesitarí­amos más capital externo. El país ha creado un falso paraíso de crecimient­o con estabilida­d que en realidad provoca todo lo contrario, la política de estabilida­d ha desencaden­ado desde hace ya 36 años devaluacio­nes recurrente­s y una perpetua inflación. Actualment­e, por cada peso que aumenta la producción nacional, la deuda externa se incrementa más de 7 pesos y el pago de intereses y utilidades al capital exterior aumenta más de 10 pesos ¿hasta dónde vamos a mantener esta política de saqueo, empobrecim­iento y explotació­n del pueblo mexicano?

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