Latería de manteles largos

Las latas no son sinónimo de comida aburrida y procesada. Atrévete a preparar platillos originales con ellas y sorprende a tus invitados

Anchoas, aceitunas kalamata, amarenas, palmitos, sardinas en aceite, pimientos del piquillo y hasta chícharos… la lista de productos enlatados que puedes tener en tu alacena para que te saquen rápidamente del apuro en una cena o comida íntima es infinita. “Se pueden elaborar platillos sofisticados con muchos tipos de ingredientes enlatados. Yo recomiendo que sean latas de tamaño pequeño para elaborar máximo cuatro porciones y que sean de las que tienen clip para reducir el tiempo de preparación”, dice Fernando Sánchez, chef de Diana, en The St. Regis Ciudad de México. Los alimentos en conserva, como los conocemos hoy en día, fueron ideados por un empresario francés del siglo XVIII llamado Nicolás Appert, quien tenía una fábrica que suministraba sus productos al ejército francés. La invención de Appert significó un paso adelante en el proceso de industrialización y conservación de los alimentos. Y, aunque actualmente vivimos un boom por el consumo de ingredientes frescos y locales, la realidad es que los alimentos enlatados permiten la preservación y llegada de alimentos perecederos a zonas de difícil acceso, además de facilitar el consumo de exquisiteces de otras latitudes. “En muchas de las latas cuyo método de conservación es la salmuera, el ingrediente principal tiene un sabor peculiar el cual, en lo personal, disfruto mucho. Aunque si no es de tu agrado, hay algunas otras que solo se conservan con agua o con aceite”, dice Sánchez. Las latas con golpes, etiquetas no legibles, polvo o cochambre en la superficie se deben evitar, según recomienda el experto. “A veces hay ingredientes desconocidos. Es necesario investigar un poco antes de hacer la compra, ya que por el medio líquido en el que se encuentran, nuestra perspectiva de sabor cambia con relación al ingrediente fresco”. No te equivoques 1. El alto contenido de sal en los enlatados ayuda a preservar los alimentos además de conservar su textura. Para reducir el nivel de sodio, enjuaga el contenido de las latas antes de consumirlo. 2. Los vegetales enlatados pueden ayudar a cubrir las necesidades de consumo de este tipo de alimentos. Inclúyelos en tu dieta. 3. Si no deseas consumir conservadores, revisa las etiquetas. Muchos de los enlatados y conservas se elaboran sin aditivos, únicamente utilizando tecnologías de esterilización. 4. Una vez abiertos, los enlatados pueden vaciarse en otro contenedor y conservarse en refrigeración hasta por 48 horas. 5. Añade variedad. La latería es una buena opción para que tu dieta no sea aburrida y puedas preparar platillos con ingredientes de tierras lejanas. Atrévete a probar nuevos sabores. 6. No son sinónimo de lujo. Aunque hay opciones de costo elevado, delicias como las sardinas te permitirán consumir ingredientes nutritivos a muy bajo costo. •