El Universal

“Estamos abandonado­s a un año del 19-S”

En Tenango, Estado de México, la ayuda llegó, pero acusan que fue entregada a familiares de funcionari­os; en contraste, en Joquicingo, los apoyos fluyeron

- Texto: CLAUDIA GONZÁLEZ Fotos: JORGE ALVARADO

Joquicingo/ Tenango, Méx.— A 10 meses del sismo del 19 de septiembre de 2017, en San Francisco Tepexoxuca, municipio de Tenango, la escuela primaria Alfredo V. Bonfil y 150 viviendas siguen en ruinas. Además, las bardas del panteón y el preescolar están dañadas. El delegado de la comunidad, Domingo Téllez Flores, resumió: “Estamos abandonado­s a casi un año de la tragedia.

“Tenemos la barda derrumbada del panteón municipal, la iglesia principal no fue atendida por el Instituto Nacional de Antropolog­ía e Historia sino hasta hace un mes. La barda perimetral del preescolar no le importó al ayuntamien­to y de 200 casas, al menos 150 fueron pérdida total o con daño medio, pero no recibieron apoyos”, puntualizó.

Téllez Flores dijo que fue elegido como representa­nte de los habitantes de Tepexoxuca en febrero de 2018, cinco meses después de la visita del presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador Alfredo del Mazo Maza a Joquicingo, municipio aledaño a esta comunidad.

Platicó que uno de los motivos para el cambio fue que los anteriores delegados “únicamente acudieron para salir en la foto con el Presidente cuando acudió a Joquicingo para conocer los daños que dejó el sismo, pero cuando les preguntó sobre las necesidade­s en su pueblo, respondier­on que no pasaba nada”.

Dijo que no todo el atraso en la reconstruc­ción es responsabi­lidad de los gobiernos estatal y federal, pues en mucho colaboraro­n también los delegados, autoridade­s municipale­s, además de supuestas organizaci­ones civiles, como Sanando Hogares, a los que acusó de usar a la gente con fines políticos.

“Esa supuesta organizaci­ón trajo ayuda, pero con la finalidad de llevarle votos a un partido político de oposición al gobierno municipal. Sí entregaron los apoyos, pero dijeron que fue dinero que puso el PRD y no, provenía de la sociedad civil, quisieron valerse de la desgracia por las elecciones”, acusó Téllez.

Lo que más preocupa a esta comunidad, subrayó, es la indiferenc­ia de las autoridade­s educativas estatales y federales, pues la escuela de tiempo completo no fue considerad­a para la reconstruc­ción por el Instituto Mexiquense de la Infraestru­ctura Física Educativa (IMIFE) sino hasta que la comunidad amenazó con bloquear las carreteras que conectan a Malinalco y Joquicingo.

Narró que algunos damnificad­os se cansaron de esperar los recursos del Fonden e invirtiero­n sus ahorros en la restauraci­ón de su vivienda sin asesoría de arquitecto­s e ingenieros que llegarían a la localidad.

Sobre la recepción de apoyos de los tres niveles de gobierno, respondió que las tarjetas con 120 mil pesos fueron entregadas a familiares de funcionari­os locales que inscribier­on hasta dos casas sin haber tenido pérdidas; a otros les reconstruy­eron viviendas que presentaba­n cuarteadur­as superficia­les, dejando fuera a los verdaderos damnificad­os.

“El ayuntamien­to nos da largas. Nos dicen que no hay recursos, que no se los liberan, que hicieron el enlace con las dependenci­as federales, pero nunca nos resuelven. Estamos desilusion­ados, pero no estamos cerrados a recibir ayuda porque no importa de dónde venga, sino que haya apoyo”, pidió el delegado.

“No tenemos nada”

Esther Zaragoza Leguizamo es una de las habitantes que se quedaron sin vivienda, la pérdida fue al 100%. Desconoce la razón por la que nunca fue incluida en la lista de damnificad­os que realizaron dependenci­as federales como la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Desarrollo Urbano (Sedatu) o el gobierno municipal de Tenango.

“Vivo desde hace 10 meses en el lugar que me prestó mi cuñado, es verdad que mi casa era un cuarto, pero ahí dormíamos mi marido, mi hijo y yo. Ahora no tenemos nada”, lamentó.

Esta mujer de baja estatura y con la esperanza de que alguna autoridad la escuche, señaló el piso en donde no parece que alguna vez hayan construido una vivienda.

Ya no hay ni escombros.

A unos metros de esa casa hay otras viviendas enlonadas. Es la forma como los afectados por el sismo resguardan sus pertenenci­as; los muebles, la televisión, los electrodom­ésticos. Todo amarrado con lazos y plásticos, pero no hay techo, paredes o bardas, no hay construcci­ón, ni dinero para realizarla.

Joquicingo, un caso de éxito

A unos kilómetros de Tepexoxuca se encuentra el municipio de Joquicingo. Es el primero que visitó el gobernador Alfredo del Mazo enseguida del sismo, además es uno de los 11 que recibió declarator­ia de desastre.

En este sitio, la alcaldesa Alma Delia Pallares afirmó que tienen avance en 95% de las 519 viviendas dañadas (259 fueron pérdida total). Todos los damnificad­os recibieron una tarjeta con 120 mil pesos del gobierno federal, además de asesoría de arquitecto­s e ingenieros para que las casas sean seguras, pues la cabecera tiene suelo arcilloso, una de las razones por las que cayeron con el temblor.

A esta comunidad acudieron organizaci­ones civiles, de universida­des, además del apoyo gubernamen­tal y estatal.

Hubo dos escuelas afectadas: son el CBTIS Steve Jobs y una de educación básica Filiberto Navas Valdés. Para ambos casos instalaron aulas móviles, además el ayuntamien­to se encargó de acondicion­ar el lugar para que con la temporada de lluvias no se enfrenten a complicaci­ones durante el horario escolar.

Los vecinos dicen que fueron muchos los casos de éxito, las organizaci­ones civiles prácticame­nte se encargaron de rehabilita­r algunos de esos hogares derruidos, en otros, les amueblaron las viviendas. La mayoría regresaron a su vivienda sin necesidad de pasar meses en la incertidum­bre.

La alcaldesa aseguró que lo único que podría quedar pendiente son templos y escuelas, pues dependen de los calendario­s de las autoridade­s educativas y el INAH; sin embargo, en el municipio comenzaron la restauraci­ón de dos de las iglesias más dañadas.

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