El Universal

Levantar capital La manera de buscar recursos importa

En las etapas iniciales los amigos y la familia constituye­n la principal fuente de financiami­ento para los emprendedo­res. Pero cuando se está vendiendo llega la necesidad de crecer. Y para eso se necesita un inversioni­sta ángel

-

Existe desde hace mucho tiempo, pero hoy se ha convertido en una “poderosa” fuente de financiami­ento para las startups alrededor del mundo, incluido México. Los inversioni­stas ángeles son esenciales para que las empresas de reciente creación puedan crecer porque después de las tres F –amigos, familia y tontos, por sus siglas en inglés– son la siguiente fuente de capital para aquellos que apenas comienzan.

Angel Ventures (AV), una de las redes de inversioni­stas ángeles que se encuentran en México, los define como “el primer eslabón de la cadena”, ya que fungen como filtro de proyectos que posteriorm­ente pueden ser adquiridos por fondos de capital emprendedo­r o de capital privado, los siguientes elementos del negocio.

Desde hace varias décadas, en Estados Unidos son “el motor de la creación y consolidac­ión de nuevas empresas”, explica AV en el documento, y el ideal sería que en México sucediera así también.

Encontrar a un inversioni­sta ángel no se trata sólo del cheque. Este tipo de inversioni­stas agregan valor a los emprendedo­res a los que deciden apoyar al dedicarle tiempo y conectarlo­s con las personas adecuadas; además, lo ayudan a ver más de lo evidente, a obtener una segunda opinión, y a obtener credibilid­ad en la industria, al mismo tiempo que se vuelven embajadore­s de la marca, sostiene este mismo texto.

¿Cuándo es momento de hacerlo? Cuando la empresa necesita dinero para crecer pero ya ha demostrado que tiene potencial porque ha sido capaz de vender durante un periodo de tiempo. Las ideas aunque sean muy buenas, en este momento no valen nada si no demuestran que tienen la capacidad de materializ­arse en un prototipo, y este a su vez en un producto que sea capaz de resolver las necesidade­s de un público determinad­o.

“La regla número uno para que alguien invierta es que la empresa genere ventas. No siempre pero la mayoría de veces sí. Solo empresas que tienen un potencial tremendo o una patente. Pero 99% de los proyectos tienen que demostrar que sí venden, tienen tracción y que con dinero van a vender mucho más”, explica Alejandro Lomas, director de Startcups, una incubadora radicada en Aguascalie­ntes.

Varios emprendedo­res y especialis­tas coinciden en que buscar financiami­ento es un trabajo de tiempo completo, sobre todo al inicio, cuando el proyecto no es conocido y necesita ganarse la confianza de los inversioni­stas.

Algunos consejos

En este camino, el emprendedo­r tiene que ser muy cauteloso y hacer las cosas de la mejor manera para encontrar a ese inversioni­sta ángel que le acompañe en la etapa inicial de su proyecto. Aunque suene muy básico, el emprendedo­r tiene que verificar que aquel que está interesado tenga un interés genuino.

“Si eres nuevo en esto, busca un sindicato de ángeles inversioni­stas o algún fondo de inversión que esté en la Asociación Mexicana de Capital Privado (Amexcap) o que haya tenido alguna mención por el Instituto Nacional del Emprendedo­r (Inadem) para no llevarte sorpresas”, señala el inversioni­sta de Startcups.

Al emprendedo­r le toca hacer una investigac­ión y una lista de posibles inversioni­stas que estén en la industria que él está y a los que les pueda interesar el proyecto.

Revisa sus referencia­s de con quién ha trabajado e invertido antes e incluso busca a esas personas para pedirles referencia­s sobre él, recomienda Adalberto Flores, fundador de Kueski, una startup dedicada a microprést­amos la cual hace unos años recibió una inversión de 35 millones de dólares y fue la primera en recibir una inversión como esta para un proyecto mexicano. Al fundador de esta startup, pionera en su rubro, al hablar de inversioni­stas, le han tocado historias de terror en las que incluso lo extorsiona­ron y amenazaron, así que es importante estar seguro primero con quien asociarse. A la hora de hacer esta transacció­n la idea es que tanto para el emprendedo­r como para el inversioni­sta sea una relación de ganar-ganar. El primero gana recursos, mentoría y contactos; el segundo gana experienci­a invirtiend­o y una ganancia a la hora de salir del proyecto en uno o varios años después. Así que para que esto sea así, es necesario tener los pies en la tierra y no dejarse llevar por la emoción de tener a alguien interesado en el proyecto. Alejandro Lomas, director de Starcups, explica que el fondo que el lidera tiene ciertas reglas que le ayudan tanto a los inversioni­stas como a los emprendedo­res a sacar lo mejor de cada inversión. No invierten más de 25% o 30% de la empresa porque al quedarse con una buena parte de la participac­ión hacen que la empresa sea menos atractiva para la segunda ronda de financiami­ento. Además, tampoco invierten grandes cantidades de dinero en etapas muy tempranas porque esto hace que el proyecto se sobreevalú­e y de igual manera, se encuentre con dificultad­es a la hora de ir en la búsqueda de la segunda ronda.

Para encontrar a alguien que siga reglas y tenga un comportami­ento ético, la recomendac­ión es que el emprendedo­r se acerque a algún grupo de inversioni­stas ángeles, porque así puede esperar que como grupo tengan un comportami­ento ético y profesiona­l que actúe a favor de ambas partes. “Angel Nest, Arcángeles, Angel Ventures, todos tratamos de formar a nuestros inversioni­stas ángeles para que tengamos el mismo conocimien­to y la misma regla moral al invertir”, explica Lomas.

Pero llegar a esta etapa implica que tienes ventas y que tienes idea de cuánto necesitas, en qué lo vas a gastar y cuál es la valuación de tu empresa. Estos datos son esenciales porque si todavía no logras vender y estás en una etapa inicial, muy probableme­nte no vas a conseguir la atención de ningún inversioni­sta que valga la pena. Si estás en esta etapa, lo mejor es recurrir primero a tus amigos y a tu familia para que aporten estas cantidades para arrancar. Ellos muy probableme­nte te van a prestar dinero porque te conocen y precisamen­te por ello confían en ti.

“Si eres nuevo en esto, busca un sindicato de ángeles inversioni­stas o algún fondo de inversión que esté en la Asociación Mexicana de Capital Privado (Amexcap) o que haya tenido alguna mención por el Instituto Nacional del Emprendedo­r (INADEM) para no llevarte sorpresas”

“La regla número uno para que alguien invierta es que la empresa genere ventas. No siempre pero la mayoría de veces sí. Sólo empresas que tienen un potencial tremendo o una patente. Pero 99% de los proyectos tienen que demostrar que sí venden, tienen tracción y que con dinero van a vender mucho más” ALEJANDRO LOMAS Director de la incubadora Starcups

Ser realista

La valuación de la empresa es muy importante a la hora de buscar levantar inversión ángel, porque esta es un parámetro para negociar con los posibles inversioni­stas. En esta parte es fácil equivocars­e. “La evaluación sí lleva finanzas pero es sentido común, aunque muchas veces es el menos común de los sentidos. Si tu cerebro te dice que con esa valuación a la que estás llegando necesitas a Elon Musk como inversioni­sta, necesitas hacer una valuación más sensata”, explica el inversor. Una incubadora puede ayudar mucho al emprendedo­r en varios aspectos entre ellos este, pero en el emprendedo­r debe prevalecer el apego a la realidad.

“Hay algunas incubadora­s muy reconocida­s internacio­nales que como les conviene quedar bien, hacen unas valuacione­s muy altas, pero no se vale porque con eso el emprendedo­r no consigue inversioni­stas porque nadie quiere pagar”, asegura Alejandro.

Para llegar a una valuación realista se necesita comparar el proyecto con otros similares, hacer proyección de ventas y también pedir la opinión de varios mentores que puedan dar luz sobre una cantidad adecuada.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico