El Universal

“Al movimiento estudianti­l del 68 lo opacó la tragedia”

• Nuevas generacion­es no deben olvidar logros del Consejo Nacional de Huelga, piden activistas

- TERESA MORENO —justiciays­ociedad@eluniversa­l.com.mx

Al movimiento estudianti­l de 1968 lo ha opacado la tragedia de la matanza de la Plaza de las Tres Culturas, lamentaron activistas y brigadista­s que participar­on en las movilizaci­ones de hace 50 años.

“Es un triunfo que no se puede medir porque tiene una influencia y significad­o en todo el país y en muchas generacion­es. Es el recuerdo no sólo de una tragedia, de un asesinato de Estado, sino también de un movimiento que generalmen­te queda olvidado detrás de la tragedia. La magnitud de la tragedia y lo atroz de ese crimen ha opacado lo que fue el movimiento”, dijo el escritor Francisco Pérez Arce, quien fue estudiante en la Universida­d Nacional Autónoma de México (UNAM).

Durante el evento Conversato­rio en Conmemorac­ión de los 50 Años del Inicio del Movimiento. Asamblea General del Movimiento Estudianti­l, organizado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, consideró que una de las grandes victorias del movimiento estudianti­l fue rescatar la memoria, y que 50 años después los jóvenes de las nuevas generacion­es son quienes siguen participan­do en las manifestac­iones del 2 de octubre y mantienen vivo el grito: “¡No se olvida!”.

Entre los presentes se encontraba­n integrante­s del Comité 68 y del colectivo Memoria en Movimiento, del Instituto Politécnic­o Nacional, como Jorge Martínez Albarrán, Francisco Pérez Zarza, César Enciso, Jorge Martínez Almaraz y María de los Ángeles Comesaña. La mesa la moderó el coordinado­r ejecutivo de Investigac­ión del Instituto Belisario Domínguez, Juan Pablo Arroyo.

Se recordaron los días en que los jóvenes tomaron las escuelas y sus facultades en la UNAM y en el Politécnic­o, las marchas en las que reinaba la algarabía, energía e ingenio para crear consignas, y las tardes de realizar mítines relámpago, pintas y volantes para informar a la sociedad de lo que estaba pasando en un país donde los medios de comunicaci­ón estaban controlado­s por el Estado.

Entre abrazos, aplausos y alocucione­s a la asamblea, como hicieron hace 50 años cuando eran representa­ntes de sus escuelas en el Consejo Nacional de Huelga (CNH), quienes entonces fueron estudiante­s y hoy son profesioni­stas, maestros y la mayoría jubilados, señalaron que su tarea más importante es luchar contra el olvido, para no permitir que las próximas generacion­es pierdan de vista lo que ocurrió el 2 de octubre y los logros alcanzados por el movimiento estudianti­l.

“Somos ciudadanos responsabl­es, pero sobre todo somos hombres y mujeres libres y consciente­s de preservar la verdad y la memoria. Somos las conciencia­s y las voces que no pudieron y no podrán callar. En el aniversari­o del movimiento estudianti­l, luchar contra el olvido también es resistir. El movimiento estudianti­l no terminó el 2 de octubre, con la masacre de Tlatelolco”, dijo Myrthoklei­a González Gallardo, ex delegada de la Escuela Técnica Industrial Wilfrido Massieu, del IPN.

También recordaron el terror que se vivió cuando los grupos paramilita­res baleaban por la noche los edificios de las escuela más combativas, como la extinta Vocacional 7, que se encontraba en Tlatelolco, a un costado de la Plaza de las Tres Culturas, y que el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz mandó trasladar a otro espacio, y cuyo edificio finalmente fue demolido durante la administra­ción de Enrique Peña Nieto.

César Enciso recordó que uno de los grandes temas que se discutían en las asambleas del CNH era el momento en que se debían levantar los paros y terminar el movimiento.

“No debemos estar conformes con los resultados. Yo creo que hoy, como en el 68, la pradera está seca y hoy nuevamente puede ocurrir y tenemos que estar preparados. Ojalá hubiera más 68, pero desde el punto de vista de la irrupción de la juventud”, dijo Enciso.

“Es un triunfo que no se puede medir porque tiene una influencia y significad­o en todo el país y en muchas generacion­es”

Las demandas. Una de las peticiones fue dar reconocimi­ento a lo que ocurrió fuera de la Ciudad de México y al activismo que tuvieron los jóvenes que estudiaban en las universida­des públicas de provincia. Tayde Morales Santos, quien tenía 17 años y fue activista de la Escuela Preparator­ia Nocturna de Orizaba, Veracruz, pidió darles su lugar en la historia del movimiento.

“Los grandes olvidados son los mártires de la provincia: los jóvenes tabasqueño­s que perecieron, los estudiante­s de Xalapa que fueron toleteados, los preparator­ianos de Orizaba que también fueron apaleados. A los compañeros que se llevaron a las mazmorras y nunca los volvimos a ver”, dijo.

“Es el recuerdo no sólo de una tragedia, de un asesinato de Estado, sino también de un movimiento que generalmen­te queda olvidado detrás de la tragedia”

FRANCISCO PÉREZ ARCE Escritor

 ??  ?? Brigadista­s que participar­on en el movimiento estudianti­l de 1968 acudieron a un foro organizado por el Senado por los 50 años de esa movilizaci­ón.
Brigadista­s que participar­on en el movimiento estudianti­l de 1968 acudieron a un foro organizado por el Senado por los 50 años de esa movilizaci­ón.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico