Una nueva cara
El buen amigo Miguel Ángel Cooley aprovechó que su restaurante Gloutonnerie, de Campos Elíseos, cumplió 10 años de ofrecer una de las cocinas francesas más clásicas que hay en la ciudad, para festejar en grande con una reunión llena de sorpresas, tanto en amenidad como por el nuevo look que luce el local tras la remodelación que tuvo hace poco.
Se le ocurrió hacer un coctel tipo walk around por los tres pisos del edificio, en el que aprovechó para invitar a medio mundo a compartir su entusiasmo y enseñarles cómo quedaron los salones de las dos primeras plantas y la terraza del rooftop.
Me comentó que la idea era que cada quien escogiera dónde quería instalarse, ya que tanto en la planta baja como en el primer nivel había propuestas de bebida y comida totalmente diferentes y sugirió continuar a la terraza para probar postres y vinos fortificados únicos, sitio que fue el favorito de Paulina Vélez, Lula Alcocer, Shadia Asencio, Gaby Rentería y Fernando González Rubio.
En la planta baja de entrada, bautizada para la ocasión como bubbles floor, saludé a la más célebre embajadora del champagne en la ciudad, mi querida Gaby Rodríguez. Ella me invitó a hacer el primer brindis con copa en mano de Veuve Clicquot Rosé, aunque también se me antojaban el Carte Jaune de siempre y los frescos cocteles con la edición Rich que estaban preparando en la barra.
Muy entrados en la charla sobre los 50 vinos franceses, italianos, españoles y californianos por copeo que ofrece Miguel Ángel a sus comensales en el wine floor del primer piso vi al también restaurantero Juan Pablo Ballesteros y a Rodolfo Gerschman. Por cierto, allí fue donde se registraron los mayores cambios en decoración del lugar, pues se convirtió en un espacio totalmente art déco. Subiendo a la terraza también vi a varios colegas y amigos como Vivian Bibliowicz, Pau Gómez Mascarell, Paco Domenech, Abel y Luli Hernández, entre varios más.
La parte golosa fueron las degustaciones servidas en cada estación. A mí me encantó la del wine floor con platillos como el Bacalao con ratatouille, Risotto meloso de morillas y foie, Ravioles de rabo de res fritos, mini empanadas de pato y venado, Carpaccio de portobello y Tartar de atún. Me contaron que también estuvo de pronóstico el menú con mariscos del bubbles. Y, para cerrar, nadie dejó de probar el Baba au rhum y la Tarta de manzana que sirvieron en la terraza.