Al rescate de Pemex y CFE
Desgarradas las vestiduras por quienes califican de inútil y hasta ruinosa la posibilidad de dos nuevas refinerías anunciada por el gobierno al relevo, hete aquí que con los 163 mil 172 millones de pesos perdidos por Petróleos Mexicanos durante el segundo trimestre del año se habría financiado, con creces, la construcción de una de ellas.
Lo grave del caso es que con ingresos inéditos, la empresa productiva del Estado también alcanzó números rojos inéditos. Estamos hablando de 833 mil 570 millones de pesos por ingresos en el semestre.
En el mismo lapso del año anterior el monto había llegado a 668 mil 935, lo que implica que hubo un salto de 24.6%.
El problema, justo, es que Pemex se ha convertido de productora a importadora. Si al inicio del sexenio la compra de gasolina del exterior alcanzaba 27% del suministro total, hoy llega a 72%.
Las seis refinerías de la empresa trabajan en promedio a 44% de su capacidad instalada, a pesar de que en el sexenio pasado se reconfiguraron y modernizaron las de Coatzacoalcos, Veracruz, y Cadereyta, Nuevo León, en paralelo a los contratos para reconfiguración parcial otorgados a la brasileña Odebrecht.
Si durante décadas la balanza comercial de la ex empresa pública tenía un amplio superávit, hoy registró en el primer semestre del año un déficit de 2 mil 103 millones de dólares.
Las importaciones de gasolina, gas butano y propano crecieron en el lapso 51.4%.
Las petroleras sumaron 4 mil 713 millones de dólares.
En el clímax de la tragedia, el gran impedimento para abrir a la escena nuevas refinerías es, justo, la falta de materia prima. Para enderezar el rumbo del barco y evitar la colusión, es decir que la empresa emblema de México se convierta en una más del montón en la “magia” de la reforma energética, se requiere impulsar la producción.
El país consume 800 mil barriles de gasolinas al día.
De ahí el anuncio de inversiones por 175 mil millones de pesos en un escenario en que la meta de corto plazo será acercar la producción a los estándares de hace 10 años.
El pico máximo alcanzado por la empresa fue de 3.4 millones de barriles diarios, más del doble de los 1.4 de hoy.
Se diría, pues, que Pemex reclama algo más que una cirugía mayor: racionalidad en su operación; transparencia en la ejecución; autonomía en la gestión, y destierro total de la corrupción, empezando con la sindical.
En el caso de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) el escenario es similar. Si el año pasado parecía haber enderezado el rumbo, obteniendo al segundo trimestre del año una pérdida de sólo 386 millones de pesos, en éste se incrementó 72 veces para llegar a 28 mil 459 millones de pesos.
Como Pemex, a mayores ingresos mayores pérdidas, lo que implica que la ruta es errónea. Estos crecieron en el periodo 8.4%, para llegar a 124 mil 334 millones de pesos.
A pesar del crecimiento inaudito de las tarifas para altos y medianos consumidores, la empresa ha mantenido una ruta de endeudamiento para cubrir su deficiencia, entrando a un peligroso círculo vicioso en que los 332 mil 442 millones de pesos acumulados le significan un desembolso anual por intereses de 27 mil millones.
Operación rescate.
Balance general. Abrogada durante el último tramo del gobierno salinista la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica que le abría la senda a la posibilidad de generación privada a contrapelo de lo dispuesto en los artículos 27 y 28 de la Constitución, en su época de legislador Manuel Bartlett se opuso a la evidente ilegalidad.
Aunque la rendija hablaba de autogeneración, es decir posibilidad de crear sus propias plantas por parte de las empresas de alto consumo, vendiéndole los sobrantes a la Comisión Federal de Electricidad, la alternativa permitía varias fugas.
En paralelo, se abrió la escena a las pequeñas productoras de energía, con la novedad de que la posibilidad de gigawatts producidos se fue incrementando paulatinamente.
Como senador, el ex secretario de Gobernación y de Educación Pública llegó a plantear varias Controversias Constitucionales por el absurdo que una ley reglamentaria le modificara la plana a la Constitución.
Bajo esos antecedentes se habla de que su nombramiento al frente de la Comisión Federal de Electricidad será un caballo de Troya para revertir la reforma energética, aduciéndose, en paralelo, que carece de experiencia en el ramo.
Lo cierto es que la primera posibilidad es misión imposible.
Construcción al alza. Después de un crítico inicio del sexenio al modificarse las reglas para construcción de casas habitación de nivel medio y social, el sector de la construcción lleva tres años al alza, por más que a escasa velocidad.
Durante mayo pasado la actividad creció 0.9%, destacando la construcción de edificaciones con un salto de 3.4%, en tanto la electricidad y comunicaciones crecían 2.4%, y petróleo y petroquímica 6%. El valor real de la producción se incrementó en 0.7%.
Esperanza inútil. De acuerdo con los mecanismos previstos, de declararse la quiebra de Oro Negro, las afore Banamex y Sura estarían en opción de presentar una demanda en reclamo de la inversión realizada vía Certificados de Desarrollo, conocidos como CKD’s, buscando la ejecución de las garantías previstas.
El problema es que éstas son las cinco plataformas marítimas de la empresa, de los cuales ya perdió una, con la novedad de que las cuatro restantes las pelean también otros acreedores.
Y el problema, además, de que la emisión fue avalada por Axis Capital, no por Oro Negro, por más que éste era dueño de 62% de la campaña.
Estrategia de Biva.Bajo su alianza con la bolsa electrónica de Nueva York, conocida como Nasdaq, la nueva Bolsa Institucional de Valores colocará un índice de 51 emisoras como base para el cálculo de su operación diaria.
Los parámetros serán ligeramente distintos a los que utiliza la Bolsa Mexicana de Valores para el Índice de Precios y Cotizaciones.
En su pizarra por el momento se han listado a las 147 empresas que cotizan en el mercado tradicional.
La apuesta es que en tres años, bajo un esquema competitivo de condiciones, la instancia bursátil de Central de Corretaje, de Santiago Urquiza, lleve a 200 el total de emisoras.
Languidece Telefónica México. La agresiva campaña de captación de clientes por parte de AT&T y la defensa férrea de la posición dominante de Telcel están provocando una posible debacle de la Telefónica México, filial de la española, que opera como Movistar.
Al segundo trimestre del año sólo logró incrementar sus suscriptores en 1%, para llegar a 26 millones 208 mil.
Sus ingresos se cayeron en 16.6%, ante la reducción de las tarifas de interconexión y una caída de contratos de prepago.
Su carta más fuerte en este momento es “Internet en el hogar”, en cuyo marco se han logrado 27 mil contratos.