Piden más talento y menos amoríos
En el cuarto concierto de La academia, los jueces reprendieron a los alumnos por falta de concentración y poca atención
Los regaños marcaron la cuarta noche de presentaciones en La academia. Los alumnos intentaron nuevas cosas a través de canciones de artistas consagrados pero los jueces se mantuvieron firmes en sus críticas.
“Amor del bueno”, de Reyli, fue interpretada por el chileno Diego, a quienes los jueces le recordaron que su meta es enfocarse en el canto y no en estar pensando en enamorarse. El comentario fue a propósito de que esta semana Diego insistió en mostrar su amor por una alumna de la cual no se ha revelado el nombre.
Los regaños siguieron al momento de la interpretación de Katheryn. El Juez de Hierro, Arturo López Gavito, le llamó la atención a otros académicos ya que consideró que no le habían prestado la debida atención a Katheryn, lo cual era una falta de respeto.
Esta cuarta gala rindió homenaje de la mano de unas ex académicas a Lupita D’Alessio, pero también se apostó por géneros como el urbano, el pop y las baladas.
Adolfo, el participante de Sinaloa, escogió para su presentación el tema de Alejandro Fernández, “Canta corazón”. La jueza Edith Márquez le señaló su falta de concentración, Horacio Villalobos dijo que por fin veía un poco de talento en el participante, pero fue Arturo López Gavito quien difirió de sus observaciones e incluso le criticó el hecho de que saliera al escenario sin zapatos.
Marian, la única participante de la Ciudad de México, apostó por la canción “Mi error, mi fantasía” de Edith Márquez, quien le reconoció el esfuerzo y aplaudió su calidad.
Una de las sorpresas de la noche fue la presencia de Pepe, un amigo de Jesús, académico de Chiapas, quien lo acompañó en el escenario.
Fernando, de Coahuila, eligió la canción “Pensar en ti” de Luis Miguel. El joven se hizo acompañar de un quinteto de cuerdas así como un piano y después de ser evaluado por los jueces, fue sorprendido con la presencia de su mamá en el escenario.
Adal Ramones aprovechó para hablar este tipo de encuentros, ya que lo hicieron recordar a sus padres.
“Yo tengo ahí algo que no he cerrado del todo. Lloré mucho la muerte de mi padre. Mi papá murió antes de que existiera Otro rollo, no vio ni un programa ni que alcancé los sueños que a él le prometí. Me dolió muchísimo y me tardé mucho en superarlo y mi madre muere antes de cumplir los 81 años. Hay algo que no he podido cerrar ahí”.
El tercer académico eliminado fue Montse Ibarra, de Jalisco.