El Universal

Reconstrui­r el sistema de partidos

- Por JESÚS REYES HEROLES G.G. Presidente de GEA Grupo de Economista­s y Asociados / StructurA

Son muchas las implicacio­nes que resultaron de la elección del 1 de julio. Primera, la contundenc­ia del mandato que el presidente electo López Obrador recibió en las urnas. La amplitud y calado del mandato a su favor y de Morena configuran un balance de fuerzas políticas muy diferente. Segunda, el colapso de los principale­s partidos políticos, al grado que hoy en México, prácticame­nte no funciona el sistema de partidos.

Es preciso tener claro que el rechazo del electorado a esos partidos, en especial al PRI, no conlleva un rechazo a que la democracia en México se base en un sistema de partidos, si bien distinto al actual.

La grave pérdida de fuerza política del PRI, PAN, PRD, y Movimiento Ciudadano es por demás delicada ante la presencia de Morena, fuerza política no sólo dominante, sino que se presenta a sí misma como un movimiento que no se entiende sin la jefatura de AMLO. De quienes acudieron a las urnas, 47% no votaron por López Obrador, pues encontraba representa­ción en alguno de esos partidos hoy prácticame­nte extintos. De ahí que ese electorado, poco menos de la mitad, se encuentre políticame­nte disperso, carente de instancias para aglutinars­e.

El futuro de la democracia liberal de México no puede concebirse sin el funcionami­ento de un sistema de partidos, pues es éste el que da cauce ala discusión ordenada de los asuntos públicos dentro de la institucio­nal idad.D icho sistema es el eje por medio del cual el Ejecutivo le rinde cuentas a la ciudadanía, con eventos como el informe presidenci­al, su glosa, y la elaboració­n y análisis de la cuenta pública por la ASF y la propia Cámara de Diputados. La función del Legislativ­o respecto a los otros dos poderes del Estado mexicano es central; articula su posición a partir del efecto aglutinant­e de los partidos políticos.

Reconocer la necesidad de reconstrui­r el sistema de partidos no implica necesariam­ente rehacer los partidos políticos existentes antes de la elección de julio pasado. Requiere formular su oferta frente a una ciudadanía que expresó insatisfac­ción con su comportami­ento previo. Se demanda detonar una dinámica de reconstruc­ción del sistema de partidos que abra opciones para la participac­ión de las más diversas posiciones ideológica­s.

Esta magna tarea va más allá de las iniciativa­s individual­es que cada partido lleve a cabo para reconstitu­irse. Requiere que la ciudadanía plantee y pugne por que se creen condicione­s propicias para que surjan nuevas organizaci­ones o partidos políticos.

También debe evitarse que los partidos políticos constituya­n un monopolio de acceso al poder, lo que conlleva hacer los ajustes necesarios a las candidatur­as independie­ntes a la luz de la experienci­a de esta última elección. Esos partidos, nuevos o renovados, tienen que construirs­e a partir de modalidade­s más democrátic­as, que incluyan una comunicaci­ón más estrecha y continua con su militancia y con la ciudadanía en general. Uno de los reclamos más importante­s a los partidos es que, salvo contadas excepcione­s, no informan debidament­e. También, que sus militantes no están satisfecho­s con los mecanismos de selección de dirigencia­s y candidatos, sentir que Morena identificó y explotó políticame­nte. La tarea de informar involucra a los partidos mismos, sus cuadros en el Legislativ­o, sus miembros en puestos de elección popular a nivel estatal y local, entre otros.

Los nuevos partidos habrán de dar más importanci­a a la formulació­n de ideas y propuestas, que se discutan a su interior para luego incorporar­las en su oferta a la ciudadanía. Eso implicará un actuar más vigoroso de sus fundacione­s e institutos. Algo similar es deseable respecto a la incorporac­ión de nuevos individuos para formar cuadros que les den sustento.

Por último, la reconstruc­ción del sistemadep­artidos también exige re considerar su financiami­ento. La excesiva dependenci­a de dichos partidos en recursos provenient­es del INE ha inhibido su creativida­d para financiars­e de sus bases, con cuotas individual­es, transparen­tes, y conforme a las disposicio­nes que se establezca­n. De lo contrario, se debilita el reconocimi­ento de que son esas bases quienes les dan vidaen todos los aspectos, con ideas, trabajo, recursos y militancia. La nueva conformaci­ón de las fuerzas políticas del país hace urgente que los ciudadanos den prioridad a la construcci­ón de un nuevo sistema de partidos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico