El Universal

Argentina debate aborto legal; prevén negativa

• Entre manifestac­iones, senadores analizan la iniciativa • De los 72 legislador­es, se estimaba que 38 votarían en contra

- Agencias

Buenos Aires.— El Senado argentino debatía ayer un proyecto de legalizaci­ón del aborto en una histórica sesión en la que el rechazo parecía abrirse paso ante la preocupaci­ón de manifestan­tes a favor de la ley, que esperaban que esa tendencia se revirtiera al cabo de cinco meses de una intensa y acalorada discusión que del Parlamento se trasladó a las calles.

Hasta las 00:00 horas de este miércoles (22:00 horas tiempo de México), la presión se redoblaba a medida que trascendía que la mayoría de los senadores rechazaba el proyecto, aprobado en junio por Diputados con 129 votos a favor, 125 en contra y una abstención.

De los 72 legislador­es, se estimaba que 38 votarían en contra. En caso de que haya empate, la presidenta del Senado y vicepresid­enta de la nación, Gabriela Michetti, emitirán el voto decisivo, el cual adelantaro­n que sería negativo.

Sin embargo, sectores a favor de la ley evalúan la posibilida­d de convocar un referéndum en caso de que la iniciativa sea rechazada.

“Cuando hay una Cámara que opina de una manera y otra que piensa diferente, en caso de que sea rechazado, demuestra que la representa­ción del pueblo está dividida. Eso amerita, tal vez, un sistema de decisión de democracia directa que prevé la Constituci­ón a través de la consulta vinculante. Es posible que propongamo­s esto”, adelantó Daniel Lipovetzky, diputado del oficialist­a Cambiemos y que tuvo a su cargo el debate en la Cámara Baja.

El proyecto busca despenaliz­ar el aborto dentro de las 14 semanas de gestación, mientras que la normativa actual, que se remonta al código penal de 1921, sólo permite el aborto cuando el embarazo es fruto de una violación o peligra la vida de la madre.

El asunto genera tanta división dentro de cada partido que, en comisiones previas a la sesión de ayer, los legislador­es no pudieron ponerse de acuerdo para que el proyecto que llegó aprobado de la Cámara Baja fuera llevado al pleno general del Senado, aunque finalmente y por una decisión previa de la necesidad de abordar la problemáti­ca, se debatió.

Por ello, se planteó la posibilida­d de introducir cambios en el proyecto para generar más adhesiones, como reducir el plazo para interrumpi­r un embarazo de 14 a 12 semanas.

A la espera del resultado, que se anticipaba negativo, dos manifestac­iones colmaron los alrededore­s del Congreso en Buenos Aires, separadas por dos vallas. Pañuelos verdes identifica­ban a quienes estaban a favor “del derecho a elegir” y el color celeste a quienes rechazaban la ley.

De aprobarse el proyecto, Argentina, país del papa Francisco, se convertirí­a en el tercero de América Latina con aborto legal, sumándose a Cuba y Uruguay. También se permite en la Ciudad de México.

El senador opositor Pedro Guastavino, presidente de la Comisión de Justicia del Senado, calificó la discusión de histórica y la comparó con las que derivaron en la aprobación del divorcio en los años 80 y del matrimonio igualitari­o hace ocho años.

Guastavino dijo que estuvo en contra de la práctica abortiva y que finalmente comprendió que “la única forma de entenderla es desde la salud pública”. Cuestionó los abortos clandestin­os “que ponen en riesgo la vida” y señaló que los costos en el sistema de salud disminuyen con prácticas seguras.

Los defensores de la iniciativa sostienen que desde 1983 murieron más de 3 mil mujeres por interrupci­ones del embarazo irregulare­s e inseguras. En Argentina se calcula que se practican hasta 520 mil abortos anuales, según el Ministerio de Salud.

Sin embargo, Mario Fiad, presidente de la Comisión de Salud, cuestionó que el proyecto sea “violatorio de la Constituci­ón” y de tratados internacio­nales suscritos por Argentina.

Según los conteos, 38 senadores están en contra de la práctica, 31 a favor y habría un indefinido, una abstención y una ausencia.

Ambas posturas atraviesan transversa­lmente a todos los partidos, aunque el peso de las provincias norteñas, más conservado­ras, ha ganado fuerza.

Cerca del Congreso, estudiante­s, sindicatos, políticos de izquierda y organizaci­ones feministas esperaban que la ola verde encuentre un resquicio para avanzar.

Organizaci­ones se suman al apoyo de legalizaci­ón. “El Senado argentino tiene una oportunida­d histórica para proteger los derechos de las mujeres al poner fin a este estatus quo injusto y cruel que pone sus vidas y salud en riesgo”, señaló José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch.

En tanto, Amnistía Internacio­nal publicó un mensaje a favor del aborto en la edición del diario New York Times Internacio­nal.

El presidente Mauricio Macri, un confeso “pro vida”, llamó a respetar las distintas opiniones.

”[Estuve] en contra de la práctica abortiva y finalmente comprendí que la única forma de entenderla es desde la salud pública”

”[Los abortos clandestin­os] ponen en riesgo la vida y los costos en el sistema de salud disminuyen con prácticas seguras” PEDRO GUASTAVINO Presidente de la Comisión de Justicia del Senado argentino

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Defensores de la postura antiaborto protestaro­n contra la iniciativa de legalizar la práctica.
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Activistas por los derechos del aborto permanecía­n a la espera de que se votara el proyecto de ley.

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